Los pobladores de la Amazonía aún recuerdan que
Texaco abrió unas fosas y las llenó con petroleó. Eran excavaciones sin ningún
tipo de recubrimiento o material que impidiera que filtrara el crudo. Esta
práctica no era aprobada ni realizada en ninguna parte del mundo pero ellos lo
hicieron en la Amazonía y no por desconocimiento sino para ahorrarse dinero,
porque pensaron que allí nadie protestaría.
DAÑO AMBIENTAL
Afectación al ecosistema
26 años duró la concesión de Chevron (1964 y 1990) en la
Amazonía ecuatoriana. Ese período estuvo marcado por las malas prácticas
extractivistas que afectaron al entorno, a las personas, a las especies;
alteraron tanto el ambiente que hasta desplazaron a poblaciones indígenas de
sus territorios ancestrales.
“Hemos vivido de la
cacería y de la pesca y el ambiente fue saludable. Luego del año 70 en
adelante, cambió”, Celestino Piaguaje, de la nacionalidad Secoya, vecino de
la estación Aguarico.
Los pobladores de la Amazonía aún recuerdan que Texaco abrió
unas fosas y las llenó con petroleó. Eran excavaciones sin ningún tipo de
recubrimiento o material que impidiera que filtrara el crudo. Esta práctica no
era aprobada ni realizada en ninguna parte del mundo pero ellos lo hicieron en
la Amazonía y no por desconocimiento sino para ahorrarse dinero, porque
pensaron que allí nadie protestaría. A la gente de la zona les dijeron que no
pasaba nada, que el petróleo no migraba, pero en la práctica no fue así, hasta
la fecha el combustible llega a los esteros y ríos, eso porque las fosas se
abrieron metros arriba de los afluentes para que, justamente por ahí evacuaran.
“Se vía que metían
máquinas y máquinas y hacían huecos”, cuenta Celestino. Hicieron tantas
fosas que no se sabe el número exacto. La Corte de Sucumbíos señaló 356 pozos,
con sus respectivas piscinas, lo que alcanza unas 820 fosas, aunque los
pobladores a diario siguen hallando más; unas que fueron escondidas y de las
cuales ahora vierten petróleo.
El engaño fue grande. Chevron dijo que limpiaría las
piscinas que sacaría el petróleo y dejaría el ambiente sano; mintió. Solo
intervino en 157, para eso contrató a una empresa.
El daño causado por la petrolera es inmenso pero se vuelve
monstruoso cuando se sabe que actuó, no por desconocimiento ni falta de
tecnología, sino que lo hizo premeditada e insistentemente. Lo hizo apropósito
porque quería ahorrarse dinero y su daño es el más grande del mundo relacionado
a petróleo. No ha sido superado por el del Golfo de México (2009) tomando en
cuenta que este fue un accidente y no una práctica común como en el caso de la
Chevron-Texaco.
Además, arrojó el agua tóxica que sale de la extracción del
petróleo, una de las principales sustancia causante del cáncer. Hay más de
80.000 análisis que reflejan la existencia de productos tóxicos en el suelo y
en el agua por esta razón. (ANEXO 3). Rodrigo Pérez Pallares, representante
legal de Texaco, admitió públicamente que vertieron 15.834 millones de galones
(c/g 4 litros) de este líquido entre 1972 y 1990. (El 19% de habitantes de la
Amazonía usan el agua de ríos y acequias, en comparación a un 5,7% de las demás
regiones del país).
Asimismo, arrojaban el crudo en la carretera para evitar el
polvo cuando circulaban sus camiones, esto afectó a los moradores. La mayoría
de ellos no usaba zapatos. “No había
forma de sacarse el petróleo, trabajadores de Texaco nos regalaban un
combustible fuertísimo para lavarnos. Luego, la piel se partía, salían llagas y
sangraba”, señaló Nelson Maldonado, quien vive en Orellana. .
La contaminación también llegó por el aire. La Chevron
instaló mecheros que sirven para eliminar el gas que sale del petróleo, para
eliminarlo debe quemarse pero los mecheros no funcionaban al 100% y el gas se
esparcía por la zona. “Los olores eran
insoportables. En las noches cuando uno ya cerraba las puertas se quedaba en
los cuartos, daban ganas de vomitar, dolía la cabeza, la garganta”, relata
Hugo Ureña, de Orellana. Lo más complicado era cuando llovía el hollín caí en
el agua lluvia que las personas recogían como esperanza de tener un líquido
limpio. “Guardábamos agua lluvia porque la de los ríos estaba dañada pero
cuando caí el hollín esta se ensuciaba y no servía de nada”.
SALUD
Nelson Alvarado sostiene entre sus manos un certificado
médico del Hospital Eugenio Espejo. Él resalta lo que se lee en la hoja
arrugada: cáncer al estómago. Eso es lo que le quedó de su madre, Rosario
Román; quien murió hace un año y seis meses por esta afectación.
