La Fundación Vivo Sano inicia una
campaña contra este componente tóxico de los plásticos. Se trata de un
disruptor endocrino que ya se eliminó de la fabricación de biberones en 2011
El 13
de diciembre pasado la Asamblea Nacional francesa votó de forma casi unánime a
favor de una ley que prohíbe el uso de bisfenol A, uno
de los disruptores endocrinos más frecuentes, en materiales de uso alimentario.
Es el primer país europeo que erradicará
esta sustancia química, que se usa para fabricar envases como botellas o
tuppers y en los revestimientos de latas de conserva, y que se ha relacionado
con enfermedades como diabetes, infertilidad, cáncer de mama o de próstata.
Los disruptores endocrinos son compuestos químicos presentes en multitud de
productos de uso cotidiano (plásticos, cremas, champús...) sobre cuyos efectos
en la salud ha alertado un informe de la OMS. La Unión Europea ya eliminó el
bisfenol A (abreviado como BPA) de los biberones infantiles en 2011. Ahora la
Fundación Vivo Sano ha lanzado una campaña para pedir que España prohíba de
forma urgente este compuesto en materiales en contacto con alimentos y bebidas.
"El
bisfenol A es la estrella de los disruptores endocrinos, el más estudiado. Hay
una base científica impresionante, con más de 1.000 estudios realizados. Los
datos científicos han hecho que la agencia de seguridad alimentaria francesa,
la Anses, tome la decisión de prohibirlo. No queremos que España vaya a
remolque, sino que esté en la vanguardia y ya hemos empezado contactos con
grupos políticos", ha explicado este jueves en rueda de prensa el
director de la campaña Hogar sin tóxicos, Carlos de Prada. La Anses determinó
en un estudio de 2011 que era necesario sustituir esta sustancia en los envases
en contacto con alimentos "cuanto
antes".
El Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (UNEP en sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud
presentaron esta semana un informe encargado a 16 especialistas para evaluar
las evidencias científicas relacionadas con los efectos de los disruptores
endocrinos. Una de sus principales conclusiones es que estos compuestos
químicos son una “amenaza global” que
hay que vigilar.
El cientítico Nicolás Olea, catedrático de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, ha explicado que el bisfenol
A llega a la sangre a través de los alimentos o las bebidas que han estado en
contacto con materiales como envases, botellas de plástico o latas. Se utiliza
para crear policarbonato, un tipo de plástico rígido transparente, y resinas
epoxi, que se usan en recubrimientos y revestimientos de latas de conserva, por
ejemplo. "Si se protege a los niños
hasta los tres años al prohibir el bisfenol A en los biberones, por qué no se
hace con el que es más débil, el feto. Habría que extender la prohibición por
lo menos a las mujeres en edad de procrear", ha señalado Olea.
"Los
poderes públicos están obligados a velar por la salud de los consumidores frente
a cualquier posible amenaza que la comprometa y, por lo tanto, en el caso que
nos ocupa, deben adoptar con urgencia medidas tendentes a que se reduzca la
presencia de Bisfenol A en el cuerpo de la población española", señala
la web de la campaña. "Con la mayor
premura posible, debe redactarse una ley en España que impida que cualquier
material, envase o recipiente destinado a estar en contacto con alimentos y
bebidas (y estos en sí mismos) puedan contener Bisfenol A", añade. La petición va acompañada de un
informe que repasa la evidencia científica disponible sobre este y otros
compuestos químicos en el punto de mira de las autoridades sanitarias.
Fuente: elpais.com
Fuente: elpais.com
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