miércoles, 24 de febrero de 2016

Las consecuencias del desmonte

Investigadores de la FAUBA, la UNSL y el Conicet advierten sobre el impacto de la expansión agrícola. En tres décadas, el ascenso de las napas en Salta podría causar inundaciones y salinización en los suelos.



Los cambios generados en el uso del suelo por la expansión de la frontera agrícola están acelerando procesos que en la naturaleza demoraron miles de años en manifestarse y que hoy comienzan a amenazar seriamente su productividad. Dos estudios de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advierten sobre las consecuencias del desmonte en Cuyo y en el NOA, vinculadas con el ascenso de las napas freáticas y a la salinización de los suelos. En Australia ya se perdió el 10% del área agrícola por este fenómeno, que en sólo 30 años podría llevar a que parte del noroeste argentino, donde hoy se produce alimentos, se inunde con agua salada.

Los estudios, que también involucran a la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), se concentran en planicies semiáridas de las regiones Espinal y Chaco, en las provincias de San Luis, donde apareció un nuevo río de la noche a la mañana, con cauces de 10 metros de ancho y 5 de profundidad, y del este de Salta, donde el desmonte y la siembra de cultivos (principalmente la soja) crecieron de manera exponencial en los últimas años.

El reemplazo de la vegetación semiárida por agricultura de secano genera mayor humedad en el suelo, lavado de sales de los perfiles y un posible ascenso de los niveles freáticos”, resumió Celina Santoni, quien estudió el tema en su tesis de posgrado en la Escuela para Graduados de la FAUBA, bajo la dirección de Esteban Jobbágy, pionero en la investigación de este proceso desde el Grupo de Estudios Ambientales de la UNSL e investigador del Conicet.

Los trabajos fueron financiados por el Instituto Interamericano de Para la Investigación del Cambio Global (IAI), el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT) y el Conicet, e involucraron la participación de José Paruelo, Gervasio Piñeiro, Victoria Marchesini, Laura Amdan y otros investigadores de las cátedras de Ecología y Métodos Cuantitativos de la FAUBA.

Según Jobbágy, el Nuevo Río (como se lo denominó en la provincia cuyana) es una señal temprana de los grandes cambios provocados en el uso de la tierra: “Los sedimentos pasaron allí 9 mil años sin sufrir incisiones ni procesos parecidos. Pero desde los ´70, los niveles freáticos subieron hasta 10 metros y, de la noche a la mañana (realmente, no metafóricamente), el ascenso de las napas generó una ruptura por donde corre el agua en forma permanente, aun en la estación seca”. ¿Qué cambió en estos años para generar tal impacto? “Lo que resulta único del presente es el disturbio agrícola: 90% de la cuenca esta desmontada”, aseguró el investigador.

Los bosques secos en estas condiciones de clima suelen alojar naturalmente una enorme cantidad de sales en el suelo muy profundo, a más de dos metros de profundidad. Esto es el resultado del consumo exhaustivo de agua que hace la vegetación natural y que lleva a que se acumulen sales en profundidad por siglos o milenios, y que las napas freáticas se mantengan profundas. La agricultura cambia esta condición, generando fugas de agua en profundidad. Con el tiempo esto lava las sales, las transporta a la napa, eleva su nivel y, en muchos casos, causa salinidad en superficie cuando las napas entran en contacto con la atmosfera”, explicó.

En Australia existe un antecedente denominado dryland salinity que provocó al ascenso de los niveles freáticos, con aguas totalmente salinizadas, producto del lavado de las sales acumuladas naturalmente en los suelos en profundidad. El resultado final son grandes hectáreas de suelos inundados con aguas salinas o suelos totalmente salinizados e improductivos. Esto ocurrió después de más de 100 años de uso agrícola de las tierras, que originalmente tenían bosques de eucaliptos.

Asociamos esa situación con lo ocurrido en San Luis, en la cuenca del Nuevo Río (una de las más antiguas deforestadas en el país, con 70 años de historia agrícola), donde ya se perdieron muchas hectáreas de tierras y la salinización de napas superficiales es un problema incipiente”, apuntó Santoni. Sin embargo, el ascenso de niveles freáticos no causó anegamientos y salinización como en Australia, sino la ruptura del terreno por un proceso particular: “Se trata de una cuenca con pendientes más altas que las típicas de nuestras llanuras y con sedimentos eólicos muy nuevos y, creemos, susceptibles a la ruptura por napas que fluyen a mayor velocidad”, dijo Jobbágy.

En el NOA, las investigaciones arrojaron coincidencias con San Luis, Australia y otras planicies semiáridas de Estados Unidos, según Amdan, quien estudió las consecuencias del desmonte sobre la recarga de agua subterránea y la salinización de suelos en Salta. Su trabajo se presentó junto a otras tesis coordinadas de la licenciatura en Ciencias Ambientales de la FAUBA ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para evaluar el impacto ambiental acumulativo del desmonte en cuatro departamentos del este salteño (San Martín, Orán, Rivadavia y Santa Victoria), que en las últimas tres décadas tuvieron el mayor crecimiento agrícola del país, en detrimento del bosques.

El desmonte cambió radicalmente el sistema radicular”, dijo Amdan, y explicó que las raíces de la soja (el cultivo extensivo más difundido en el este de Salta) no logran absorber la lluvia como lo hacían los árboles. Esto hace que el agua atraviese todo el perfil del suelo y transporte las sales acumuladas por milenios hasta las napas. Si el monocultivo de soja persiste, con el tiempo las napas comienzan a ascender con las sales, hasta llegar a la superficie. Y esto podría suceder, según las conclusiones de Amdan, en un período de entre 30 y 100 años, según la edad del desmonte, la cobertura y el manejo agronómico. En el caso de las pasturas, que se siembran como alimento para el ganado, el proceso podría demorar hasta 250 años.

“Si el monocultivo de soja persiste en el NOA, las napas comenzarán a ascender con las sales, hasta llegar a la superficie”.

El problema está identificado, tenemos evidencias in situ y experiencia de otras regiones similares sobre cómo es la dinámica del proceso y sus posibles consecuencias. La señal en Salta es fuerte y las consecuencias son severas. No podemos sentarnos a esperar de brazos cruzados para ver cómo el sistema resuelve naturalmente el cambio”, advirtió. “Entendemos que el modelo productivo presiona para obtener una rentabilidad máxima inmediata, pero el costo a largo plazo puede ser tan alto que no haya retorno posible y la pérdida de productividad, así como la capacidad de producir alimentos, sean netas”, concluyó Amdan.

Por esta razón, los investigadores se concentran en remediar o frenar el proceso y proponer sistemas alternativos de manejo del suelo que, sin limitar las producciones agrícolas típicas de ambientes semiáridos y las tendencias productivas actuales, retrasen o anulen el efecto de recarga subterránea y la salinización del agua y los suelos, antes que sea demasiado tarde. Fuente: sobrelatierra.agro.uba.ar

Santiago del Estero lidera el ranking mundial de desmontes

En las últimas décadas allí se perdieron 4 millones de hectáreas de bosques nativos, a tasas superiores a las del resto del planeta. Un informe de la FAUBA pide aumentar los esfuerzos en la aplicación de la Ley de Bosques.



La expansión de la frontera agrícola aceleró la deforestación en la ecorregión del Chaco semiárido, que representa la segunda cobertura boscosa más grande y continua de Sudamérica después del Amazonas, hasta alcanzar un record poco feliz: la mayor tasa de desaparición de bosques nativos de todo el mundo. En este contexto, un estudio elaborado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advierte sobre los desmontes y la aplicación de la Ley de Bosques en Santiago del Estero, la provincia argentina con mayor superficie perteneciente al Chaco semiárido y una de las más perjudicadas por este proceso.

“A partir de la sanción de la Ley Provincial de Bosques, se redujeron la superficie y las tasas de deforestación en Santiago del Estero. Sin embargo, se permitió desmontar en zonas de categoría II (amarillo) que la legislación nacional no admite”.

Durante el período 2000-2012 la tasa de transformación relativa de bosques nativos por cultivos de grano en Santiago del Estero fue mayor a la producida en la ecorregión entera, en Sudamérica e incluso en el mundo. Esto implica que si la dinámica de la deforestación en el mundo se comportara como en Santiago del Estero, la tasa de deforestación sería entre 12 y 17 veces más alta”, advierte el informe elaborado por Gonzalo Camba, técnico del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de la FAUBA, quién investigó el caso en su tesis para recibirse de Licenciado en Ciencias Ambientales.

En total, se calcula que en Santiago del Estero se desmontaron 4 millones de hectáreas entre 1976 y 2012. La tendencia se aceleró en la última década, puesto que el 50% de esa superficie (2 millones de hectáreas) se desmontó entre 2000 y 2012.

