Agrupaciones Aymaras sostienen que el rally
consagra la extinción de su pueblo
Cuando Mijael Flores, estudiante de séptimo básico de la
Escuela América, en Arica, descubrió, junto a su grupo de compañeros del taller
de Arqueología, una momia de la cultura Chinchorro de más de 7.000 años de
antigüedad, no solo estaba confirmando- con esta evidencia- la riqueza
arqueológica y paleontológica del desierto de Atacama, sino también la
naturaleza casual del hallazgo, que en otras palabras implica, que el
patrimonio arqueológico nacional está al aire libre, ahí al interior del
desierto o cerca de la costa donde hace miles de años se asentaba unas de la
culturas más antiguas de la humanidad, cuyas evidencias de momificación son 4
mil años más antiguas que las descubiertas en Egipto.
Pero la riqueza patrimonial, según la arqueología moderna,
en el desierto de Atacama podría ser más antigua aún. Se habla incluso de evidencias
que datan de hasta 12 mil o 13 mil años de antigüedad, es decir de la época en
que -según las teorías actuales- comenzó el poblamiento de América tras la
migración de Siberia.
En este vasto espacio desértico, donde malentendidamente no
habría nada, también existen evidencias de una riqueza paleontológica
incalculable y que se remonta a más de 7 millones de años. El hallazgo más
reciente de este pasado remoto, fueron los más de 70 restos cetáceos
encontrados en el desierto, en las cercanías de Caldera. La mayoría son del
período Mioceno y Plioceno, donde habitaban parientes prehistóricos de las
ballenas actuales y de otros seres que la literatura fantástica ha bautizado
como "monstruos marinos".
Este es el patrimonio del desierto chileno, patrimonio, que
por quinto año consecutivo, se vería amenazado por el Rally Dakar.
DESTRUCCIÓN MILENARIA
De acuerdo a la observación del Consejo de Monumentos
Nacionales y que se encuentra refrendado por el Colegio de Arqueólogos, entre
los sitios destruidos o dañados se encuentran geoglifos, aldeas, cementerios,
conchales, huellas y caminos (entre los que se cuentan trazas del camino del
Inca), sitios de la época salitrera, talleres líticos y muchos otros presentes
en las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y
Coquimbo.
Para Paula González, vicepresidenta del Colegio de
Arqueólogos, el Rally Dakar no es otra cosa "que el atentado más grave que existe contra el patrimonio nacional",
con daños que son "irrecuperables"
desde la perspectiva científica y que además – siendo para la organización lo
más grave- cuenta "el apoyo del Estado" o con la ambivalencia del
este en la materia.
El primer Dakar se realizó en la primera administración de
Bachelet el año 2009. De acuerdo a los estudios de CMN (Ordinario Nº 2.918/09)
en esta versión de la competencia se constató la destrucción de 5 sitios
arqueológicos denominados "Quebrada
Pelícanos 1", "Quebrada
Pelícanos 2", "San Antonio
2", "Majada El Tomate 1"
y "Majada El Tomate 3" y
una agrupación de sitios arqueológicos denominada "Área Arqueológica Pampa Austral Camino Oeste", ubicados en las
regiones de Atacama y Coquimbo. La cronología de algunos de estos sitios
alcanzaba una antigüedad mayor a los 4.000 años (2.000 a.C.).
En el 2010 se constató que se dañaron 52 (50,5%) de los 111
sitios examinados. El informe de la época señala expresamente: "No se tiene ningún conocimiento del daño
causado en otras zonas donde hubo cambios de trazado de última hora dispuestos
por la organización, desvíos o competidores perdidos".
El Informe Técnico de Evaluación del Rally Dakar 2011,
elaborado por el Área de Arqueología del Consejo de Monumentos Nacionales,
informó que de los 283 sitios evaluados, presentaron daño en diversas
magnitudes un total de 126 sitios. En el informe de ese año el Consejo afirmó:
"El Dakar constituye una actividad
altamente dañina para el patrimonio arqueológico e histórico del país".
