Un nuevo
estudio ofrece evidencia de que el lago Vostok, en la Antártica, alberga
ecosistemas únicos en su interior.
A pesar de estar enterrado bajo
3,7 kilómetros de hielo durante los últimos 15 millones de años, el lago
subglacial más grande descubierto hasta el momento (y el séptimo en volumen en
todo el planeta) no es estéril y carente de vida como se pensaba, sino que la
combinación de temperaturas frías, el calor de los respiraderos hidrotermales,
la presión extrema, nutrientes limitados y oscuridad total sólo habrían hecho
más difíciles las condiciones para la vida, pero no la habrían impedido.
Hace pocos meses, científicos
rusos afirmaron que el lago contiene organismos no identificados previamente.
El hallazgo fue desestimado más tarde, pues las muestras estaban contaminadas,
pero una nueva investigación realizada por biólogos de la Bowling Green State
University encontró nueva evidencia de que el lago está, de hecho, lleno de
vida. Usando muestras de hielo similares a las del equipo ruso, el biólogo
Scott Rogers aplicó técnicas de esterilización que impiden la contaminación.
Una vez analizadas estas muestras, descubrieron que los rusos habían estado en
lo correcto en una cosa: el lago Vostok parece contener una compleja red de
organismos que evolucionaron que habitar este tipo particular de escenario.
El equipo de Rogers encontró
3.507 secuencias genéticas únicas en el lago congelado. Fueron capaces de
identificar géneros y/o especies para 1.623 de las secuencias. De estas, el 94%
se relacionaba con bacterias, con el restante 6% perteneciendo a organismos
unicelulares más complejos, en su mayoría eucariotas. Incluso dos secuencias de
ADN se relacionaron con arqueas unicelulares. Los científicos identificaron
miles de bacterias, incluyendo algunas que son típicas del sistema digestivo de
peces, crustáceos y gusanos, lo que sugiere (pero no prueba) que pueden existir
peces y otros organismos complejos en el lago. Las secuencias descubiertas
apuntan a varios tipos de hongos, artrópodos, colémbolos, pulgas de agua y
moluscos. También se confirmó la presencia de psicrófilos, microbios que gustan
del frío extremo, y termófilos, microbios que prosperan en agua caliente, lo
que indica la presencia de fuentes hidrotermales profundas en el lago. Fuente: www.veoverde.com/
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