La importante proporción de territorio que representa Santiago del Estero dentro del Chaco semiárido, sus características socioeconómicas, los conflictos territoriales existentes y las particularidades de su legislación en lo que refiere a la conservación de sus bosques, hacen necesario un análisis exhaustivo de los procesos de deforestación y su relación con la Ley de bosques, particularmente sobre su cumplimiento”, detalla el trabajo de la FAUBA, dirigido por el investigador José Paruelo en base a sistemas de información geográfica (SIG).

La importante proporción de territorio que representa Santiago del Estero dentro del Chaco semiárido, sus características socioeconómicas, los conflictos territoriales existentes y las particularidades de su legislación en lo que refiere a la conservación de sus bosques, hacen necesario un análisis exhaustivo de los procesos de deforestación y su relación con la Ley de Bosques, particularmente sobre su cumplimiento”, detalla el trabajo de la FAUBA, dirigido por el investigador José Paruelo en base a sistemas de información geográfica (SIG).

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Sudamérica se perdieron unas 40 millones de hectáreas de bosques nativos durante la primera década del siglo XXI. Los cambios en la región ocurrieron principalmente sobre El Cerrado (Brasil), la selva de Chiquitanos (Bolivia) y el Gran Chaco Americano (que comparten Argentina, Bolivia y Paraguay) y fueron equivalentes al 76% de los desmontes que se produjeron en todo el planeta.

Lo cierto es que hacia 2012 cerca del 20% de la superficie del Gran Chaco Americano se transformó para dar lugar a la agricultura. Según el estudio de Camba, cuyo grupo de estudio de la FAUBA viene trabajando desde hace años en la temática, de aquí en adelante se espera que este proceso se intensifique, poniendo en jaque la estabilidad de los ecosistemas y afectando la provisión de servicios ecosistémicos de los cuales la sociedad obtiene beneficios clave para su bienestar.

Se estima que con tasas similares a las actuales, tomará entre 30 y 100 años para que se invierta el paisaje. O sea, que los cultivos reemplacen por completo las coberturas naturales, compuesta por bosques y pastizales. Por esta razón, desde la FAUBA piden aumentar los esfuerzos en la aplicación de la Ley de Bosques.

Ordenamiento desordenado

En 2007 se sancionó la Ley de presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos (Ley Nacional N° 26.331), a partir de cual le tocaba a cada provincia elaborar su propio ordenamiento territorial, caracterizando sus bosques nativos en zonas de alto, mediano y bajo valor de conservación.

Según los investigadores de la FAUBA, la categorización de bosques elaborada por las provincias del noroeste argentino habría resultado inconsistente, debido a que la información ambiental utilizada fue pobre y escasa. Además, las provincias del NOA interpretaron de forma diferente los criterios de sustentabilidad y zonificaron sus bosques de manera dispar. Por ejemplo, se asignaron categorías distintas a bosques a ambos lados de los límites provinciales, teniendo en cuenta sólo los aspectos políticos y no los ambientales o ecológicos.

Santiago del Estero reglamentó su Ley provincial de bosques en 2008, dividiendo a la provincia en 11 zonas en función de su potencial productivo y de conservación, y determinando las tres categorías de bosques. Al respecto, el informe de la FAUBA sostiene que tampoco en esta normativa existió un criterio de sustentabilidad.

El estudio de la FAUBA reconoce que a partir de la sanción de la Ley Provincial de Bosques, en 2009, se redujeron la superficie y las tasas de deforestación anuales en Santiago del Estero. Sin embargo, asegura que la efectividad de la legislación fue parcial porque se presentaron fuertes irregularidades en la determinación de las zonas de conservación, sobre las cuales no se permite desmontar. En concreto, se permitió deforestar en zonas de categoría II (amarillo) que la legislación nacional no admite.

Consecuencias negativas

La conversión de superficies de cobertura original del suelo (bosques y pastizales) en áreas de cultivos agrícolas y pasturas, principalmente soja, incrementó la producción de servicios ecosistémicos finales (como granos y carne), pero al mismo tiempo disminuyó la provisión de otros servicios como la regulación hídrica, el secuestro de carbono y la conservación de la biodiversidad.

“Cuando la superficie boscosa fue reemplazada por cultivos se evidenciaron cambios en la dinámica de las ganancias de Carbono, provocando una pérdida de capacidad buffer (amortiguación) ante cambios ambientales y un aumento en las emisiones de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. No es un dato menor, puesto que el desmonte sobre bosques chaqueños generó el 75% de las emisiones de Carbono del norte argentino (las Yungas y los bosques del Atlántico representaron el 25% restante).

Asimismo, la disminución en las tasas de evapotranspiración generadas por la conversión de bosques en cultivos anuales incrementó significativamente el drenaje profundo de los suelos provocando unamayor recarga en los acuíferos subterráneos que aumenta el riesgo desalinización superficial (afectando la fertilidad de los suelos y la calidad del agua).

El reemplazo de bosques en la ecorregión también provocó una disminución del contenido de materia orgánica, debido a las diferencias en la cantidad de residuos que se depositan sobre el suelo de un bosque y un cultivo, y desencadenó un proceso de compactación. Además, la pérdida del hábitat impulsada por los cambios en el uso del suelo tiene consecuencias sobre la biodiversidad. Fuente: sobrelatierra.agro.uba.ar

lunes, 22 de febrero de 2016

El humano como residuo (Reseña de ‘Vidas desperdiciadas’.de Zygmunt Bauman)

Luis Royo @luis__royo
Aunque no es agradable reconocerlo, a nadie se le escapa que el consumo de masas en la época en la que vivimos en el mundo desarrollado -llamémosle ‘modernidad’- se basa en adquirir nuevos productos y tirar, o como mínimo arrinconar, los que, después de dichas compras, quedan obsoletos e inútiles. No hay más que rebobinar pocos años en el tiempo para dar con teléfonos móviles sin apps (mi favorito es el Alcatel One Touch Easy), televisores sin plasma, radiocasetes, discmans, play stations o el Pentium que compramos hace años para informatizarnos como Dios manda y ser ‘modernos’ de una vez por todas. Todos esos artículos pertenecen al inabarcable e imparable club de los residuos materiales. Pero hay mucho más. En el ensayo ‘Vidas desperdiciadas’, el reconocido catedrático de Sociología y premio príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010, Zygmunt Bauman, se centra en otro tipo de ‘residuos’ no menos importantes: los ‘residuos humanos’.

En las primeras páginas del libro, el autor anuncia que estamos atravesando una crisis de “la industria de la eliminación de residuos humanos”. Explica que el panorama ha cambiado radicalmente. Hasta hace pocos años, las grandes potencias depositaban en sus colonias o en otras tierras menos desarrolladas los habitantes que querían desechar por diferentes motivos. Francia, como recuerda el ensayo, trasladó después de la Comuna de París a ciudadanos conflictivos hasta Nueva Caledonia. A finales del siglo XIX sucedió algo similar con trabajadores de la industria que tuvieron que ir de Gran Bretaña a Canadá para que múltiples agricultores, tras ser arrancados de sus tierras, ocupasen sus puestos.

Sin embargo, Bauman afirma sin ningún tipo de reparo que hoy en día estos procesos son inviables dado que “nuestro planeta está lleno”. Ya no hay territorios carentes de administración soberana y, de este modo, abiertos a la colonización, al asentamiento de gente y a convertirse en vertederos humanos. Ya no hay una solución global para un ‘problema’ de superpoblación local. Mientras, sostiene que la producción de ‘residuos’ con cara, pies y ojos sigue aumentando en nuestros días a un ritmo frenético. En cambio, “la capacidad de gestionarlos” no crece al mismo paso. Allí recae este inquietante particular.

Según ‘Vidas desperdiciadas’, los ‘desechos humanos’ son aquellas personas excluidas, que no encajan en el modelo de convivencia que ha sido generalizado en buena parte del mundo moderno y diseñado por no se sabe quiénes. En concreto, Bauman ahonda en la situación de refugiados, inmigrantes por motivos económicos y de jóvenes sin grandes perspectivas de futuro y que, por citar un ejemplo que aparece en el ensayo, deben elegir el trabajo que se le presente por delante, sí o sí. En este último caso, resultan espeluznantes las estadísticas que el libro saca a relucir en torno al crecimiento de las depresiones en los últimos años.

