La Comisión Europea ha conseguido este lunes el apoyo de una
mayoría de países suficiente para prohibir durante dos años los tres
neonicotinoides utilizados más frecuentemente como plaguicidas en la siembra
del girasol, la colza, el algodón y el maíz, por los riesgos que plantean para
la salud de las abejas.
Un total de quince países han dado su visto bueno al veto de
dos años, incluidos Alemania y Bulgaria, países que en reuniones anteriores se
abstuvieron, y de España, que ya se mostró a favor meses atrás, según han
informado a Europa Press fuentes comunitarias.
En contra han votado ocho delegaciones, entre ellas Reino
Unido, y se han abstenido cuatro países. La propuesta del comisario de Consumo
y Protección al Consumidor, Tonio Borg, prevé la entrada en vigor de las
medidas restrictivas desde el próximo 1 de julio, aunque fuentes consultadas
por Europa Press indicaron que la fecha podría retrasarse por los problemas
legales y prácticos que plantea anunciar la medida con tan poco plazo.
Clotianidina, tiametoxam e imidacloprid
Borg ha sumado los apoyos necesarios en una reunión del
Comité de Apelación que forman expertos de los 27 en Bruselas, tras fracasar el
pasado marzo en un primer intento sometido a los Estados miembros en otro
comité. Entonces, trece Estados miembros, entre ellos España, votaron a favor
de la propuesta comunitaria, pero nueve países se opusieron y cinco, entre
ellos Alemania y Reino Unido, se abstuvieron.
La propuesta se basa en el principio de precaución a partir
de un informe de la Agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA, por sus
siglas en inglés) que señala tres plaguicidas de la familia de los neonicotinoides
comercializados en Europa por Bayer y Syngenta: clotianidina, tiametoxam e
imidacloprid.
Estos químicos pueden afectar al sistema nervioso de los
insectos causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo
para la salud humana. La medida podría afectar a un tercio de las semillas
preparadas en la UE y España es uno de los principales productores, por lo que
inicialmente pidió aplazar cualquier decisión hasta tener más datos científicos
concluyentes, aunque finalmente se pronunció a favor en una primera votación
celebrada en marzo.
Fuente: elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario