Entender cómo, en ocasiones, el sistema de defensa del organismo impide que se logre la fecundación es el trabajo de un grupo de investigadores de la UNL y el Conicet. Lograron identificar la acción de anticuerpos en algunos casos de infertilidad clasificados como “sin causa aparente”.
Frente a dificultades reproductivas, la primera búsqueda de
respuestas no se orienta a causas inmunológicas. Sin embargo, al avanzar en la
indagación sin obtener respuestas crecen las incógnitas ante un diagnóstico de
“infertilidad sin causa aparente”. Para saber qué participación tiene el
sistema de defensa del organismo en estos problemas, un grupo de investigadores
de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) evaluó la presencia de un tipo
determinado de anticuerpo entre las pacientes y luego indujo en ratones la
misma situación para conocer qué efectos tiene sobre la reproducción.
Según explicó Carolina Veaute, docente e investigadora de la
Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL, el estudio
indaga sobre por qué el organismo puede ser del hombre o de la mujer- ataca al
espermatozoide y dificulta la fecundación. En particular, pudieron reconocer un
tipo de anticuerpos que ataca una proteína que se encuentra dentro del
espermatozoide (la acrosina, y sus anticuerpos son los antiacrosina).
Si bien el rol de estos anticuerpos fue descrito en modelos
experimentales en animales, no forman parte de los exámenes de rutina en las
consultas por dificultades reproductivas. Por ello, investigadores del
Instituto de Biología y Medicina Experimental de Buenos Aires, dependiente del
Conicet comenzaron por estudiar lo que ocurría en mujeres que se encontraban en
consulta médica por infertilidad, algunas de ellas “sin causa aparente”.
El trabajo del grupo liderado por Mónica Vázquez-Levin se
hizo en colaboración con el Stony Brook University Medical Center de los EE.UU.
Se analizaron 179 muestras de sueros de las cuales el 20 % resultó positivo
para los anticuerpos que se miden convencionalmente, lo que no es sorprendente.
Además, un 19% de las muestras dio positivo para anticuerpos antiacrosina y
sólo unas pocas pacientes resultaron positivas a ambos anticuerpos.
“Estamos subestimando las causas inmunológicas de la
infertilidad. Las técnicas de rutina dejan muchas posibilidades afuera”,
reflexionó Veaute.
En ratones
Para conocer qué efectos pueden atribuirse a los anticuerpos
antiacrosina, los investigadores diseñaron un modelo experimental en ratones
hembra y macho. En primera instancia, indujeron una respuesta inmune en los
ratones, para ello fueron inoculados con acrosina humana que es muy similar a
la de ratón. Entonces, la próxima vez que el organismo del ratón detecte esa
proteína, sabrá que es extraña y los anticuerpos la atacarán.
“Identificamos una correlación directa entre el nivel de
anticuerpos y la infertilidad”, subrayó Veaute. Cuantos más anticuerpos tenían
los animales, menos crías tenían en comparación con el grupo control, más aún,
superado determinado umbral, todos los animales resultaban infértiles.
Luego, se ensayaron fecundaciones in vitro con gametos de
ratón a los que se agregaban los anticuerpos antiacrosina. El resultado fue una
inhibición significativa de la fecundación. Asimismo, se gestaron embriones de
ratón y se cultivaron en un medio con anticuerpos. Allí se observó la
inhibición del desarrollo de los embriones.
Origen de los anticuerpos
En hombres, una de las causas más conocida de generación de
anticuerpos antiespermáticos es la cirugía para revertir una vasectomía. Si
bien se trata de un procedimiento sencillo, al menos una parte muy pequeña
-casi insignificante- del líquido seminal puede diseminarse a otras partes del
cuerpo que nunca tuvieron contacto con el esperma que sólo “circula” por el
tracto genital y, por ende, el sistema inmune lo reconoce como extraño.
Según contó Veaute, puede ocurrir que luego de luchar contra
una infección, el sistema inmunológico puede reconocer componentes del
espermatozoide que le resulten similares a los de un patógeno y, por lo tanto,
generar una respuesta en contra de las gametas.
“Una de las hipótesis de trabajo es que si se conoce un poco
más cómo se genera la infertilidad inmunológica, esto podrá contribuir, en un
futuro, a diseñar algún tratamiento más adecuado para estos casos. En la
actualidad, los pacientes deben recurrir a técnicas de fecundación asistida de
alta complejidad con un procedimiento llamado Icsi en el que el espermatozoide
se inyecta dentro del ovocito, un procedimiento muy invasivo”, concluyó.
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