Como muestra de todo ello, el sociólogo expone que los llamados ‘residuos humanos’ están siendo utilizados por gobiernos de países desarrollados –cita casos de Estados Unidos y Reino Unido- para crear temor entre la población con el objetivo de que sus habitantes no residuales sean conscientes de la existencia de una inseguridad latente (amenazas terroristas, conflictos callejeros…) contra la que los estados se deben enfrentar para garantizar el orden. Bauman argumenta que países del mundo moderno -que han perdido el poder económico del que ahora gozan fuerzas internacionales y que, como consecuencia de la desregularización del mercado laboral o de la globalización, no son capaces de garantizar el Estado del Bienestar- deben apoyarse en nuevas fórmulas para legitimar su autoridad. Es decir, su razón de ser. He ahí, a juicio del sociólogo, la lucha contra determinado tipo de terror acentuado por los propios gobernantes en su agenda política.

Ante esta situación, Bauman señala que los problemas generados de forma global, como el aumento en la ‘producción de desechos humanos’, precisan de soluciones locales, dado que no quedan ‘vertederos’ en el exterior de los países modernos. De esta forma, el sociólogo expone en ‘Vidas desperdiciadas’ una serie de iniciativas locales que ya pueden observarse con frecuencia en múltiples estados: más represión interna, más defensa en las fronteras para evitar el flujo de refugiados, más políticas de tolerancia cero, más largas condenas de prisión, más circuitos cerrados de televisión, más ataques preventivos, más arrestos cautelares, más guardias de seguridad, más controles en aeropuertos y más vigilancia en los guetos.

En la última y brillante parte del ensayo, Bauman amplía su análisis de los residuos. Indica cómo la ‘cultura del desecho’ está expandiéndose a áreas como las relaciones humanas, el consumo, el mundo laboral o el arte. Para ello se sirve del concepto que, bajo el nombre de ‘modernidad líquida’, desarrolla en otros libros y que se fundamenta en postulados como “nada en el mundo está destinado a perdurar, y menos aún a durar para siempre” o “todo nace con el sello de la muerte inminente, con fecha de caducidad”. Lo efímero como patrón.

Con su característico lenguaje irónico y con citas literarias de autores de la talla de Jorge Luis Borges, Bauman, en ‘Vidas desperciadas’, nos ofrece un ensayo que, pese a recurrir a un pesimismo que roza en ocasiones los horizontes más catastróficos, nos hace reflexionar sobre algunos de los fracasos sociales del mundo moderno. Tal vez no encontremos ninguna solución mágica a la situación de los ‘residuos humanos’, pero al menos el toque de atención está más que dado, especialmente a aquellos defensores a ultranza de los avances, de la globalización y de la producción de riqueza en Occidente. Hemos tirado móviles sin Internet después de comprar nuevos smartphones y olvidarnos de que la exclusión social genera otra ‘basura’ que, al igual que un viejo teléfono, no suele ser bien aceptada en nuestros entornos más cercanos.

Fuente: www.atendiendoarazones.com

"Plantar un árbol afianza nuestros lazos"

María Rosa Aguada Bertea trabaja hace 7 años en una ONG que promueve el respeto del ambiente desde la escuela. Cómo nos cambia cuidar un árbol.

Comenzó, cuando estaba cursando el cuarto año en el colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón de barrio Crisol, María Rosa Aguada Bertea comenzó como voluntaria de la Fundación Ambiente, Cultura y Desarrollo (Acude), una organización ambientalista cordobesa con sede en barrio Colón.

Hasta allí la acercó Federico Kopta, uno de sus profesores de la especialidad en ciencias naturales. Desde ese momento, se convirtió en una voluntaria comprometida con la educación ambiental. Aprendió a tabular encuestas, a hacer un vivero y a practicar la paciencia ante el lento crecimiento del mistol que le tocó investigar.

Un año después, su participación en una campaña organizada por un colectivo de entidades ambientalistas para impedir el ingreso de material radiactivo de Australia a nuestro país, le hizo cambiar su perspectiva sobre la relación entre ambiente y política. “Aprendí que hay dos vías: una es la política que es a corto plazo y otra es la educación que es una apuesta a largo plazo”, explica.

Entre relatos de mistoles y tabaquillos, evoca el primer árbol que plantó, cuando tenía 10 años. “Fue un ficus, que ahora está enorme. Es muy simbólico plantar un árbol, más aún si uno lo hace con una persona que uno quiere, porque afianza lazos. Uno construye un vínculo afectivo y espiritual con el árbol y con la persona. Uno aprende a valorar la vida desde otra perspectiva. Es difícil explicar esto en un mundo tan materialista, pero yo lo siento así”, agrega convencida.

La misma intensidad que ella menciona quizá sea la que sienten algunas maestras cuando plantan árboles con sus alumnos, en el marco del programa Educar Forestando.

Me sorprende cuando las seños me cuentan que recuerdan a los alumnos con quienes plantaron un árbol y hasta saben con exactitud en qué lugar lo hicieron. Los chicos también lo recuerdan como algo importante en sus vidas, aprenden a cuidarlos y a valorarlos”, dice.

Animadora de maestros. María Rosa se autodefine como una especie de animadora de docentes, muchas de las cuales parecen haber bajado los brazos ante tanto trabajo por hacer.

Las llamo para incentivarlas a retomar su trabajo a través del Programa Educar Forestando. En general están muy movilizadas y conocen los problemas ambientales de los lugares donde viven. Y esto me motiva porque sé que ellas llegan a muchos chicos. Algunas también están cansadas, trabajan muchas horas y protestan porque están llenas de proyectos y no les alcanza el tiempo. Les digo que no bajen los brazos, que confíen en los cambios”, asegura.

Su agudeza para disparar la reflexión sorprende cuando relata sus experiencias con docentes rurales. Como aquel maestro de la localidad Aguas de Ramón, que no tenía agua para regar los árboles porque sólo le traían dos camiones por semana de Cruz del Eje. “Y aún así se las arregla para regar el vivero. Este tipo de actitudes me afianzan en mi vocación. Estoy en quinto año de la carrera de ciencias biológicas y cuando me reciba quiero trabajar con los chicos del nivel medio, porque los jóvenes son agentes de cambio. Cuando uno ve el problema no puede dejar de hacer algo para intentar resolverlo. Y el problema no es solamente la desvalorización de los recursos naturales sino también de las personas, porque no es sólo que están desmontando sino las actitudes que hay detrás”, dice.

Fundación Acude. Es una organización ambientalista cordobesa que desarrolla el programa de educación ambiental “Educar Forestando”. Desde 1990 capacitan a docentes para que eduquen a los niños a respetar el ambiente produciendo y plantando árboles. Han participado 200 escuelas y 15 mil alumnos de todo el país. Fuente: lavoz.com.ar

viernes, 19 de febrero de 2016

Minería, paradigma de entrega incondicional

Por Martín Scalabrini Ortiz*



El lunes 15 de febrero, se publicó en el Boletín Oficial la promulgación del Decreto 349/2016 que elimina los derechos de exportación, denominadas retenciones, para los productos provenientes de la actividad minera. Los considerandos del mencionado decreto son una retahíla de cinismo e inexactitudes que alarman.

Entre otras cuestiones, los argumentos giran alrededor de la recomposición de los márgenes de utilidad de las empresas operadoras. Esto implicaría que aumenten las inversiones, que según el Decreto se encuentran retrasadas respecto de países como Chile, Perú, Colombia y Brasil. Esta afirmación es cuestionable, dado que la disminución en el precio de las materias primas mineras afecta a todos los países por igual. La línea conceptual sería la aplicación de la teoría del “derrame”. Cuanto más ganen las empresas, mayor confianza para hacer negocios se genera y la riqueza que acumulan se derrama en el resto de la sociedad mediante mayor actividad económica. Esto nunca sucedió. Al menos no en la medida de dar a nuestro pueblo estándares de vida aceptables. Dado que por más que se genere ese campo fértil para los negocios, las empresas multinacionales no tienen el menor interés de realizar otra actividad económica que no sea la de esquilmación hasta el agotamiento total.

Otro de los argumentos es el sesgo unitario de los derechos de exportación, afirmando que de esta manera se están devolviendo recursos a las provincias. Nos toman por giles. No hay manera de que los U$S 220 millones que aproximadamente dejará de percibir el Estado Nacional no la embolsen directamente las empresas multinacionales que exportan su producción. No hay manera de ver cómo terminará en las provincias, sin ningún tipo de obligación al respecto. Este monto se sumará a todos los beneficios impositivos que ya venían disfrutando.

Estos beneficios existentes, indicados en la Ley de Inversiones Mineras 24.196, incluyen lo siguiente:

– Estabilidad cambiaria por 30 años (Art. 8)
– Importación libre de derechos de maquinarias, equipos, partes, repuestos e insumos mineros (Art. 21). O sea, cero impuesto a la importación. Algo que comúnmente en un país “serio” se denomina contrabando.
– Tope de regalías del 3% (Art. 22). Irrisorio porcentaje sobre el valor de boca de mina.
– Exención de Impuesto sobre los Activos (Art. 17)
– Doble deducción de gastos de exploración, prospección, etc. para Impuesto a las Ganancias (Art. 12)
– Devolución del IVA sobre inversiones en exploraciones (Art. 14 bis).
– Régimen beneficioso de amortización para el Impuesto a las Ganancias para Invesiones de Capital (Art. 13)

Además, exención en el pago de Ingresos Brutos a las provincias sobre las exportaciones. Algunas provincias ofrecen beneficios ampliados. Catamarca, por ejemplo, ofrece la exención del pago de cualquier impuesto provincial (Ingresos Brutos, Sellos, Automotor, e Inmobiliario).

El argumento de la caída de los precios internacionales también contiene imprecisiones. Los proyectos mineros comenzaron a desarrollarse a comienzos del 2003, cuando el oro estaba en U$S 350 x onza (http://goldprice.org/), la plata estaba U$S 155 x kg (http://silverprice.org/) y el cobre alrededor de U$S 1.800 x ton (http://www.infomine.com/investment/metal-prices/copper/all/).

En un contexto de aumento del precio de las materias primas, los minerales aumentaron, junto a las ganancias de las empresas y consecuente recuperación de la inversión inicial, hasta llegar a un pico de U$S 1.830 x onza el oro, U$S 1.450 x kg la plata y U$S 9.800 x ton el cobre en el año 2011.

A partir de ese punto, los precios cayeron en forma sostenida, con alguna recuperación esporádica, llegando hasta los actuales U$S 1.235 x onza, U$S 505 x kg, U$S 4.475 x ton, el oro, la plata y el cobre respectivamente. Este es parte del guión de las multinacionales mineras. La caída de los precios no permiten que sus negocios se desarrollen y, en consecuencia, disminuye la inversión. Sin embargo, los precios aún siguen siendo altos respecto de los del 2003. A pesar de los aumentos de costos, las empresas siguen ganando millones de dólares, como lo refleja el Informe Anual de Barrick Gold del 2014 (http://www.barrick.com/files/annual-report/Barrick-Annual-Report-2014.pdf). Veladero, ubicado en la provincia de San Juan, figura con una EBIT (Ganancias antes de intereses e impuestos) de U$S 330 millones en ese año.

La política minera de los últimos 12 años fue indudablemente una continuación de la de los noventa, con la diferencia de que el Estado Nacional se apropió de parte de la renta mediante las retenciones a la exportación. Con esta nueva medida, se ha cerrado el círculo volviendo al inicio, en donde la entrega incondicional de nuestra riqueza viene acompañada de impactos medioambientales y sociales, dejando un paisaje arrasado, agujeros en las montañas, ríos con menos agua y solución cianurada derramada. Fuente: www.marcha.org.ar

*Ingeniero Químico. Consejero por Graduados FIUBA.

miércoles, 17 de febrero de 2016

“Al identificarse como indígenas, las familias tienen más probabilidades de ser pobres”

Con casi 50% de los indígenas de América Latina viviendo en entornos urbanos, Germán Freire, especialista en desarrollo social, explica los desafíos que afrontan.



Si América Latina hubiera conservado el nombre que los primeros pobladores le otorgaron, seríamos parte de la región “Abya Ayala”.

Así le llaman los indígenas Kuna de
 Panamá y Colombia desde antes de la llegada de Cristóbal Colón y los europeos.

Literalmente significa “tierra en plena madurez” o “tierra de sangre vital”.

Los siglos han pasado y esa tierra y la realidad de los pueblos indígenas ha cambiado y mucho. Hoy son más de 42 millones de personas, hablan más de 500 lenguas pero ¿cuánto realmente conocemos a estos latinoamericanos, vecinos, colegas, amigos o simples desconocidos que van por la calle?

El estudio Latinoamérica Indígena en el Siglo XXI elaborado por el Banco Mundial con apoyo del Laboratorio de Equidad se propuso homogeneizar los datos disponibles sobre los indígenas y conocer cuál era su situación luego de la “década dorada” de comienzos del 2000 en la región.

Por un lado, los pueblos originarios tienen una mayor visibilidad y reconocimiento en las decisiones políticas pero por otro las diferencias persisten: sin ir más lejos, una familia indígena tiene casi tres veces más probabilidades de vivir en pobreza extrema que una que no lo es, según el estudio.

En esta entrevista, Germán Freire, especialista en desarrollo social del Banco Mundial, explica algunos de los principales hallazgos del estudio.

Pregunta: ¿Cuál es la situación actual de los pueblos indígenas?

Respuesta: Desde el punto de vista político, es mucho mejor. Especialmente en términos de reconocimiento de sus derechos y de inclusión en la toma de decisiones. Hay representantes indígenas en todos los niveles de gobierno, incluso en los niveles más altos, como la presidencia de Evo Morales en Bolivia. Y esto se debe en gran parte a la tenacidad de los movimientos indígenas, que han experimentado un despertar político. Han logrado imponer en las discusiones de alto nivel sus propias visiones del desarrollo y sus derechos. Lo que llama la atención es que la población indígena no experimentó un progreso tan contundente como la mayoría de la región en los últimos 15 años. La brecha persiste. Ellos siguen estando en el último vagón del tren. Un tren que ha avanzado, pero si llegan a darse retrocesos, ellos serán los primeros en sufrir las consecuencias.

P.: Es ampliamente aceptada la perspectiva de que la pobreza está relacionada con ciertas metas de desarrollo. ¿Qué significa ser pobre para los pueblos indígenas de América Latina?

R.: La pobreza tiene muchas maneras de entenderse y la visión de los indígenas sobre lo que los hace pobres no coincide necesariamente con lo que nosotros concebimos como pobreza. Ser indígena no es intrínsecamente ser pobre. Es decir, en muchos casos la pobreza monetaria y el acceso a servicios los hace vulnerables, porque no les permite alcanzar sus propias metas de desarrollo. Pero hay otros aspectos de pobreza, para ciertas poblaciones, que los expone a formas de vulnerabilidad y exclusión que son más relevantes para ellos. La pobreza monetaria o el acceso a luz eléctrica pueden no ser tan relevantes para una comunidad en el medio del Amazonas, por ejemplo, que se autoabastece de alimentos y conserva sus propias formas de organización, pero la tenencia de la tierra sí los hace muy vulnerables.

En estos puntos de tensión es donde la educación puede jugar un rol importantísimo para ayudar a las poblaciones indígenas a desarrollarse sin tener que renunciar a sus culturas y sus propias visiones de desarrollo. Y ahí también ha habido avances. La brecha de acceso a la escuela ha prácticamente desaparecido entre indígenas y no indígenas en países como México, Nicaragua y Bolivia. Sin embargo, el reto ahora es lograr que sea una educación relevante para ellos. Como en el resto de la región, la educación que reciben las niñas y niños indígenas es de baja calidad, pero en su caso también es culturalmente insensible, lo que no solo limita las oportunidades de los indígenas de insertarse en el mercado y superar la exclusión, sino que contribuye a la pérdida de conocimientos tradicionales.

Solo uno de cada tres jóvenes indígenas habla una lengua nativa al culminar la escuela primaria, menos del 6% al terminar el secundario y menos del 2% cuando terminan la educación terciaria.

P.: Sorprende el dato de que más del 50% de los indígenas de la región viven en entornos urbanos, en ciudades ¿Por qué?

R.: Tiene que ver con la representación social que tenemos de los indígenas, que está un poco desactualizada. Un indígena no es menos indígena por vivir en una ciudad, como un boliviano no es menos boliviano por vivir en Brasil. Tenemos que empezar a ver a la población indígena en su heterogeneidad y también comprender los obstáculos por los que atraviesa una familia indígena en contextos urbanos. En el estudio encontramos que solo por el hecho de auto-identificarse indígena una familia tiene mayor probabilidad de ser pobre y menor probabilidad de acceder al mercado laboral formal y a los servicios en la ciudad. De hecho, tienen casi el doble de probabilidades de vivir en asentamientos informales, y el número de indígenas que vive en entornos urbanos pero en casas con pisos de tierra es casi 6 veces más alto que el de no indígenas. Es decir, identificarse como indígena suma una variable de exclusión importante también en entornos urbanos.

P.: ¿Qué recomendaciones hace el estudio?

R.: Por un lado, necesitamos profundizar la participación para proteger sus derechos y reducir la exclusión social. La experiencia de las últimas décadas nos ha enseñado una y otra vez que sin la inclusión de las comunidades indígenas los programas de desarrollo tienden a reproducir prejuicios que limitan su éxito. Además, es necesario trabajar en la adecuación cultural de los servicios, especialmente en materia educativa, que es una herramienta única para alcanzar un desarrollo con identidad y respeto por sus culturas. El tercer elemento es responder a las necesidades y nuevas realidades de la población indígena actual y comenzar a entenderla en su heterogeneidad. Son poco menos de 800 culturas, que hablan más de medio millar de lenguas y viven en entornos tan diversos como la selva Amazónica y Buenos Aires. Además, tienen diferentes vulnerabilidades y visiones de lo que colectivamente quieren para su futuro. En su interior también hay grupos más vulnerables que otros, las familias lideradas por mujeres tienden a ser mucho más excluidas que las lideradas por hombres. Tenemos que empezar a complejizar un poco la visión que tenemos en la región sobre “lo indígena” y trabajar para cambiar los términos de su inclusión en formas que respeten sus culturas, sus anhelos y su dignidad. Fuente: elpais.com
 
María Victoria Ojea es productora online del Banco Mundial

Informe sobre MINERA ALUMBRERA, empresa que opera en Catamarca, Argentina

Informe de investigación sobre las operaciones de minera Alumbrera Ltd. En argentina y de las transnacionales que la integran.



Ficha técnica de la empresa en Argentina

MINERA ALUBRERA LTD.

País de Origen: Suiza, Canadá, Canadá

Presencia en el País: Catamarca

Composición de Capital: Empresa Transnacional.

Nivel de Inversión: u$s 1200 millones invertidos en el proyecto Bajo de La Alumbrera

Empleos Creados: 1165 en el año 2005, empleos directos.

Condiciones Laborales: jornadas laborales de 12 horas en condiciones de explotación.

Bajo de la Alumbrera

El yacimiento minero Bajo de la Alumbrera se encuentra en la provincia de Catamarca, en el departamento de Belén, a unos 150 Km. al noroeste de la ciudad de Ahidálgala.

Los derechos de propiedad de la mina están en manos de la empresa estatal Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD), integrado por la provincia de Catamarca (en un 60%), la Universidad Nacional de Tucumán y el Estado Nacional.  Para su explotación se conformó una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre YMAD y la firma Minera Alumbrera Limited.

Alumbrera Ltd. a su vez está conformada por tres empresas privadas:

La suiza Xstrata (50%), y las canadienses Goldcorp Inc. (37.5%) y Northern Orion Resources Inc. (12,5%).La mina produce concentrados minerales de cobre y oro y metal doré a cielo abierto.

Los costos de producción son cuatro veces inferiores  que en otras regiones según los estándares internacionales.

(Ver: Argentina: Mina Alumbrera o el impacto de la economía global en las niñas Gutiérrez) ENLASE

Alumbrera es la explotación de oro más grande de la Argentina. Mediante procesos de trituración, molienda y flotación en gran escala produce anualmente unas 700.000 toneladas de concentrados que contienen 190.000 toneladas de cobre y 600.000 onzas  de oro.

El concentrado de oro y cobre –con el agregado de agua- se bombea a través de un mineraloducto de 316 Km. de longitud hasta la provincia de Tucumán, donde se encuentra una planta de filtrado. Desde allí se lo transporta por ferrocarril en trenes propios de Minera Alumbrera hasta las instalaciones portuarias de la empresa en Puerto General San Martín, en la provincia de Santa Fe, donde se embarca y envía a plantas de refinado en el exterior.

Las exportaciones de Bajo de la Alumbrera en el período 2002-2005 representaron ingresos por US$ 2.580 millones, y sólo en el año 2005 fueron de casi US$ 900 millones. Los países a los cuales se exportó el último año fueron China, India, Japón y Corea (un 40% del total), Alemania (25%), Bulgaria (11%), España y Finlandia (6% cada uno), Brasil y Canadá (5% cada uno) y Polonia (2%). La facturación de Alumbrera en el año 2004 llegó a los $ 3.450 millones.

El accionar de la empresa es cuestionado por vecinos de la zona, organizaciones sociales y estudios de impacto ambiental realizados de manera independiente y sin relación con la empresa.

Alumbrera Ltd. a ocasionado daños sociales incurriendo en violaciones en el medio ambiente, leyes laborales y derechos humanos, a continuación hemos clasificado las violaciones en relación a las Normas de la ONU en hechos puntuales que han sucedido.

Protección del Medio Ambiente

Reiteradas perdidas en el mineraloducto, derrame de barro mineralizado, "Cruz del Norte", Tucumán.

·         Un camión que transportaba desde Buenos Aires a Catamarca, pasando por Córdoba y La Rioja, volcó una carga de 21 mil kilos de nitrato amónico, un fertilizante corrosivo utilizado para hacer explosivos. La sustancia, que sería propiedad de la empresa Trilog, estaba destinada a la mina Bajo La Alumbrera, en la provincia de Catamarca, y era transportada en un camión de la firma Sofía, que realizaba el habitual recorrido semanal junto a una segunda unidad que no tuvo complicación.

Espacios sociales, gubernamentales y judiciales del Noroeste argentino advierten que la contaminación afectaría a tres provincias: Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero.

Nubes de polvo llueven sobre la ciudad debido a que los vientos llevan los elementos que son dinamitados como parte del proceso de extracción.

Los especialistas advierten que la remoción de las montañas de rocas acelera la producción de sulfuros, que con el aire y el agua producen drenajes y lluvias ácidas, con su contaminación a cuestas.

Numerosas patologías que presentan pobladores de la región tendrían que ver con la contaminación producida por Bajo La Alumbrera.

El dique de colas tiene filtraciones que contaminan las napas subterráneas de la zona. La empresa reconoció las pérdidas e instaló un sistema de retrobombeo para que la solución que escapa al corral minero vuelva a él. Cuando la empresa deje de operar y se retire de la zona el bombeo cesará pero las filtraciones continuaran.

Minera Alumbrera es el mayor consumidor eléctrico individual de Argentina, la misma empresa lo anuncia en su sitio Web.

El proceso de extracción consiste en dinamitar las paredes de la montaña, transformar las rocas en polvo y diluirlas en soluciones ácidas que purifican el mineral. Esta solución viscosa es nuevamente purificada por un proceso de flotación de gran escala. Todos los desechos son destinados a un enorme basurero, de 30 hectáreas y 150 metros de alto, llamado “dique de colas”. El producto bruto es enviado por un monumental mineraloducto –un caño bajo tierra– de 310 kilómetros de largo que pasa por Catamarca hasta Tucumán. Transporta un barro con ácido y mineral. Llega hasta Cruz del Norte, en Tucumán, donde el “Tren Alumbrera” (la empresa cuenta con cuatro locomotoras y 182 vagones propios) transporta concentrados hasta el puerto de Santa Fe. De ahí viaja rumbo al exterior, donde será refinado. El mega emprendimiento también cuenta con un electro ducto de 220 kilómetros y líneas eléctricas de alta tensión que atraviesan gran parte de Catamarca y Tucumán

·         Las mediciones de la minera acusan excesos de lo permitido por la ley nacional de hasta 20 mil veces en los valores de arsénico, hasta 5 mil veces en cadmio, veinte veces en cobre, diez mil en mercurio, sesenta en plomo y mil en selenio. El estudio de impacto ambiental incluso encuentra 2,30 miligramos por litro de estroncio, un elemento radiactivo.

Soberanía Nacional y los Derechos Humanos

·         La presencia de la empresa ha generado divisiones en la sociedad, resquebrajando las relaciones entre los vecinos e incluso en los núcleos familiares.

·         La minera llego representando la oportunidad de trabajo en una región en donde el desempleo es uno de los principales problemas, en un primer momento pareció ser una muy buena noticia, pero después los informes ambientales y el mismo accionar violatorio y evidente de la empresa dio lugar a manifestaciones en oposición y a un replanteo de la situación del proyecto por parte de algunos vecinos, otros, ante la necesidad del trabajo prefieren que la minera continúe.

La empresa ha violado zonas protegidas en Tafi del Valle, Tucumán, ya que una línea de alta tensión tendida por la empresa está en tierras que forman parte del Camino del Inca.

Derechos de los Trabajadores

Trabajo pesado de 12hs continuas en condiciones precarias.

Campamentos mineros en donde los trabajadores viven apartados de sus familias, trabajan siete días de corrido durante 12 horas y luego tienen siete días de franco.

Episodios de violencia entre los empleados dado que el ambiente de sociabilizacion es escaso y de desgaste continúo.