Él, no entiende que este resultado es parte de las
estadísticas que demuestran que quienes viven en la provincia de Orellana, al
igual que en la de Sucumbíos tienen tres veces más cáncer que el resto del país
y la cifra es mayor si se compara con la misma zona que no ha sido expuesta a
la contaminación. En ese caso el indicador es 6 a 1 (6).
Nelson no sabe esta comparación pero entiende bien que así
es, lo comprende cuando cuenta que sus vecinos también han muerto por cáncer y
que otros, incluso él mismo tiene problemas de salud relacionados con la
contaminación. .
Él vive en la Parroquia Taracao, Provincia de Orellana, a
unos metros del pozo Auca 3, que fue operado por Texaco. “Ahora ya no se ve la contaminación pero hasta antes se veía el
petróleo. Además, el hollín que salía de los mecheros también nos afectaba”,
cuenta Nelson.
Según el Registro Nacional de Tumores existe un incremento
progresivo de casos de cáncer de los residentes de las provincias de Orellana y
Sucumbíos. Según la localización del cáncer y el período de diagnóstico, en las
dos provincias, se registra mayor incidencia de cáncer de estómago, sistema
hematopoyético y retículo endotelial, cuello uterino, piel y ganglios
linfáticos.
Eso también lo conoce Nelson, su esposa sufre de infecciones
de vías urinarias continuamente, una vecina suya fue operada hace un año de un
cáncer que le afectaba el útero. Él teme que su esposa también sea afectada por
algo así.
Justo donde ahora está su casa, una construcción de madera y
bloque, ocurrieron dos grandes derrames de petróleo. El residuo de petróleo aún
se encuentra justo debajo de su casa. Cuando Nelson abre un hoyo de unos 15 cm
de profundidad lo halla, sabe que el hidrocarburo o sus residuos se han
filtrado de tal manera que aún siguen saliendo en el agua que saca con una
bomba.
Nelson también ha escuchado de los casos de leucemia que
afectan, principalmente a los niños. La incidencia es 3 a uno en comparación al
resto del país, en niños de entre 0 y 4 años.(7)
CONSECUENCIAS SOCIALES Y CULTURALES.
“Cambió totalmente la
vida, lo que nos obligó a buscar otra forma de subsistir porque ya no había
cacería ni pesca”, Celestino Piaguaje. Grupos étnicos que históricamente
vivieron en la zona debieron abandonar sus territorios. Son 5 las
nacionalidades indígenas.
La actividad petrolera afecta las bases de la subsistencia
campesina e indígena. El 94% de la población de la zona, encuestada; ha sufrido
pérdidas de animales. Cada familia reporta un promedio de 8 vacas, 5 cerdos, 2
caballos, 43 gallinas. de Amazonía ecuatoriana que están afectadas y 6 áreas
protegidas que no están exentas de estas actividades.
También afectó a los cultivos. La media es de 2.6 hectáreas
dañadas por cada familia (de 4 que poseen).
PROCESO JURIDICO
a. Proceso en Cortes Norteamericanas.-
Con el solo objetivo de lograr la reparación de los daños
causados por las operaciones de Texaco (Chevron), el 3 de noviembre de 1993, se
planteó una demanda, ante una Corte Federal del Estado de Nueva York, de los
Estados Unidos, bajo la figura de acción de clase.
En ese entonces, y con el fin de evitar el proceso judicial,
Chevron, adoptó dos líneas fuertes en su defensa. a) Impedir que el proceso
judicial prospere.- Para conseguir este objetivo firmó un contrato de
remediación ambiental con el Estado ecuatoriano, y posteriormente, realizó
acciones de supuesta limpieza en una parte del daño causado; finalmente el
Estado, liberó a Texaco de toda responsabilidad. b) Pedir que el juicio sea
trasladado a las Cortes ecuatorianas.-Según la teoría de Chevron, el sistema
judicial ecuatoriano era perfecto para procesar éste litigio. Luego de nueve
años de batalla jurídica, se impuso la segunda línea de Chevron. Los jueces
Federales del Estado de New York, el 16 de agosto del 2002, ordenaron que el
juicio se traslade y sea procesado ante las Cortes Ecuatorianas, tal como
Chevron lo pidió. (ver anexo …)
b. Proceso Judicial en Ecuador.
El 7 de mayo del 2003, los mismos afectados que habían
comparecido ante los jueces de Nueva York comparecieron ante los jueces de la
Corte de Justicia de Sucumbíos, con su demanda, (ver anexo DEMANDA…), en la
cual solicitaron que la petrolera pague el costo de reparación de los daños
ambientales, causados por las Operaciones de Chevron.
Luego de ocho años de batalla judicial, Los jueces de la
Corte provincial de Justicia de Sucumbíos, determinaron que Chevron es
responsable del grave daño ambiental, cultural, social y humano causado por sus
operaciones en la Amazonía Ecuatoriana. En consecuencia, Chevron fue condenada
a pagar más de 18.000 millones de dólares para reparar parte de los daños
existentes en la selva Amazónica.