Según las estadísticas el 2012 y 2013, los lugares dañados
se redujeron, pero tanto el Consejo como el Colegio de Arqueólogos apuntan al
que el cómputo de sitios dañados es relativo, ya que "la información disponible sobre la evaluación de daños del año 2012
(que realizó el Instituto Nacional del Deporte) es "escasa" y no
se tiene información concreta respecto de las rutas de las caravana.
"De esta manera,
existen fundamentos para suponer que puede haber una gran cantidad de sitios
que no fueron registrados y de esta manera quedaron desprotegidos. Por lo
tanto, el cómputo de sitios dañados en la versión 2013 de la competencia es
absolutamente relativo e incierto", consigna el informe.
EL ESTADO COMO
INFRACTOR DE LEY
A fines de mayo y después del suspenso sobre si el Dakar
pasaría nuevamente por Chile, debido al impacto del terremoto en el norte
grande, la Ministra del Deporte Natalia Riffo, despejó las dudas y confirmó la
participación de Chile en la competencia más dura del deporte tuerca en el
mundo.
En todo caso, estas cifras son muy conservadoras
-contraargumenta Paula González- "porque
las evaluaciones de daño no han sido exhaustivas y han aplicado un criterio que
restringe el área de influencia directa de la competencia sólo a la unión
lineal de puntos que constituyen el trazado, sin considerar las áreas de
campamentos, áreas de estacionamiento y los lugares dónde se sitúa el público,
que también han destruido sitios arqueológicos".
Esta confirmación, para los defensores del patrimonio,
constituye un grave revés y confirma nuevamente el doble discurso en materia de
protección patrimonial que tendría el Estado, representado por la
administración de la Nueva mayoría.
"Es una gran
decepción porque esperábamos que la administración Bachelet no continuara con
este grave atentado contra nuestro patrimonio cultural y natural, atendidas las
numerosas pruebas acerca de la naturaleza dañina sobre los monumentos
arqueológicos, la flora, fauna y paisaje del norte de Chile", sostiene
González.
La ambivalencia, según los científicos, radica en que "el rally Dakar ha producido un quiebre en
todo el régimen jurídico de protección que amparaba los monumentos nacionales
arqueológicos de Chile".
Normalmente, cuando alguien destruye un sitio arqueológico
-explica González, quien es arqueóloga y abogada- "el Consejo de Defensa del Estado acciona legalmente contra el autor a
través de la Acción por Daño Ambiental, persigue su responsabilidad y se le
sanciona civil y penalmente".
Pero en este caso, los denunciantes acusan que el Estado se
ha desentendido de su responsabilidad.
"El artículo 38
de la Ley de Monumentos Nacionales, determina que la destrucción de sitios
arqueológicos reviste el carácter de delito, sin embargo el Estado chileno no
ha perseguido la responsabilidad penal de los autores de esta destrucción
reiterada de sitios arqueológicos", sostiene el Colegio en un informe
de mayo del 2014 del departamento de Antropología de la Universidad de Chile.
Para Carlos Carrasco, presidente del Colegio, uno de los
aspectos más graves, no es sólo que el Estado no persigue a los culpables, sino
que además estimula la destrucción constante del patrimonio, por el cual además
paga 4 millones de dólares.
Si bien del Ministerio del Deporte contestan que este dinero
lo paga el Estado por concepto de inscripción, o sea que paga para que la
competencia pase por Chile, Carrasco pone el énfasis en los costos totales que
significa para el país. "A esto hay
que sumar los efectivos policiales, los aviones que solicitan la empresa para
su uso, el tratamiento de la basura, los miles de litros de aceite que quedan
depositados en el desierto, lo neumáticos que van cambiando los competidores y
que dejan botados en el recorrido y de todo esto se hacen cargo los gobiernos
locales", señala.