Acciones judiciales y sociales contra la empresa

Judiciales

La empresa está siendo investigada por la justicia federal de la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe) por un presunto tráfico documental y exportación ilegal de metales (contrabando de oro, uranio y torio). El fiscal federal de Rosario, solicitó en noviembre de 2005 que se cite a declarar como imputados por tráfico documental a directivos de la compañía minera; a Carlos Silvani, ex titular de la  Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP); y a Gustavo Parino, ex administrador de la Aduana, ya que todos ellos contribuyeron a exportar metales no declarados, y a pagar menos impuestos de los que correspondían, gracias a exenciones especiales que habrían hecho los funcionarios. En el puerto de San Lorenzo (Rosario) es donde se embarca el material que la minera extrae en Catamarca. Allí se descubrió que la AFIP había autorizado que La Alumbrera pagara un gravamen mínimo provisorio por la exportación de cobre, sin control sobre las cantidades. Ello hubiera determinado, posiblemente, montos diferentes. También se descubrió que Parino habría liberado a la empresa de los controles aduaneros, por lo que no se sabía qué era lo que salía del país en los contenedores. Las pericias demostraron que, además del bronce declarado, se estaba enviando oro al exterior.

El fiscal de Tucumán Antonio Estofán denunció a la empresa por contaminación. El juez federal de Santiago del Estero, Felipe Terán, investiga una denuncia de presencia de cobre y plomo en el norte provincial y una posible contaminación que llegaría hasta las turísticas Termas de Río Hondo. Pobladores de Villa Vil, en Catamarca, denunciaron a la empresa por un derrame tóxico del mineraloducto. Organizaciones sociales de Tafí del Valle, en Tucumán, advierten sobre contaminación del aire, radiaciones del electro ducto e invasión de cementerios indígenas. Son sólo algunas de las decenas de acusaciones que tiene en su contra Minera Alumbrera, impulsadas por una gran diversidad de sectores, localidades y provincias.

Su presidente, el australiano Julián Patricio Rooney, está acusado por el delito de contaminación y podría terminar en prisión. La causa en la que está imputado se originó en una denuncia hecha en 1999 por el vertido de químicos en un canal de la provincia de Tucumán, hasta donde la empresa lleva el mineral extraído para su secado. Ahora, nuevos elementos presentados por el fiscal federal de Cámara tucumano, Antonio Gómez, sostienen un pedido de procesamiento de Rooney. Conseguir las nuevas pruebas no le fue fácil. El gobierno provincial le negaba el informe de impacto ambiental que debe presentar la propia minera y en donde constan, entre otros excesos, valores de arsénico hasta veinte mil veces por sobre los permitidos por la ley nacional.

Desde la propia información suministrada por la empresa han quedado comprobados los ilícitos aquí investigados y sus responsables”, afirma Gómez. Las mediciones de la minera acusan excesos de lo permitido por la ley nacional de hasta 20 mil veces en los valores de arsénico, hasta 5 mil veces en cadmio, veinte veces en cobre, diez mil en mercurio, sesenta en plomo y mil en selenio. El estudio de impacto ambiental incluso encuentra una sustancia sobre la que el fiscal llama la atención a la Cámara: 2,30 miligramos por litro de estroncio, un elemento radiactivo.

Sociales

Vecinos de Andalgalá vienen reclamando la intervención de la Justicia y el gobierno para evitar la contaminación en la zona, ya que aseguran que la minera local estaría afectando gravemente los cursos de agua de una amplia zona, que además del departamento mencionado abarcaría el de Santa María, al norte y el de Belén, al oeste.

Los Vecinos Autoconvocados exigen un plebiscito al estilo Esquel para decidir qué hacer con el yacimiento de Agua Rica en manos de Northern Orion Resources Inc., empresa Canadiense dueña del 12,5% de La Alumbrera Ltd.

Ubicación e imágenes de La Alumbrera




Transnacionales que integran La Alumbrera Ltd.


Xstrata (Suiza), 50%

Xstrata es uno de los 10 mayores productores de cobre del mundo, de origen Suizo, posee el 50% de La Alumbrera Ltd. Tiene operaciones en 17 países (Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Alemania, Jamaica, Nueva Caledonia, Noruega, Papúa Nueva Guinea, Perú, Sudáfrica, Tanzania, EE.UU. y el Reino Unido de Gran Bretaña) en los que emplea a  24.000 personas. Es un grupo minero diversificado, y además del cobre explota aleaciones, aluminio, carbón, níquel y zinc.

La división Xstrata Copper, bajo la cual está integrada Minera Alumbrera Ltd. tiene su base general en Australia, y además posee un centro regional en Santiago de Chile. A esta unidad de negocios también se integran las actividades de minería y procesamiento de minerales de cobre en la mina Tintaya, en el sur de Perú

Desde julio de 2006, Xstrata tiene el 24,5% de la firma Falconbridge, que a su vez es la propietaria del 100% del capital de la canadiense Noranda, la que está desarrollando las actividades de exploración en el proyecto minero argentino-chileno Pachón.

Xstrata fue creada por la compañía financiera Suiza Glencore, una de las más grandes del mundo. Glencore, fue fundada por Marc Rich un multimillonario suizo-israelí quien esta señalado e inculpado por varios casos de corrupción, fue inculpado por la Corte Federal de Nueva York por evadir impuestos por US$48 millones, además de poseer 51 cargos de fraudes al fisco en su contra.

Bill Clinton le otorgo un perdón especial con el apoyo público de Bush (el padre), Bush es ex-presidente y ex-director de la CIA.

En el año 2003 el reporte anual oficial de Xstrata indica que hubieron 806 incidentes medioambientales y de seguridad en sus siete minas y refinerías. Cinco trabajadores murieron en las minas, 82 contrajeron enfermedades ocupacionales, hubo 27 heridos y 56 trabajadores se volvieron sordos.

En la mina de cobre de MT. Isa, donde viven los australianos nativos Koutha, hubieron 117 incidentes.

La mina de carbón de Maloma, Swazi, África del Sur, Xstrata tiene una larga historia en seguridad ambiental, ocupacional y de salud. El 12 de Julio de 2001, una explosión del gas de metano mató a seis trabajadores y otros 12 quedaron heridos. La inspección de las autoridades de ese país determinó condiciones de trabajo muy pobres, falta de equipos de protección de seguridad que pone en riesgo a los trabajadores. La planta de ferrovanadio de Swazi, contigua a la de carbón, empezó a operar en mayo del 2003. Pero el sindicato de trabajadores mineros, basado en un estudio independiente de la American Journal of Medicine de EEUU en 2000, denunció que en 1999 Xstrata ha expuesto a los trabajadores a 50 veces el límite máximo permisible de pentoxido vanadio, dióxido de azufre y ácido nítrico .

En Chile Xstrata esta planificando construir tres centrales hidroeléctricas para reducir el costo eléctrico de sus operaciones de extracción para sus yacimientos mineros del norte,

Vecinos y ONGs han salido en oposición a la empresa por los daños ambientales que estos proyectos traen consigo, incluido entre ellos el riesgo de movimientos sísmicos que podrian ocasionar la presión de los embalses en la superficie sobre la capa magmática dentro de la tierra.

Goldcorp Inc. (Canadá), 37.5%

La segunda firma en orden de participación accionaria en Minera Alumbrera es Goldcorp Inc., de Canadá y tiene el 37.5% de las acciones.

Esta empresa es la tercera productora de oro del mundo, con operaciones mineras en América y Australia. En agosto de 2006 anunció una fusión con la minera Glamis Gold Ltd., en una operación que tiene un valor de U$S 21.300 millones, en la cual Goldcorp Inc. tendrá el 60% y Glamis el 40% restante; sus  proyectos en todo el continente americano involucrarán aproximadamente a 11.000 empleados en Canadá, Estados Unidos, México, Brasil, Chile y Argentina. Excepto en la mina chilena (La Coipa) en la que se produce oro y plata, en el resto de las explotaciones se extrae oro. Además, Goldcorp tiene una mina de oro en Australia (Peak).

Goldcrop tiene acumuladas denuncias en su contra en los países de Latinoamérica donde opera acá mostramos el caso de Honduras, México y Guatemala.

Honduras

Un estudio encargado por grupos ecologistas halló peligrosas cantidades de plomo y arsénico en la sangre de aldeanos hondureños que viven cerca de una controvertida mina de oro y plata subsidiaria del gigante canadiense Goldcorp.

Fueron encontrados rastros de plomo y arsénico en cantidades superiores a las recomendadas por estándares internacionales (70 ug/dl) en una muestra a 10 personas que habitan cerca de la mina San Martín, en el municipio de San Ignacio, en el central Valle de Siria.

Este estudio fue desestimado por la empresa, desde que se abrió en 1999 la operadora de la mina tiene un gran expediente abierto en Honduras, lo que ha suscitado protestas locales e internacionales
Durante mucho tiempo, comunidades del Valle de Siria se quejaron de afecciones a su salud y escasez de agua causadas por la mina San Martín, de la que Glamis ha retirado 529 mil 88 onzas (unos 15 mil kilogramos) de oro desde 2001, por un valor aproximado de 412 millones de dólares.

