Libertad, autonomía, desmonte, territorio, justicia, verdad,
memoria, lucha, dignidad, desalojos, soja, minería, petroleras, forestales,
represión, muertes, criminalización, reparación histórica, salud, educación,
agua, entre otras cosas, son las que se hablaron y expusieron en la Cumbre
Nacional de pueblos y organizaciones indígenas, realizada en Formosa, el pasado
3 de junio, hasta el 6 del mismo mes.
Israel Alegre, nos cuenta: pertenezco al barrio Namqom, la
comunidad es periurbano, el terreno que tenemos no alcanza para desarrollar
nuestra cultura. Tenemos más de 750 familias, hasta ahora el gobierno no
soluciona el problema de tierra, y todo esto que está pasando en mi comunidad,
está pasando en toda la provincia, además el gobierno no reconoce al cuarto
pueblo Nivakle, los otros tres somos los Qom, Wichí y Pilaga.
La expectativa que nosotros tenemos es plantear toda esta
situación, la demanda principal es el territorio.
Por su parte Felix Díaz comenta: tenemos muchas expectativas
del impacto, para mostrar que estamos decididos de seguir la lucha.
La situación en la comunidad sigue lo mismo, los problemas
siguen, el doble comando no se ha cambiado nada.
Se legitimó la confrontación interna, por los mismos
estados, nos dieron una personaría jurídica nacional, y la provincia sigue
manejandose a través de Cristino Sanabria, eso es una jugada para dilatar, y
seguir la confrontación interna.
Carlos Méndez es Wichí, de Teniente Fraga, del lugar que
actualmente se llama Formosa y nos dice: siempre estamos luchando por la
comunidad, por la falta de agua, de vivienda.
Es la primera vez que participo, agrega
Sobre la coyuntura
El que pregona la paz en el mundo, es el que produce más
guerra, este es Estados Unidos.
Los que hablan de reducir el hambre, son los mismos que van
monopolizando las comidas.
Los que hablan de golpe, de golpismo, de golpistas, son los
homogeneizadores de la información, golpista en la percepción múltiple, y pasa
lo mismo con la democracia, es decir que estos defensores son los grandes
tutores, de los gobiernos oficialistas, los cuales con su lógica federal, se
legitiman, para seguir su extractivismo, que deviene en desalojos de las comunidades
que viven en esos territorios.
Pero entonces ¿Qué es la libertad? ¿Qué es la democracia?
¿Qué es la verdad? ¿Qué es la memoria? ¿Qué es la justicia? Según la percepción
de aquellos, ni cerca andamos nosotros.
La coyuntura
¿La mediatización de la información, da existencia al hecho real de lo
que sucede?, y lo que sucede si no se convierte en un hecho mediatizado ¿es
inexistente?
El binomio existente, es un veneno, sirve tanto, para curar
como para matar según sean las conveniencias. Hago referencia a esto que sucede
en nuestras geografías, desde el sur al norte, del oeste al este, llamada
recientemente Argentina. El binomio, antes, ha sido la unidimensionalidad, es
decir que la verdad, el bien, la belleza, la política, la religión, la moral,
la ética, la justicia, eran los arquetipos eternos; la verdad una, la belleza
una, la política una, la religión una, la moral una, la ética una, la justicia
una. Pero como la cultura se reinventa, a la existencia le pasa lo mismo, ya
que la existencia es la que reinventa la cultura y ésta a la existencia, por lo
tanto lo unidimensional se ha reinventado en binomio.
El binomio está dividido exactamente, pesa lo mismo una
parte como la otra. Casi no hay diferencia en ambas partes, aunque ellas se
empecinen en mostrarse desigual a su otra mitad. En la historia que asistimos,
una parte dice que estamos mejor en la calidad de vida, en la democracia, en la
libertad, la otra por el contrario, anuncia que no hay democracia, menos aún
libertad, de la calidad de vida no habla o habla poco, algo resuelto deben
tener.
En las agendas políticas ambas partes quieren ser el cauce,
una parte se muestra benefactora de los hechos e injusticias, la otra infla el
hecho de injusticia, echándole la culpa a la primera. En lo benefactor la
primera capitaliza los hechos, mostrándose con su pechera, “aquí estamos
ayudando” (¿acaso no es la obligación de asistir?), la otra parte, capitaliza
la injusticia que sirve para acusar a la primera que no responde como tendría
que responder. Entonces, la capitalización de los hechos ambas partes la
realizan. ¿En que si diferencian?, en que una, la primera quiere dibujar lo que
hace bien, y la segunda dibuja sobre el mismo dibujo los complejos trazos del
bien, y así ambas partes se disputan lo que es la mediatización de lo real.
¿Entonces qué función cumple lo existente-real, fuera de la
mediatización? ¿Existe lo que no se informa como real?
Tal vez la superficialidad de la vida, nos ha llevado a lo
superficial de la existencia como real. Porque nos convencemos de ese binomio,
o el binomio mismo nos convence que no hay otros hechos existentes reales, que
solamente hay dos partes, una parte por aquí y otra parte por allá; y lo que
ocurre aquí abajo donde crecen los yuyos, donde cantan los zapos y los grillos,
donde las hormigas jalonan los diarios trabajos, ¿es inexistente porque no se a
mediatizado?
Y la niña que no ha muerto por desnutrición, porque no ha
nacido desnutrida, aunque su cuerpito este aquí, inexistente, ¿es real su
existencia? Y tendría que decir No, no existe, porque es una no nata, una no
muerta.
Mientras la mediatización siga manejando el cauce de la
existencia como real, seguiremos siendo números: dos, cinco, ocho, uno, siete;
números inexistentes, porque no hay una tercera parte en el binomio, menos aun
una cuarta, son ellos quienes rigen las agendas políticas, rigiendo lo
existente-real, lo inexistente- no real.
Todo lo que quieran que seamos seremos, de acuerdo a su
percepción pseudo- democrática, con sus medios de información.
Pero la situación es clara: en Formosa se instaura un
feudalismo federal, es decir que en las provincias de los gobiernos
progresistas se profundiza el desarrollismo colonial, instaurado a nivel
nación, que los medios oficialistas salen a pegar, porque no tenemos el color
de ellos, y que los otros nos dejan en primera plana, para pegarles a los
primeros, es decir a ellos.
Por esta parte, reconociéndonos andamos. Es presagio el
árbol, que hoy es semilla, habrá que regarlo con palabras y hechos para que
mañana cobije y de sombra a los que todavía no han llegado.
Pablo Gramajo
Sachaperiodista
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