Para llegar a ésta conclusión, los jueces analizaron
detalladamente, la enorme cantidad de prueba científica y social resumida en
más de 200.000 páginas de información que se acumuló por ocho años en el
litigio. Parte de esa información consiste en la recepción de más de 40
testimonios de personas afectadas por las operaciones de Texaco, se
incorporaron 106 informes periciales, 60 de los cuales fueron pagados totalmente
por la petrolera Chevron, se produjeron más de 80.000 resultados químicos de
las muestras tomadas en el suelo, aguas o sedimentos, se entregaron a los
jueces varios estudios de salud, elaborados en forma independiente por expertos
extranjeros. El juez inspeccionó y verificó directamente los daños causados en
54 sitios operados por la petrolera. En conclusión, la prueba científica
existente en el juicio es abrumadora; la mayor parte de ella fue producida por
la misma petrolera Chevron; esa prueba es la base científica de la sentencia
que emitieron los Jueces de la Corte provincial de Justicia de Sucumbíos.
c. Estrategia de Chevron.-
La estrategia de Chevron para defenderse de las acusaciones
ha sido evolutiva y con distintas orientaciones.
En primer lugar intentaron demostrar su inocencia ante
nuestras acusaciones, sacaron a relucir argumentos, como: el Petróleo es un
producto inocuo que no causa efectos negativos en la salud de las personas. La
empresa utilizó la mejor tecnología existente en esos años. En el período de
operación de Texaco, no existían normas o leyes que protejan el ambiente en el
país; la empresa actuó de acuerdo al marco jurídico existente en el Ecuador, el
Estado liberó a Texaco de toda responsabilidad, Texaco remedió la parte que le
correspondía; existía un consorcio, por lo tanto según Chevron, los dos socios
son responsables del daño causado. Todos esos argumentos de defensa, fueron
desvirtuados por los demandantes dentro del proceso.
Una vez que la petrolera se dio cuenta, que sus argumentos
se habían caído y que la prueba en su contra era poderosa, optó por fortalecer
su presión política en contra del Estado ecuatoriano con el fin de obligar al
Gobierno de la República del Ecuador a entrometerse en un litigio que es entre
particulares. Para procurar lograr su objetivo ha realizado algunas cosas,
entre ellas:
Lobby.- En
éste contexto, intensificó su lobby en los Estados Unidos (9).
Procesos arbitrales.- Chevron hasta la actualidad ha
planteado tres arbitrajes internacionales. Hasta la actualidad ha tenido éxito
en uno de ellos, donde obtuvo un laudo favorable por 96 millones de dólares. El
tercer laudo aún está en proceso; de hecho, las actuaciones de los árbitros
están deslegitimando la figura del arbitraje, tanto así que están poniendo en
riesgo los negocios de otras empresas y los Estados al sentar un precedente
unilateral e injusto. , la tarea de los lobistas siempre fue, lograr convencer
a los Senadores y al Gobierno Norteamericano para que no se celebren mas
acuerdos comerciales con el Ecuador, por la existencia de éste juicio.
Presión Política.- Hay
documentos en los cuales se evidencia la forma como Chevron mantuvo siempre
fuerte influencia con distintas autoridades del Gobierno ecuatoriano; pero cuándo
éstas tomaron distancia de la petrolera, y dejaron que los jueces actúen de
forma independiente; Chevron arremetió con su campaña para desprestigiar al
Gobierno, hacer presión política sobre los jueces. Para esto usó los servicios
de la Embajada Norteamericana en Quito.
Ataque al sistema judicial ecuatoriano.- Desde el 2008 hacia
acá, Chevron ha intensificado su campaña internacional en contra del sistema
judicial ecuatoriano, le teoría de Chevron es convencer a la opinión pública
que la justicia en el Ecuador no sire para nada y por lo tanto ninguna
sentencia que salga de las Cortes ecuatorianas, debe ser ejecutada en el
exterior. Adicionalmente, Chevron pretendió que un Juez de Nueva York, emita
una resolución descalificando al sistema judicial de Ecuador.
Ataque al equipo jurídico y técnico de los demandantes.- La
última fase de la estrategia de Chevron ha estado orientada a tratar de
descalificar y de ser posible sacar de la defensa de los demandantes al equipo
legal, dirigentes principales y expertos que conocen el tema.
Conclusiones.- Sea por defectos en la defensa de Chevron o porque la
realidad es tan obvia, la petrolera ha sido condenada a pagar más de 18.000
millones de dólares en el sistema judicial escogido por al misma empresa.
Actualmente, hace todo lo posible para evitar pagar la sanción; cosa que es muy
difícil para Chevron ya que es enormemente vulnerable en distintas partes del
mundo; donde tiene considerables activos y existen jueces que van a aplicar la
Ley como corresponde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario