Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS)
determinó hace unas semanas que el glifosato, el herbicida más usado en el
mundo, es "probablemente cancerígeno" se abrió una enorme polémica a
nivel mundial.
Quienes defienden el uso de este agroquímico relativizaron
la advertencia, señalando que otros productos de consumo diario también fueron
categorizados de la misma forma por la OMS.
En particular, resaltaron que el mate caliente está entre
los probables cancerígenos, un dato que sorprendió a muchos.
No obstante, la información es correcta: aunque pocos lo
sepan, en 1991, la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer
(IARC, por sus siglas en inglés) puso al mate caliente en el grupo de riesgo
2A.
En esa categoría, la IARC –la agencia de la OMS que
determina el peligro cancerígeno de alimentos y productos- incluye todo aquello
que es "probablemente cancerígeno
para humanos".
El mate es una infusión que toman millones de personas,
especialmente en América del Sur.
Argentina es el mayor productor mundial de yerba, la planta
que se usa para hacer el mate.
En ese país es la bebida más popular y se la considera tan
emblemática que en 2013 fue declarada "infusión
nacional" por ley.
Sin embargo los reyes del mate son los uruguayos: toman el
doble por habitante que los argentinos, según el Instituto Nacional de la Yerba
Mate (INYM).
En menor medida, la infusión también es popular en Paraguay,
partes de Brasil, Bolivia y Chile, y en el Líbano y Siria, país que es el
principal importador de yerba mate del mundo.
Peligroso
En su informe de 1991, al que tuvo acceso BBC Mundo, la IARC
no aclara por qué el mate es potencialmente dañino.
Simplemente enumera una serie de investigaciones que dan
cuenta de un riesgo de cáncer para quienes consumen la bebida en su forma más
tradicional, caliente.
"Tres estudios de
control en América del Sur investigaron la asociación entre tomar mate y el
cáncer de esófago", señala el trabajo.
Uno de los estudios, realizados en Uruguay, mostró que
"quienes beben mucho mate tenían
cerca de diez veces más posibilidades de desarrollar cáncer que personas que no
toman mate", detalla.
"En reglas
generales, las investigaciones sobre el consumo de mate y el cáncer del tracto
gastrointestinal superior sugieren una fuerte asociación", concluye la
IARC.
Aunque agrega que "no
se vieron evidencias de esta asociación en un estudio que se hizo sobre el
cáncer de vejiga".
El organismo aclaró que no podía distinguir si los hallazgos
se debían "al contenido de la bebida
o a la temperatura a la que es consumida".
Su conclusión fue poner al "mate caliente" en la categoría 2A –la más seria después de
"cancerígeno" - y poner a la planta misma en el grupo 3.
Ahí se enumera a los productos "no clasificables según su carcinogenicidad en humanos".
Caliente
Una vocera de la IARC dijo a BBC Mundo que "hay sugerencias de que la temperatura de la
bebida, más que la planta misma o la forma en que es procesada, podría explicar
la asociación que se observó entre tomar mate y ciertos tipos de cáncer".
Sin embargo, la portavoz no explicó por qué el organismo no
incluyó a otras bebidas calientes, como el té y el café, en la misma categoría
de riesgo que el mate.
Ambas infusiones, que fueron analizadas en el
mismo trabajo de 1991 en el que se estudió al mate, son consideradas menos
dañinas por la IARC. Fuente: BBC Mundo
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