La película Haz lo correcto, de
Spike Lee, relata el origen y desarrollo de un estallido de violencia social en
un barrio multiétnico de Nueva York. Además de la desconfianza y del mutuo
disgusto entre los distintos grupos humanos que allí conviven, el director
marca un factor que, enseguida, se revela irritante y opresivo: el calor. Es un
día sofocante en la ciudad, y esa circunstancia se vuelve protagonista. Como si
los hechos que cuenta la película no fueran posibles sin el agobiante clima que
les da marco.
Muchos años después, nos
encontramos ante un conflicto mayor, que muestra al clima como un factor
importante en su evolución: Siria.
En 2006, cinco años antes de que
estallaran los incidentes que derivaron en la guerra interna que aún hoy
continúa, una tremenda sequía dejó decenas de miles de pobres y estableció un
malestar social irreversible.
¿Es posible que un verano tórrido
predisponga los ánimos para la violencia, como en la película de Spike Lee?
¿Está vinculada esa sequía con esta guerra en Siria?
Una serie de estudios que
analizan el cambio climático y los conflictos humanos han dado pistas en los
últimos años sobre la verosimilitud de esa relación.
La revista Science publicó el
viernes el más reciente y quizá más completo de ellos, realizado por un equipo
dirigido por Solomon Hsiang, de la Universidad de Berkeley. Los científicos
autores de la investigación analizaron lo que consideraron los estudios más
serios y rigurosos en la materia.
Según la versión que replicó
Mother Jones (MJ), la conclusión de Hsiang es que existe una “fuerte evidencia
causal” que vincula clima y conflictos humanos a lo largo del tiempo y en
diferentes regiones del mundo. “No es
determinante; ni siquiera es el más importante, pero influye”, explica el
jefe del equipo de investigadores.
Así, en lugares y momentos en los
que se registran temperaturas excepcionalmente altas o lluvias extremadamente
abundantes, la posibilidad de violencia interpersonal aumenta cuatro por
ciento; mientras que la frecuencia de enfrentamiento entre distintos grupos
puede ascender del 14 por ciento al 50 por ciento.
Los científicos concluyen que si
se mantiene el nivel de calentamiento global de las últimas décadas cabe
esperar más conflictos.
En términos prácticos, y a modo
de ejemplo, en Estados Unidos el aumento de la frecuencia de incidentes
violentos interpersonales (se incluye todo tipo de violencia) se traduciría en
56 mil crímenes más por año (en la actualidad se producen un promedio de
1.400.000 crímenes anuales, según el FBI).
En cuanto a los conflictos
colectivos, los efectos del cambio climático se multiplican cuando impactan
negativamente en la producción agropecuaria. En estos últimos casos aumenta el
peligro de guerras.
Entre los casos concretos que
tomaron como referencia figuran la guerra civil en Somalía, ocupaciones de
haciendas en Brasil, violencia doméstica en Australia y enfrentamientos étnicos
en India, entre otros muchos.
Un círculo vicioso. Tan serio
parece el problema, que los científicos advierten que hay que estar preparados
para más conflictos violentos. No sólo eso, sino que esos mismos conflictos
(nada menos ecológico que una guerra) derivan inevitablemente en más daño
ambiental. Causas y consecuencias se encadenan en un círculo vicioso.
El estudio apunta no a episodios
aislados de temperaturas excepcionalmente altas, o inundaciones y sequías
esporádicas, sino a períodos en los que estos fenómenos se vuelven crónicos o
muy habituales. Un aspecto que debe ser estudiado con particular urgencia es
qué rango de temperaturas elevadas es el que lleva al conflicto.
“En el caso de Siria, es fácil trazar una línea que va de períodos de
calor y sequía a los incidentes que derivaron en la guerra interna de hoy. Pero
eso no alcanza a explicar por qué una protesta es peor un día de calor
excesivo, o por qué se producen más asesinatos durante una década calurosa”.
En otras palabras, se sabe que el fenómeno existe, pero no cuáles son las
razones últimas por las que la temperatura puede derivar en violencia. Fuente: lavoz.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario