Inglaterra, Francia y Suecia están retirando el
Wi-Fi libre de sus ciudades. “Se está haciendo en escuelas, museos, bibliotecas
y lugares públicos.
La tecnología inalámbrica no está revisada por sanidad ni
por ningún organismo que nos pueda decir qué potencia emite”, explicó el
abogado Agustín Bocos. El fundador de Juristas Contra el Ruido y profesor de
máster en Derecho Ambiental contó que existe un informe de acceso público,
Bioiniciative, que resume más de 2.000 estudios internacionales, donde se vincula
la exposición prolongada a radiaciones electromagnéticas de Wi-Fi con tumores.
“La Organización
Mundial de la Salud ha clasificado oficialmente este tipo de radiaciones como
posible cancerígeno“, recordó Bocos, uno de los pocos abogados
especializados en contaminación electromagnética en España. Bocos también
señaló que la contaminación electromagnética se está incrementando a pasos
agigantados en muy poco tiempo.
“No
sabemos qué va a pasar, probablemente lo sepamos cuando las consecuencias sean
irreversibles. La propia Unión Europea está instando a los estados a que
reduzcan los niveles. Hoy se estipula que por encima de 0,1 hay peligro de daño
sobre la salud“, señaló el abogado. Ecoportal.net
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