Los más recientes estudios, los que detectaron el arsénico (que puede causar graves efectos en el sistema gastrointestinal, cardiovascular y nervioso), fueron encargados por grupos ecologistas, entre ellos el Comité Ambientalista del Valle de Siria, al activita italiano Flaviano Bianchini, quien ha realizado estudios de este tipo en varios países de América Central.

Las pruebas de Bianchini han sido criticadas por representantes oficiales y de la industria por supuestamente carecer de calidad científica.

Por lo pronto, el Ministerio hondureño de Medio Ambiente tiene planeado enviar muestras a especialistas en Colombia para confirmar la contaminación.

México

En México, estado de Zacatecas, ha obtenido todos los permisos para la explotación de la mina Peñasquito que, con un costo de 882 millones de dólares y reservas probadas y probables estimadas en 9 mil 98 millones de onzas de oro, se convertirá en la mina aurífera más grande del país.

Goldcorputiliza para la explotación la minería a cielo abierto, que usan una solución de cianuro de sodio basado en agua que es vertido sobre enormes pilas de mineral para separar el oro.

La solución de cianuro sobrante es una toxina mortal y tiene que ser almacenada cuidadosamente. Este proceso se utiliza comúnmente, pero expertos ambientales dicen que consume enormes cantidades de agua fresca y genera subproductos altamente tóxicos, incluyendo metales pesados como plomo, mercurio y arsénico, que pueden contaminar cuerpos de agua que sirven para el consumo humano.

Guatemala

Goldcorp posee una mina en Guatemala llamada Marlin, manejada por Glamis su subsidiaria, en la municipalidad de Sipakapa y San Miguel Ixtahuacán. Las protestas locales dejaron dos muertos y muchos heridos.

Pero Goldcorp niega las acusaciones. “Ya operamos las minas San Martín y Marlin de acuerdo con estándares de América del Norte”, dijo a Tierramérica Jeff Wilhoit, vicepresidente de relaciones con inversionistas de la firma.

En el caso de Marlin, estudios que mostraban contaminación del río Tzalá “han sido refutados y desaprobados” y que “las comunidades más cercanas a la mina votaron en favor de esta”, aseguró Wilhoit.

Con respecto a San Martín el ejecutivo sostuvo que la mina no ha provocado desabasto de agua, ni contaminación. “El agua bombeada desde nuestros pozos no impacta de ningún modo al líquido usado de pozos fuera del área del proyecto. No es cierto (que haya habido enfermedades debido a desechos de la mina), hay un estudio nacional que refuta ese argumento”, dijo.

La firma también refuta a representantes de comunidades aledañas a San Martín y Marlin quienes han denunciado que nunca fueron consultados respecto de estos proyectos mineros.

Northern Orion Resources Inc. (Canada), 12.5%

La tercera más pequeña de las firmas que operan en Alumbrera es Northern Orion Resources Inc, con sede en Canadá. A través de una firma subsidiaria asentada en las Islas Cayman maneja el 12,5% de Alumbrera. Se ocupa de la minería de cobre y oro, tanto en exploración como en desarrollo de metales preciosos. Su principales activos están en la Argentina: Minera Alumbrera y Agua Rica, ambas en la provincia de Catamarca, pero también tiene intereses en Cuba, donde maneja el 50% del proyecto Mantua. Del total de empleados de la firma (96), 87 están en la Argentina, y el esto en su principal oficina ejecutiva en Canadá. Northern estima que la explotación de Alumbrera le redituara en un ingreso de U$S 45 millones anuales, durante los próximos 8 ó 10 años.

Agua Rica, Catamarca

En 1994 comenzaron los trabajos de exploración en Agua Rica, realizándose estudios prospectivos y de factibilidad para la explotación del cobre. A partir de la recuperación del precio internacional de este mineral desde el año 2003, Northern dio mayor impulso a las tareas de investigación y adquirió a su socio (BHP Billiton) el 72% de Agua Rica, con lo que accedió al 100% de esta mina de cobre, oro, molibdeno y plata ubicada a unos 34 km. de Alumbrera; lo hizo a través de Minera Agua Rica LLC Sucursal Argentina, una subsidiaria de Northern Orion Argentina Holdings S.A., con sede en las Islas Cayman. Los fondos para seguir desarrollando Agua Rica serán derivados de las ganancias obtenidas por la operación de Minera Alumbrera Ltd., y Northern estima que la vida útil de esta mina es de al menos 30 años, ya que tendría 21.00 millones de libras de cobre, 1.700 millones de libras de molibdeno y de plata , y 13,3 millones de onzas de oro.

Los vecinos autoconvocados exigen realizar un plebiscito para decidir acerca de la mina Agua Rica,  el intendente  José Eduardo Perea llego a su cargo prometiendo a los vecinos el plebiscito, pero luego cambio de opinión argumentando que el pueblo debe decidir pero que todavía no esta preparado, además agrego que la empresa no es la culpable de los daños sino que los anteriores gobiernos lo fueron al ser permisivos con el cumplimientos de las normas y leyes.

Los vecinos siguen luchando para conseguir el plebiscito, para así de ese modo ser ellos  mismos quienes decidan sobre su futuro.

sábado, 13 de febrero de 2016

La construcción cultural de un sentimiento: El amor falaz de Occidente

De acuerdo con la tradición cultural occidental, el amor, cuando es verdadero, es para siempre, sólo basta encontrar a nuestra “media naranja”. En este texto, extracto del libro Falacias del amor, publicado por editorial Paidós, la autora reflexiona sobre los mitos que rodean al amor y propone nuevas pautas para redimensionar un sentimiento siempre problemático.



Por Roxana Kreimer *

En Occidente ha prevalecido una concepción irracional sobre el amor. Curiosamente éste fue uno de los aportes más significativos de los antiguos griegos —fundadores de la cultura racionalista— a nuestras formas contemporáneas de entender el amor, y también una de las tantas razones por las que se ha establecido un nexo tan estrecho entre amor y sufrimiento. A diferencia de los hindúes, de los chinos o de los japoneses, los griegos no entendieron al amor como una virtud a ser cultivada sino como una enfermedad, como una forma de locura que, aunque muy dulce, puede destruir todo lo que una comunidad e incluso el mismo amante, valoran. El amor no fue considerado un arte, una práctica que se enseña, se aprende y se perfecciona, sino un mecanismo irracional, espontáneo, no intencional e inducido desde el exterior —mediante las flechas de un dios caprichoso— que deja al individuo inerme, a merced de fuerzas completamente externas a sí mismo.

Un refrán popular previene que “la única ventaja de jugar con fuego es que uno puede aprender a no quemarse”. Desde una perspectiva completamente irracionalista del amor, estaríamos condenados a quemarnos una y otra vez.

La concepción hegemónica que hemos heredado de los griegos identifica al amor como una forma particular y breve de éste que conocemos como enamoramiento, una exquisita efervescencia con pronta fecha de vencimiento, basada en la idealización y en la ausencia del ser amado. Esta noción ha dado lugar a una recurrente falacia en el discurso amoroso, la de la ambigüedad que supone el uso de la palabra amor con sentidos diversos a lo largo de un mismo razonamiento, por ejemplo cuando se afirma que la pareja debe estar basada en el amor (en referencia a una acepción amplia que conjuga la atracción sexual con el compañerismo y el apego que se establece con el paso del tiempo), y que por tanto cuando uno de sus integrantes no ama (en alusión a la efervescencia del enamoramiento), ya no tiene sentido seguir juntos.

A la caza del alma gemela

Entender el amor como un sentimiento espontáneo y repentino (tal es la concepción del flechazo), y no como una relación que se construye a lo largo del tiempo, supone el desarrollo de altas dosis de idealización, en particular por parte de las mujeres, que aún son más educadas para el amor que los hombres.1“Acabo de conocer a un hombre maravilloso; es de ficción, pero no se puede tener todo”, comenta la protagonista de La rosa púrpura del Cairo, una película de Woody Allen que refleja muy bien el proceso de idealización que caracteriza al discurso amoroso femenino. Contribuyen a esta idealización procedimientos característicos de la seducción amorosa como la mímesis, que lleva a brindar una imagen mejorada de uno mismo, subrayando las afinidades y ocultando los desacuerdos y las propias debilidades. Cuando se ingresa al amor por la puerta del flechazo y del enamoramiento, las expectativas suelen ser altísimas: el otro no es quien es, sino quien deseamos que sea, y con frecuencia se incurre en una falacia de generalización indebida al considerar que en unos pocos encuentros resulta evidente que los amantes están “hechos el uno para el otro”. Se espera que la pasión se afiance en la pareja, pero cuando el hechizo se ha roto —y la pasión es finita por definición—, sólo resta el desengaño, la desilusión o el omnipotente deseo femenino de cambiar al otro. Este proceso de desencantamiento también se vincula con la falacia de falsa analogía presente en le mito del andrógino (divulgado popularmente como el de las “almas gemelas” o el de la “media naranja”). Si mediante el flechazo se reconoce a la “mitad perdida”, con mucha más razón el amado deberá responder a la imagen que se ha forjado de él, similar por otra parte a la que el amante tiene de sí mismo.

