La compañía multinacional detendrá la
producción de maíz modificado genéticamente en toda Europa, salvo en España,
Portugal y República Checa.
La multinacional asegura que ha paralizado las actividades
de promoción de sus semillas genéticamente modificadas en el continente
europeo, así como tampoco tendrían previsto solicitar permisos para la venta de
nuevas semillas transgénicas en la región. “No
gastaremos más dinero para convencer a la gente para cultivarlas”, informa
Brandon Mitchener, responsable de Public Affairs de Monsanto para Europa y
Oriente Medio, en una entrevista a Investigative Reporting Denmark.
El actual rechazo de los productos agrarios de los
consumidores a los organismos modificados genéticamente (OMGs), debido a sus
nocivos efectos sobre la biodiversidad, el medio ambiente y la salud a corto
plazo y sus desconocidos efectos a la largo plazo, ha llevado a la compañía
multinacional a involucrarse en gigantescas inversiones en campañas de
marketing, implantación, procesos judiciales y acciones de lobby para conseguir
la aceptación de sus productos en el continente.
En 2001, se anunció en Europa la directiva de ‘Liberación
internacional en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente’ y
en la mayoría de los países europeos esos productos se encontraban prohibidos.
Entre ellos, Alemania, Grecia, Italia, Francia, Suiza, Irlanda, Australia,
Luxemburgo, Bulgaria y Hungría, quienes decidieron ser zonas libres de
transgénicos. En cuanto a cifras, sólo el 1% de todo el maíz cultivado en ese
continente es transgénico.
Monsanto no ha sido la primera empresa en dar por perdida la
batalla por insertarse en el mercado europeo. Ya en 2012 la compañía Basf
anunció la retirada de sus cultivos transgénicos del continente. Syngenta,
también había tomado la determinación hace años, producto de las presiones por
sus productos, tanto de los consumidores como de algunos gobiernos.
España es el actual
reino europeo de los transgénicos
De todos modos, la información que entrega Investigative
Reporting Denmark señala que Monsanto aplicará una excepción a la retirada de
sus productos y semillas de OMGs de Europa, ya que en aquellas naciones en las
que cuenten con el apoyo de agricultores o con el respaldo político, se
quedarán.
Si se toma en cuenta el último punto, tres serían los
mercados en los que la multinacional mantendría y expandiría su actividad:
República Checa, Portugal y España.
Por su parte, en República Checa este tipo de
cultivos va en decrecimiento, en Portugal y España continúan su desarrollo. De
hecho, España central en la actualidad el 90% de la producción de maíz
transgénico de Europa, pese a los reclamos de agricultores y consumidores. El
actual respaldo concedido a estos cultivos desde el estamento político y los
intereses económicos han propiciado su expansión. www.ecoportal.net
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