El mal de Chagas, la brucelosis y
el síndrome urémico hemolítico, son enfermedades infecciosas que afectan a las
poblaciones más aisladas del país. La falta de capacidades para la detección de
estas afecciones en comunidades alejadas de los centros de salud, empeora las
consecuencias de las enfermedades y complica su tratamiento. Sólo en el caso
del Chagas, se estima que la población expuesta supera las 7.000.000 de
personas. Ante esta problemática, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva financió el desarrollo de un prototipo de detección de
enfermedades infecciosas que permite realizar el diagnóstico en el lugar en
sólo quince minutos. El dispositivo, diseñado por investigadores del Instituto
Nacional de Tecnología Industrial (INTI), es portátil y fácil de manejar y
puede usarse tanto para el diagnóstico en humanos como en animales. Además será
de bajo costo para que pueda ser utilizado en hospitales o centros de atención
primaria de escasos recursos económicos. Según Carlos Moina, doctor en química
del INTI y director del proyecto “es muy
distinto tomar una muestra de sangre en algún paraje perdido en Santiago del
Estero y llevarlo a un centro de referencia en la provincia de Buenos Aires o
en Córdoba, a hacer esa misma determinación en el momento, en el lugar”. Fuente:
www.diariodecuyo.com.ar
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