Un nuevo estudio publicado en la revista de
acceso abierto y de revisión por pares Entropy. Un científico del Instituto de
Tecnología de Massachusetts (MIT) y su colega encontraron que, contrariamente a
las afirmaciones de la industria, el ingrediente activo del Roundup, el
glifosato, interfiere con la digestión humana y la biosíntesis de nutrientes,
lo que puede causar una serie de enfermedades fatales
La mayoría de las enfermedades crónicas que la sociedad
occidental padece en forma de plaga, de hecho, son las mismas consecuencias
residuales que pueden surgir debido a la exposición al Roundup. Este
impresionante hecho plantea algunas preguntas serias sobre la seguridad del
suministro de alimentos en general, muchas de los cuales se derivan de, o
contienen ingredientes procedentes de organismos genéticamente modificados (GM)
que se rocían con Roundup.
Para llegar a esta conclusión, el científico independiente y
consultor Anthony Samsel y el investigador del MIT Stephanie Seneff evaluaron
una gran cantidad de investigaciones científicas sobre el glifosato, incluyendo
los datos que muestran que la toxina altera el equilibrio microbiano en el
intestino; perjudica el transporte de sulfato y suprime la actividad normal de
varios miembros de la familia de las enzimas del citocromo P450 (CYP) , que son
utilizadas por el cuerpo para descomponer las toxinas y producir sangre. Y en
el proceso de su búsqueda, estas dos mentes inquisitivas determinaron que los
efectos negativos del glifosato en los mamíferos, lo que incluye a los seres
humanos, se han subestimado.
“La inhibición de las
enzimas del citocromo P450 (CYP) que causa el glifosato es un componente de su
toxicidad en los mamíferos que ha sido pasado por alto”, escriben los
autores en su resumen. “Los residuos se
encuentran en los principales alimentos de la dieta occidental, compuesta
principalmente de azúcar, maíz, soja y trigo. Las consecuencias se traducen en
la mayoría de las enfermedades y condiciones asociadas con una dieta
occidental, incluidos los trastornos gastrointestinales, obesidad, diabetes,
enfermedad del corazón, depresión, autismo, infertilidad, cáncer y la
enfermedad de Alzheimer “.
La exposición al Roundup vinculada a los trastornos
cerebrales, problemas reproductivos y al cáncer.
El descubrimiento de que el glifosato inhibe directamente la
actividad de la enzima CYP es digno de mención, ya que esta clase de enzimas
son responsables de la regulación del metabolismo. Cuando las enzimas CYP se
bloquean dejan de funcionar como se espera, pudiendo llegar a una condición
conocida como disbiosis intestinal, que a su vez puede conducir a la enfermedad
inflamatoria del intestino y a otros trastornos gastrointestinales crónicos.
Dichos trastornos, como usted ya sabe, a menudo están vinculados a los
trastornos del espectro autista y otras condiciones cerebrales.
Más allá de esto, también se ha demostrado que el glifosato
interfiere directamente con la función reproductiva. Como un conocido quelante,
se ha demostrado que la pulverización del Roundup sobre los cultivos puede no
sólo agotar los nutrientes de los mismos, sino también bloquear su absorción desde
el suelo. Cuando se ingiere, el glifosato y sus residuos pueden causar un daño
similar en los seres humanos, ya que agota y disminuye la biodisponibilidad de
importantes nutrientes reproductivos como el sulfato de colesterol y el zinc.
Además se ha demostrado que el glifosato atraviesa la barrera placentaria y
daña el desarrollo de la vida humana en el vientre de las madres.
“Contrariamente a la
idea errónea de la corriente generalizada de que el glifosato es relativamente
inofensivo para los seres humanos, la evidencia disponible muestra que el
glifosato puede más bien ser el factor más importante en el desarrollo de
varias enfermedades y condiciones que se han convertido en cronicas en las
sociedades occidentalizadas”, explican la autores en su discusión.
“Mientras que el
glifosato no es, obviamente, la única toxina ambiental que puede contribuir en
estas enfermedades y condiciones, la capacidad del glifosato para alterar a las
bacterias del intestino, menoscabando el transporte de suero del sulfato y fosfato,
y para interferir con las enzimas CYP, por lógica progresa hasta llegar a esta
multitud de diferentes estados de enfermedad a través de procesos biológicos bien
establecidos “. Fuente: EcoPortal.net
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