Aseguran que los eventos meteorológicos
extremos serán cada vez más frecuentes
“Claramente habrá un
aumento de temperatura, de lluvias en la zona de la Pampa húmeda y va ha
ocurrir más fenómenos extremos como olas de calor'', explicó a La Prensa la
doctora en meteorología Matilde Rusticucci, directora del Departamento de
Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas, al
ser consultada sobre cómo sería el clima que tocaría vivir a los habitantes
porteños.
Una opinión similar sostuvo Daniel Barrera sobre el futuro
climático y la indiscutible incidencia del hombre en los fenómenos extremos que
han afectado en los últimos días a los porteños. "La variabilidad
climática natural, que en algunos aspectos es cíclica (como las estaciones) y
en otros es cuasi-cíclica ha sido alterada desde que el hombre ha comenzado a
liberar cantidades de energía del mismo orden de magnitud que la de los
procesos naturales, y esto ha ocurrido a partir del siglo veinte'', remarcó a
La Prensa el doctor en meteorología y ex asesor científico en la Secretar¡a de
Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la Nación.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera,
producto de la actividad humana, viene alterando desde hace varias décadas el
clima del planeta, proceso conocido como "cambio climático". Y son la
quema de combustibles fósiles y la destrucción de la vegetación natural, entre
otros, las principales causas de tal acumulación de gases. En la Argentina, la
emisión de dióxido de carbono per cápita (o huella de carbono) es de 5,71
toneladas al año, muy por debajo de los registros de un norteamericano (20
toneladas) o un inglés (11.81 toneladas). Aún así, el efecto colateral del
incremento de temperaturas igual afecta a nuestro país.
Como consecuencia del calentamiento global, se incrementan
las temperaturas medias sin que disminuyan las mínimas. Esto hace que aumente
la densidad de la atmósfera, al retener el calor. Y así, la atmósfera adquiere
una energía adicional que da mayor intensidad a los fenómenos climáticos.
PRONOSTICO
Así, en muy poco tiempo, las lluvias torrenciales, las
sequías, las olas de calor, los tornados y tormentas eléctricas han sido
algunos de los fenómenos naturales que más han afectado a los argentinos.
"Estamos en una época de tormentas y en la segunda zona
mundial donde más caen rayos. Es algo normal que llueva, haya rayos y haga
calor. Lo que sucede es que tenemos que mirar dos aspectos: los fenómenos
climáticos naturales que han aumentado en frecuencia por el cambio climático.
Pero, por otro lado, el resultado del desastre es más visible cuando hay más
población expuesta a estos fenómenos'', enfatizó Rusticucci.
Como ejemplo la especialista destacó que "acá mismo en
la Ciudad de Buenos Aires en las hileras de árboles se nota que algunos no
tienen la misma copa que los de al lado. Eso probablemente fue un rayo que cayó
y lo destruyó. Muchos no se dan cuenta de que cayó un rayo porque no lo ven
pero es algo normal''.
Y si la caída de rayos forma parte del panorama del verano,
el mar es uno de los principales puntos atrayentes para que la electricidad se
descargue. "Lo que sucedió en Villa Gesell con el rayo que mató a varias
personas que estaban en la playa es un claro ejemplo de donde no hay que estar
cuando hay tormentas eléctricas con nubes que crecen en forma de torre. Esto es
porque los rayos buscan el agua y las zonas aledañas'', subrayó Barrera.
Luego agregó que "por eso hay que evacuar las playas.
Por ejemplo en Miami al venir una tormenta eléctrica los guardavidas las
evacuan inmediatamente. El que se queda después tendrá problemas con la
justicia por una multa. Pero acá, como tienen la carpa puesta se quedan sin ser
conscientes de lo que les puede pasar. Lo que necesitamos es un cambio de idiosincrasia
y tener una cultura ante los fenómenos naturales''.
Y si ya las marcas baten récords en la Argentina por las
altas temperaturas alcanzadas durante este verano, no se puede dejar de pensar
cómo será el invierno ante la grave situación climática que vivieron países
como los Estados Unidos.
Según los especialistas la ola de frío del hemisferio norte
no necesariamente tiene que corresponderse con una ola de calor en el sur. Tan
sólo son manifestaciones de la mayor energía en las ondas planetarias.
Pero la pregunta persiste sobre: ¿cómo será nuestro
invierno?. "Lo que se podría esperar es una mayor variabilidad de las
temperaturas y de las precipitaciones y otras variables climáticas alrededor de
sus valores medios. Podemos tener una ola de frío en el invierno que sea más
fuerte o más persistente por debajo de un determinado valor y también olas de
calor como el veranito de San Juan. En el hemisferio sur, por lo general, las
amplitudes térmicas son menores a las del norte porque está compuesto por más
masa oceánica y esta es atemperadora. Por eso es que las zonas costeras no
tienen tanta variación como las zonas lejos del mar'', resaltó Barrera.
Los tornados también han sido noticia reciente. Según los
especialistas un fenómeno de estas características puede preverse sólo 20
minutos antes de su formación. Y es clave saber aprovechar ese tiempo para
alertar y prevenir a los habitantes.
Sin embargo, la Argentina no está preparada para una más
alta ocurrencia de tornados debido a que le falta mejorar los métodos de
detección y hacer más rápidos los alertas meteorológicos.
CAMBIOS
La solución a los cambios bruscos y feroces del clima consta
básicamente de cuatro elementos: conservación de bosques; eficiencia en el
transporte; energías limpias y mecanismos para capturar el carbono. Pero su
concreción es quizás el punto más difícil para comenzar a transformar la
situación ambiental.
Hoy, para lograr un menú de objetos a los que estamos
acostumbrado "hay que hacer un despilfarro enorme de energía, mantener una
cadena de frío desde el lugar de producción hasta la góndola, y transportar la
mercancía. No los veo a los gobiernos terminando con este despropósito de gasto
energético. Para frenar el calentamiento global hay que dejar de quemar
combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) cuyo resultado es emisión de
Dióxido de Carbono a la atmósfera, y no hay fuentes de energía alternativas
capaces de reemplazar totalmente a estos combustibles para sostener el
despilfarro energético actual. Habría que disminuir el consumo, pero nunca
escuché a un político decir esto; desde todo el espectro ideológico se promete
'crecer', esto es, aumentar el consumo'', subrayó Barrera, quien dirige un
proyecto de terrazas verdes, un alternativa para mitigar el caudal de las
inundaciones en las ciudades y contrarrestar los efectos negativos de los gases
de efecto invernadero.
Así, estos espacios con vegetación funcionan como aislante
acústico, las plantas favorecen el retorno de la naturaleza en las ciudades y
zonas industriales, por lo que ofrecen una biodiversidad elevada, y en el caso
de precipitaciones estos techos se comportan como esponjas que retienen el
agua, evitando inundaciones.
Y es que pese a que el cambio climático haya llegado para
quedarse, no significa que no se pueda mitigar sus efectos en la vida de los
argentinos. Sólo es cuestión de comenzar a concretar políticas en un futuro
cercano. Fuente: noticiasambientales.com.ar/
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