Monsanto se ha ganado la dudosa reputación de
ser una de las empresas más odiadas del mundo. Sus estentóreas declaraciones de
que alimenta al mundo y ayuda al medio ambiente han quedado en una mera farsa.
Sus cultivos transgénicos no han aumentado los rendimientos,
a pesar de sus afirmaciones en sentido contrario. Lo cierto es que: 1) ha
favorecido los monocultivos y la Agricultura Industrializada, 2) asfixia la
agricultura sostenible no transgénica, 3) acaba con los insectos beneficiosos y
los hábitats acuáticos con las toxinas Bt, 4) ha provocado la aparición de las
supermalezas, 5) ha aumento la utilización de herbicidas químicos, sobre todo
de Roundup, y 6) está llevando a cabo un experimento a gran escala con los
alimentos modificados genéticamente.
Su único objetivo son las ganancias por encima de todo, y lo
hace utilizando Gobiernos e inscribiendo patentes sobre la vida. Monsanto se ha
infiltrado en las Agencias gubernamentales por medio de las personas que tenía
anteriormente empleadas, de modo que pueden utilizar el poder para alcanzar una
posición más dominante en los mercados. Ha firmado recientemente el Tratado de
Asociación Transpacífica (TPP), lo que es prueba de que puede lograr mayor
ventaja.
Ningún otro país del mundo está más controlado por Monsanto
que Estados Unidos. Ha encontrado un terreno fácil para acabar con derechos
civiles y proceder a construir una Corporatocracia más perfecta. La agricultura
es el terreno más recientemente conquistado por este gigante de los
transgénicos.
La fabricación de productos químicos por parte de Monsanto
tiene una larga trayectoria, sobre todo en Vietnam, donde se utilizó el Agente
Naranja para diezmar vastas extensiones de la selva tropical, envenenando a
numerosos civiles y soldados vietnamitas, incluso estadounidenses. El popular
herbicida 2-4, D que se utiliza hoy en día es un ingrediente del Agente
Naranja.
Pero el papel de Monsanto como proveedor de productos
químicos mortales para uso militar está aún más arraigado. Durante al menos 20
años ha suministrado fósforo blanco al Gobierno de Estados Unidos para la
fabricación de armas incendiarias. Es más, parte de este fósforo blanco se
utilizó en la invasión israelí de Gaza a finales de 2008, en la operación
conocida como Plomo Fundido, aunque habría que hablar de la Masacre de Gaza.
Israel negó el uso de fósforo blanco en un primer momento,
pero admitió finalmente que lo utilizó en Gaza al ser presionado por los medios
de comunicación. Dijeron que lo habían utilizado para oscurecer o iluminar,
pero incluso este uso está prohibido en las zonas civiles en virtud de la
Convención de Ginebra. De acuerdo con Sputnik News, en 2009 el Departamento de
Estado de Estados Unidos confirmó el envió de armas con fósforo blanco desde su
planta de Arkansas a Israel para su empleo en la invasión de Gaza.
La conexión de Monsanto con los crímenes de guerra de
Israel, y otros usos del fósforo blanco, fueron destapados cuando el Current
Events Inquiry descubrió varios documentos en el sitio web US Federal Business
Opportunities (FBO), encontrando que la Empresa Agroindustrial proporcionó
180.000 libras de fósforo blanco para la fabricación de proyectiles para el
arsenal Pine Bluff de Arkansas.
“Sólo hay una fuente
de fabricación en Estados Unidos en la actualidad, Monsanto. Para la producción
del fósforo blanco se requiere de una determinada tecnología y de
conocimientos. Estas tecnologías y habilidades están protegidas por la NTIB
(Tecnología Nacional y Base Industrial), un término reservado para aquellas
“personas y organizaciones que se dedican a la investigación, desarrollo,
producción, integración de servicios y actividades de tecnología llevadas a
cabo en Estados Unidos y Canadá) en caso de emergencia nacional […] El
mantenimiento de estas habilidades dentro de la NTIB es esencial para que la
capacidad de producción del fósforo blanco siga preservada. Sin esta
restricción de la NTIB existiría el riesgo de que la capacidad nacional de
producir fósforo blanco se perdiese […] Con un solo productor de fósforo blanco
protegido por la NTIB (Monsanto), el apoyo del Gobierno para mantener esta
capacidad es de vital importancia, ya que reduce el riesgo para los
combatientes en guerra en tiempos de emergencia nacional, así como evitar una
dependencia potencialmente peligrosa de una fuente externa”.
El Gobierno promueve el fósforo blanco a través de un
contratista externo, ICL Perfomance Products, que es subsidiaria de Israel
Chemicals, Ltd. Antes de utilizar fósforo blanco en la masacre de Gaza,
violando la Convención de Ginebra, Israel ya lo había utilizado militarmente en
el Líbano en 2006. Estados Unidos lo utilizó en las municiones durante la
batalla de Faluya, Irak, en 2004.
Sputnik News describe los efectos del fósforo blanco cuando
la gente está lo suficientemente cerca para sentir sus efectos, como ocurre en
las zonas civiles densamente pobladas, caso de Gaza.
“El fósforo blanco no
sólo mutila, sino que puede matar. Se enciende en contacto con la piel y
produce quemaduras, persistiendo hasta que se acaba el combustible o se agota
el oxígeno. Si se inhala o se ingiere, puede causar graves daños en las mucosas
con las que entra en contacto.
Al ser absorbido por
la piel significa que una quemadura que afecte al 10% puede causar daños en los
órganos internos, tales como el corazón, el hígado o los riñones, pudiendo ser
fatal. Incluso después de la curación por una exposición a fósforo blanco, las
víctimas pueden sufrir durante muchos tiempo problemas de salud, incluyendo
defectos de nacimiento y daños neurológicos”.
La fabricación de productos químicos siempre ha
sido un negocio muy lucrativo para Monsanto, especialmente cuando se trata de
suministros militares, desde el Agente Naranja en Vietnam al fósforo blanco en
la actualidad ¡Quién sabe qué otras cosas se hacen causando muerte y
destrucción! Fuente: periodismo-alternativo.com
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