Son miles, afectan a muchos países y están fundamentalmente generados
por la creciente demanda de energía y recursos naturales.
De los casos que detalla el recién creado Atlas global de
Justicia Ambiental, más de 300 son de América Latina.
Y además, los más perjudicados por estos conflictos que
tienen que ver con el medio ambiente son los más desfavorecidos.
Esas son algunas de las conclusiones de esta plataforma
interactiva, producto del trabajo de un equipo internacional de expertos
coordinados por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental
de la Universidad Autónoma de Barcelona.
"El Atlas muestra
cómo los conflictos ecológicos están aumentando en todo el mundo, por demandas
de materiales y energía de la población mundial de clase media y alta”,
comentó Joan Martínez Alier, director del proyecto europeo de organizaciones de
justicia ambiental EJOLT (Environmental Justice Organizations, Liabilities and
Trade) que hizo posible este mapa.
"Las comunidades
que reciben el mayor impacto de los conflictos ecológicos son pobres, a menudo
indígenas, y no tienen poder político para acceder a la justicia ambiental y a
los sistemas de salud", señaló Alier.
Injusticias
medioambientales
Creado con la colaboración de activistas y académicos, el
inventario de casos medioambientales permite a los usuarios buscar y visualizar
los conflictos por tipo de material (ya sea minerales, hidrocarburos, agua o
desechos nucleares), compañías involucradas y países.
En América Latina, el mayor número de casos documentados por
el atlas se distribuyen entre Colombia (72), Brasil (58), Ecuador (48),
Argentina (32), Perú (31) y Chile (30).
El interesado puede, entonces, seleccionar uno de los puntos
ubicados en el mapa y obtener información sobre, por ejemplo, el juicio que
enfrentó la compañía productora de soja Monsanto en Argentina por el uso indebido
de agroquímicos.
O sobre el caso de la marca Chiquita, distribuidora de
plátanos, en Colombia.
El mapa detalla que grupos defensores de derechos humanos,
medioambientales y laborales han denunciado a esta empresa por los problemas
ambientales, sociales y de salud causados por la violación de derechos básicos
de sus trabajadores y la financiación ilegal de grupos paramilitares.
Estos son sólo dos casos de los cientos de puntos que cubren
la región: clasificados según su color, hay conflictos que tienen que ver con
el agua, la minería, la deforestación o los residuos tóxicos.
Esperanza
Se analizaron más de 300 casos de disputas medioambientales
en América Latina.
La iniciativa, que contó con la participación de 23
universidades y organizaciones de justicia ambiental de 18 países, tiene varios
objetivos, entre los que se encuentra el de hacer accesible la información y
dar más visibilidad a estas disputas.
Sus creadores esperan que nuevas organizaciones civiles y
expertos en áreas específicas contribuyan para ir cubriendo de puntos los
espacios y regiones que aún están vacíos.
De momento, y aunque los miles de conflictos relevados no
invitan al optimismo, sus responsables destacan las señales positivas.
"El mapa muestra
tendencias preocupantes como la impunidad de las compañías que cometen delitos
medioambientales o la persecución de los defensores ambientales, pero también
inspira esperanza", dice Leah Temper, coordinadora del Atlas.
"Entre las muchas
historias de destrucción ambiental y de represión política también se hallan
casos de victorias en la justicia ambiental".
De hecho, precisa Temper, este es el caso del 17% de los
conflictos analizados: se han ganado juicios legales, se ha logrado la
cancelación de proyectos y se han conseguido la devolución de bienes a algunas
comunidades.
El Atlas fue presentado este miércoles en Bruselas, en la
Delegación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Fuente: www.bbc.co.uk
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