De la analogía de las “almas gemelas” se desprenden otras ideas que han contribuido a anudar amor y sufrimiento: la de no juzgarse “completo” si no se está en pareja, la de confundir la pérdida de un amor la pérdida de nuestra capacidad de amar y el supuesto de que una y sólo una persona está destinada a “hacernos felices” en el amor. La falsa analogía de las almas que vagan en busca de su mitad perdida también dio lugar a la falacia de la falsa dicotomía (o falacia del “blanco o negro”), que plantea mediante juegos de oposiciones dos alternativas, sin considerar que en realidad existen muchas más. Los crímenes y los suicidios pasionales, un tópico de referencia obligada desde la mitología griega hasta el presente, con frecuencia presuponen esta concepción según la cual sólo una persona está “destinada” a amarnos.

Si la relación con el “alma gemela” no es posible, la vida carecería de sentido. Nuestra propia integridad habría sido avasallada. Pero el amor no consagra la individualidad. No somos naranjas rebanadas ni erramos en busca de nuestra mitad perdida. A lo sumo encontraremos personas afines pero distintas de nosotros a las que podremos amar más allá del periodo de encantamiento primero (si lo hubiere), de acuerdo con nuestra disposición para conciliar las diferencias y los problemas que sobrevienen a toda relación humana que se prolonga en el tiempo.

Amar la búsqueda del amor

La concepción platónica del deseo como ausencia —según la cual se ama fundamentalmente cuando se carece del sujeto amado o de sus cualidades dignas de amor—, profundizada por el cristianismo, el amor cortés medieval, el romanticismo, el psicoanálisis y la sociedad de masas contemporánea, favoreció la concentración del interés en el periodo de la conquista. Amaríamos más la búsqueda del amor que el amor en sí mismo. Desde esta perspectiva se juzgó erróneamente que el ser humano es por definición un animal insatisfecho, sin considerar que el deseo también se crea en la presencia de lo amable y de sus cualidades. La concepción platónica, fundamentalmente a través del carácter extremo que adquirió para el cristianismo, también contribuyó a estrechar el lazo entre amor y sufrimiento mediante el dualismo con que descalificó el cuerpo a favor de la esfera espiritual. A diferencia de India y China, donde se pensó que la iluminación espiritual está asociada con el sexo y es una forma de trascender la mortalidad, Occidente inscribió a la sexualidad en el registro de lo inconfesable, suscitando complementariamente su sobredimensionamiento, multiplicando al infinito el placer de decir el amor y valorando a la sexualidad como si se tratara de la clave de la condición humana en su conjunto.

La cultura occidental pareció menos interesada en focalizar su atención en un arte de amar que en inscribir el discurso amoroso en el registro de lo prohibido y de lo permitido, en el de las “normas” y en el de sus supuestos “desvíos”. De ahí la fascinación por los “amores prohibidos” y la identificación del “triángulo amoroso” con el argumento de las historias de amor.

Lamentablemente las mejores ideas sobre el amor aportadas por el cristianismo —su acento en el amor entendido como donación y no como exigencia, su ampliación del concepto de amor al conjunto de la humanidad—, fueron oscurecidas por la exaltación del sufrimiento en prácticas autoflagelantes que en muchos casos pretendían dominar los impulsos sexuales, y por siglos de intolerancia y persecuciones realizadas paradójicamente en nombre de la “religión del amor”.

El orgullo de sufrir por amor

El Romanticismo consagró la infelicidad como destino del amor. Madame Bovary, la novela realista de Flaubert, describió la infelicidad de la mujer burguesa educada en el romanticismo, y fue una historia arquetípica en la descripción los efectos indeseados que la “educación para el amor” (bovarismo) suele tener en gran cantidad de mujeres. Flaubert valora el amor-pasión en su justo límite: no lo juzga omnipotente e incluso lo desmitifica por la frecuencia con que conduce a la desdicha al abrevar en ausencias, idealización y expectativas desmedidas.

La revolución sexual que tuvo lugar a mediados del siglo XX invirtió definitivamente el dualismo platónico y cristiano: el cuerpo sería ocasión para la alegría, para la experimentación y para la libertad. Todas las orientaciones sexuales serían admitidas. Sin embargo, también fue clara la voluntad de disciplinamiento en autores como Wilhelm Reich, que aseguraban que cuando culminara el proceso de liberación sexual desaparecería la homosexualidad de la faz de la Tierra, o en ciertos cultores del amor libre cuando sólo podían sostener el ideal de la “pareja abierta”2 al precio de un enorme sufrimiento, infligido a sí mismos o a sus parejas. Por supuesto, no fue el caso de todos los cultores de la “pareja abierta”: muchos de ellos experimentaron nuevas formas de entender el amor sin infligir daño en aras de un “deber ser”.

Siempre que se ama existe la posibilidad de sufrir. La mayor parte de las cosas que nos colman de felicidad, al mismo tiempo tienen el poder de infligirnos dolor. Sin embargo, las concepciones hegemónicas que signaron a Occidente dieron un paso más, llegando a postular la “dignidad” del sufrimiento por amor y entendiendo que el dolor es prueba de la intensidad del sentimiento.

El amor en los tiempos del consumismo

Parte de la cuota necesaria de sufrimiento que implica el amor se vincula con el hecho de que, como individuos modernos y occidentales, debemos elegir por nuestra cuenta a la pareja con la que compartiremos gran cantidad de momentos de nuestra vida. Como sujetos modernos, estamos librados a nuestras propias fuerzas. Como sujetos modernos, somos compelidos a pensar que el cambio siempre es bueno para nuestras vidas. La publicidad y las representaciones culturales no parecen decirnos otra cosa. No es extraño que el zapping amoroso se convierta entonces en el juego generalizado de la sociedad de consumo. Si antes se toleraba demasiado, ahora no se tolera casi nada, de modo que con frecuencia el amor adquiere la vida útil de un electrodoméstico. Como sujetos modernos, también, vivimos una época en la que el lazo social tiende a quebrarse.

Los más afortunados encuentran en la familia, en los amigos o en la pareja un amparo que los preserva de las inclemencias de un individualismo feroz. Otros sufren uno de los efectos más penosos del individualismo moderno: se sienten solos, desamparados, excluidos de la estructura de “vida en pareja” o de “vida en familia” que aún parecería signar hegemónicamente a ciertas sociedades.3
Reflexionar sobre el amor constituye un verdadero desafío en momentos en que los cambios científicos se tornan vertiginosos, cuando es posible escindir por completo la sexualidad de la reproducción, cuando los métodos de fertilización asistida plantean cambios que apenas alcanzamos a vislumbrar, cuando asistimos a cambios sustanciales como la disolución de un modelo de familia centrado en la crianza de los hijos.

El amor puede exceder en mucho el periodo del enamoramiento o del amor-pasión. El amor-acción o amor-compañero es un amor de más largo alcance que implica querer al otro porque se lo conoce y se goza de su presencia y no de su ausencia, una relación en la que el paso del tiempo puede estrechar el vínculo y convertirse en un dato a favor y no en contra, y en la que es posible sobrellevar los problemas que necesariamente alcanzan a toda relación humana duradera.

Creo que el amor en sus múltiples formas tiene un fuerte componente emancipador ante la lógica ascética del trabajo y del deber. En un mundo cosificado y hostil, el amor aún representa el reino de la gratuidad. Encuentro que un desafío importante para el individuo contemporáneo es aceptar el carácter problemático del amor frente a las imágenes idealizadas de gran cantidad de representaciones culturales. La pareja sigue siendo el ámbito donde es posible aunar una ética de la ternura con el sexo, cultivando el amor como un arte, es decir, aprendiendo del error para barajar nuevamente las cartas de uno de los juegos más bellos y antiguos del mundo.

Notas

1 Las mujeres juegan más con muñecas y están más en contacto con narraciones románticas, mientras que los varones juegan con autos o con armas de guerra.

2 Que no supone la exclusividad sexual.

3 En grandes ciudades como Nueva York o Berlín parece bastante más frecuente que el eje articulador de la vida sean los amigos y no la pareja. En estas ciudades, no estar en pareja no parece tan desafortunado como en otras más conservadoras.

* Filosofa y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires.

Tomado del libro de Roxana Kreimer Falacias del amor, de Editorial Paidós. Reproducido con autorización de los editores.

http://www.jornada.unam.mx/2007/05/03/ls-amorfalaz.html