La deforestación a gran escala en
las selvas tropicales puede reducir drásticamente las tasas de precipitaciones
tanto a nivel local como a miles de kilómetros de distancia, según un estudio
publicado en la revista Nature.
Esta baja ocurre porque la deforestación
reduce el ciclo natural de reciclaje a través del cual la vegetación absorbe la
humedad del suelo y la envía a la atmósfera, desde donde retorna convertida en
lluvia.
Cuando los bosques son
reemplazados por pastizales o cultivos, este proceso de reciclaje cambia, “lo que lleva a la reducción de la humedad
ambiental y a la potencial supresión de las precipitaciones”, según
investigadores de la Universidad de Leeds y del Centro de Ecología e
Hidrología, en el Reino Unido.
Para medir esta actividad, los
investigadores combinaron datos satelitales de vegetación con información sobre
la dirección de los vientos predominantes. Este resultado lo compararon con
datos satelitales de precipitaciones, para determinar si la mayor exposición
del aire a la vegetación había tenido un efecto sobre las lluvias. El modelo
fue aplicado en las cuencas del Amazonas y del Congo, las dos cuencas fluviales
más grandes del mundo.
El estudio reveló que “en más de 60% de la superficie terrestre
tropical, el aire que en los últimos días ha pasado sobre extensas áreas de
vegetación produce al menos dos veces más lluvia que el aire que ha pasado
sobre poca vegetación”.
Basados en sus hallazgos, los
autores predicen que hacia 2050 la cuenca amazónica podría experimentar una
reducción estimada de precipitaciones de 12% en la estación húmeda y de 21% en
la estación seca, si las tasas de deforestación alcanzan el 40% pronosticado
por modelos previos.
Incluso, es posible que esas
reducciones pudieran extenderse tan lejos como la cuenca del Río de la Plata,
miles de kilómetros al sur de la Amazonía, la que abarca el sur de Brasil,
norte de Argentina y gran parte de Paraguay y Uruguay. Fuente: noticiasambientales.com.ar
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