BONOS DE CARBONO
A través de un comunicado oficial, la ministra del Deporte
Natalia Riffo señaló que "desde un
principio hemos actuado con seriedad y responsabilidad política. Ese es nuestro
deber, por ello nos sentimos muy contentos de alcanzar un acuerdo que permite a
Chile velar por los intereses de las zonas afectadas por el terremoto y
salvaguardar dos temas fundamentales, la protección del patrimonio y del medio
ambiente".
Según lo informado por fuentes de este ministerio este
"acuerdo" fue comunicado al
Consejo de Monumentos Nacionales y al Colegio de Arqueólogos en una reunión
sostenida la semana pasada y que lo "informado" habría dejado
conformes a los arqueólogos, en especial tras informarles de una nueva revisión
de los trazados y de la compensación del daño ambiental que haría la empresa
ASO (Amaury Sport Organisation) con bonos de carbono.
Sin embargo, Carrasco explica "que ellos (Ministerio del Deporte) no se comprometieron a mucho,
simplemente nos informaron de que están tomando precauciones y que junto a otros
a organismos del Estado, como Conaf, están tratando de regularizar una poco
este tema del Dakar. Reconocen que hay una desregularización y que están
tratando de modificar esto en la medida de lo que se pueda. En ningún caso eso
a nosotros nos deja conformes, nosotros les solicitamos que se avance en una
prevención efectiva".
Luis Mariano Rendón, quien junto al colegio de Arqueólogos y
otras instituciones, logró -después de cinco años de ininterrumpidas acciones
legales para preservar el patrimonio- que la Justicia acogiera a tramitación
este año un Recurso de Protección, sostiene que no sabe "cómo los bonos de
carbono pueden compensar el daño patrimonial", puesto que esos bonos
compensan las emisiones de gases invernadero y no la destrucción de los
"sitios arqueológicos".
LA EXTINCIÓN DEL
PUEBLO AYMARA
Ariel León Bacián, Presidente de la Corporación Cultural
Aymara, explica que para su pueblo la carrera es sencillamente
"criminal".
Para el representante de este pueblo originario, el punto
está en el valor que el Estado de Chile le otorga a la cultura. Mientras por un
lado, el factor turismo es uno de los beneficiados con la prueba y su paso por
Chile inserta al país en el concierto internacional, por otro la misma prueba,
que defiende el Estado, significa la "extinción
de nuestro pueblo".
"Nosotros como
pueblos indígenas estamos, por decirlo de alguna manera, casi en extinción y el
Dakar lo que hace, en definitiva, es borrar las huellas de nuestra cultura,
borrar nuestra presencia territorial y contribuye a la desaparición de nosotros
como pueblo, por eso nosotros consideramos que ningún beneficio puede compensar
la extinción de nuestra cultura, de nuestro patrimonio", explica.
LA MARCHA POR EL
PATRIMONIO
Una de las ambigüedades más evidentes de este doble discurso
en materia de defensa del Patrimonio se evidencia en la pasada Marcha por la
Defensa del Patrimonio del pasado 24 de mayo y que agrupó a más de 105
organizaciones.
En esa actividad, uno de los rostros que llamó la atención,
fue el de la Ministra de Cultura, Claudia Barattini.
Para Rosario Carvajal, Presidenta de la Asociación Chilena
de Barrios y Zonas Patrimoniales, la presencia de la ministra constituye un
respaldo tácito del Estado a la necesidad de defender el patrimonio, respaldo
que de algún modo puede resultar contradictorio con el rol del Estado en la
confirmación del Dakar 2015.
"Esperamos que
(la ministra Barattini) tenga la capacidad de liderar y marcar la agenda de los
otros ministerios, para evitar estas incoherencias entre ministerios, en que
uno está marchando con la ciudadanía y muestra sensibilidad y otro ministerio,
una vez más, permite un Dakar con el irreparable daño que ello significa",
concluye. Fuente: www.elmostrador.cl
Por:
HECTOR COSSIO
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