A diferencia de los humanos, los árboles
mientras más viejos, siguen creciendo y eliminando grandes cantidades de CO2.
Sabemos que los árboles son muy importantes para nuestra
existencia. Es más, sin ellos, no podríamos vivir. Sin embargo, las ciudades
están pensadas con muy pocos lugares para los árboles, e incluso los talan
cuando ya son viejos, argumentando que no sirven tanto como cuando están recién
plantados. Pero eso es un grave error.
Un grupo de investigadores analizaron 673 mil árboles de 403
especies a lo largo de todos los climas en todo el mundo, y hallaron que el 97%
de los que eran más antiguos continuaban creciendo en masa, lo que les permitía
capturar grandes cantidades de CO2 y eliminarlos de la atmósfera.
La publicación de esta investigación dice que un árbol de
100 centímetros puede crecer anualmente 52 veces más que uno de 10 cm. Si bien
los árboles más jóvenes pueden crecer más rápido en una escala relativa, los
más viejos también aumentaban su tamaño, aunque en una escala menor (los más
jóvenes pueden doblar su tamaño en poco tiempo).
Por esta razón, y porque los árboles tienen y son vida, no
deberíamos deshacernos de un árbol porque es más viejo. No nos dejemos llevar
por el consumismo reinante que nos obliga a pensar que todo ha de ser nuevo y
que lo viejo no sirve, porque es mentira. Y si necesitamos el espacio, podemos
reacomodar el árbol en otro lugar, y no eliminarlo.
Si los árboles nos ayudan a eliminar el CO2, uno
de los principales gases de efecto invernadero que se está acumulando en la
atmósfera, lo que tiene terribles consecuencias para el calentamiento global.
Teniendo en cuenta el incremento en la temperatura en los últimos 30 años, si
no existieran los bosques, este rango se hubiera duplicado. Fuente: www.veoverde.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario