Monsanto es una empresa transnacional de
semillas (de la que es accionista la familia Rockefeller) que quiere germinar los cultivos del mundo
con su marca. No conforme con contaminar la mayoría de los campos de siembra de soja estadounidense con cepas transgénicas,
ahora quiere hacer patria en diferentes territorios agrícolas del mundo.
En Hungría está prohibido el ingreso y
comercialización de semillas OMG (Trangénicas de Monsanto) y es responsabilidad de los propios
comerciantes vigilar que sus semillas no estén contaminadas. Por ello cuando se
encuentran plantas contagiadas se debe destruir todo el campo.
Los agricultores Húngaros al notar que
semillas trangénicas fueron mezcladas
con las normales sin su consentimiento, decidieron quemar mil hectáreas de plantas de maíz de semillas
transgénicas Monsanto.
Por suerte, con esta acción se evitó la
contaminación otros cultivos. Al menos, así lo declaró el secretario de estado adjunto del
Ministerio del Desarrollo Rural, Bognar Lajos.
Ya es conocida, en el mundo de la agricultura,
la estrategia que tiene la corporación Monsanto, de contaminar sus semillas
modificadas con las normales, y así cobrar las patentes correspondientes. Por
ello se ha prohibido la entrada de la semilla en varios sectores, ya que además
con la polinización contaminan a otros campos.
A gran escala, la proliferación de la semilla
trasgénica es un golpe mortal para la agricultura libre que se ha decidido proteger en paises como
Hungría. Eso, al menos por soberanía, debería ser respetado por la corporación.
Fuente: UNESCO
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