miércoles, 14 de diciembre de 2022

LA NAVEGACIÓN DEL RÍO SALADO

 Parte I

<<Los canales navegables son caminos que andan». (Pascal)

El Liberal

«... La navegación del Salado, va a hacer fraternizar a estos pueblos, más que el mejor arbitrio político; porque la conveniencia recíproca establece la unión y la armonía. Nuestros campos hoy desiertos, serán mañana poblados por activos agricultores, y donde sólo se ven rancherías miserables se levantarán ciudades que harán poderosa la Nación y respetable nuestro nombre...» (Carta de B. Fresco, vecino de Salta, a Rams en 1859).

LOS RÍOS DEL CHACO: PRIMEROS ANTECEDENTES DE NAVEGACIÓN

Mucho antes de la aparición de los buques de vapor y de los ferrocarriles, comerciantes y gobernantes visionarios anhelaban extender la navegación de los ríos del Gran Chaco, a pesar del desconocimiento casi total que se tenía de esta región del Virreinato del Río de la Plata. La esperanza de lograr el desarrollo económico de esta vasta extensión situada entre el Paraguay, la Argentina y Bolivia, se convirtió en idea fija entre los que consideraban que el sueño de San Martín, Artigas y Bolívar de constituir la patria grande americana podía ser perfectamente cumplido.

Ya en el año 1808, el Consulado de Buenos Aires, bajo la inspiración de don Manuel Belgrano, había considerado un proyecto para traer los productos y mercaderías de las provincias andinas por el río Bermejo. Las márgenes del río serían colonizadas para asegurar las comunicaciones a lo largo de esta ruta. Los comerciantes, empero, se vieron obligados a manifestar que... «<si bien el proyecto será, a su debido tiempo de suma utilidad, para los hombres y el comercio... sin embargo, todo esto deberá realizarse en tiempos más tranquilos...>>¹.

Durante la guerra de la independencia los proyectos y expectativas que habla sobre el comercio y la colonización del Chaco quedaron en suspenso. Recién en el año 1824 se constituyó en Salta la Sociedad del Río Bermejo que envió una expedición exploratoria que llegó hasta el río Paraguay, y que a la par de cumplir amplios reconocimientos y de probar la navegación del Bermejo, fue el anteceden te más importante de navegación de los ríos interiores. Hubo otros intentos posteriores, como los que llevaron a cabo después del gobierno de Rosas, dos integrantes de esta sociedad que pretendían establecer un sistema de barcos a vapor para navegar este río y que se aventuraron aguas abajo en un bote de fondo plano para demostrar que la navegación a vapor era perfectamente posible. El gobierno de Bolivia, como el de la provincia de Corrientes apoyaron estos intentos?.

En el año 1853, el capitán de la marina norteamericana, Thomas J. Page, había incursionado al comando del vapor «Wather Wich» (bruja de las aguas) por los ríos Paraná, Uruguay, Pilcomayo y Bermejo, estudiando las posibilidades naturales que los mismos tenían como medio de comunicación. En todos estos ríos, el marino norteamericano desarrolló una acción vasta y de enorme importancia científica, dejando perfectamente establecido que «en una u otra forma eran navegables, de importancia, y dignos de ser tenidos en cuenta en el futuro como las vías económicas que convenía a las regiones que atravesaban».

El gobierno argentino, preocupado por el éxito de la colonización y navegación de los ríos del Chaco envió también representantes a esa región para concertar planes de colonización de largo alcance y obtener la paz con los indios y comunicaciones por los ríos con otras regiones de la república. Con ese motivo experimentados exploradores como Luis Jorge Fontana fueron estimulados en sus estudios sobre las posibilidades del desenvolvimiento del Chaco.

También el río Pilcomayo fue objeto de intentos de exploración. El gobierno de Bolivia, interesado en establecer algún servicio de conexión con alguna línea argentina de vapores que pudiera navegar por los ríos del Chaco realizó algunos intentos, sin muchos resultados, con canoas y botes demasiados bajos para el mencionado río.

Pero fue el Río Salado el que atrajo mayores expectativas y esperanzas, sobre todo en los que tenían la arraigada convicción de que quedaban todavía grandes zonas de riqueza sin explotar y que esperaban sólo la mano del hombre. A pesar de los fracasos en realizar el viaje completo entre Córdoba y el Paraná, los empresarios de Santa Fe, en especial, no perdieron su interés por la empresa, interés que de alguna manera estaba asentado sobre razones bastante poderosas, como las que enunciaremos: a) La región que este río atravesaba no era tan salvaje como la del Bermejo y el Pilcomayo, zona de fronteras con los indios; b) Los programas para la navegación del Salado podían cumplirse totalmente dentro de la jurisdicción argentina, y bajo el control de nuestras leyes.

EXPEDICIÓN DE THOMAS J. PAGE

Si bien existen algunas referencias a una expedición realizada en bote en el año 1755 entre Matara (Santiago del Estero) a Santa Fe, de la que se propusieron algunos trabajos artificiales para asegurar la navegación sobre el río Salado, podemos decir que recién con el marino norteamericano Thomas J. Page, en el año 1855, se recorrió casi en toda su extensión este río, probando su navegabilidad. Esta expedición tuvo una importancia fundamental ya que fue el origen mismo de una serie de grandes proyectos para convertir el río Salado en la gran arteria fluvial de América. Describiremos algunos de sus aspectos y conclusiones fundamentales.

El día 13 de julio de 1855 una multitud se había dado cita en el puerto de Santa Fe para despedir al marino norteamericano, que a bordo del vapor «Yerba», iniciaba la navegación por el Salado. La expectativa era enorme, no sólo por las perspectivas que se habrían para las provincias del norte y para Santa Fe al comprobar la navegación del río, sino que, según los propios relatos de Page, la expedición iba hacia lo desconocido; se le había dicho antes de partir:

"...por aquellos que se tenían por los mejor informados que probablemente, podría subir cuarenta y cinco millas; por algunos, que no había río; y por los otros, que tomaba su origen en tina de las numerosas lagunas de aquella extensión de campo».

En la primera parte de la expedición o acompañaron a Page el propio gobernador de Santa Fe, Cullen, y su familia, en prueba del apoyo del gobierno de la Provincia. El vapor asciende con suma facilidad el río hasta el lugar denominado como Monte Aguara, donde se ven obligados el día 26 de julio, a seguir la exploración en botes por la gran bajante de las aguas y lo peligroso que podía significar continuar la navegación en el «Yerba». Page dice lo siguiente.

«Con gran sentimiento deshago el camino, pero con haber ascendido y demostrado la navegabilidad del río Salado hasta Monte Aguará, hemos obtenido algo. Su carácter uniforme, curso firme y barrancas bien definidas; su creciente tal como lo indican marcas en los árboles; la pampa firme a través de la cual todo corre, todo induce a creer que es un río apropiado para la navegación hasta un punto superior al alcanzado. Su explotación completa es de importancia no sólo para la Confedera ción Argentina, sino para todo el mundo comercial».

Page regresa a Santa Fe y decide dirigirse de inmediato hasta la provincia de Santiago del Estero para, desde allí, remontar desde un punto cualquiera el Salado hasta Monte Aguará.

Gobernaba la provincia de Santiago don Manuel Taboada, quien junto con sus hermanos desarrollaron en esa época un vasto poder regional. Después de Caseros, los Taboada optaron por seguir la suerte de la Confederación, cuya organización parecía en esa época viable a todos, pese al derrotero segregacionista que había tomado la hermana mayor Buenos Aires. Sólo después de Pavón los Taboada se aliaron con Mitre.

Los Taboada se interesaron vivamente en la navegación del río Salado y por intermedio de Lavaysse se relacionaron con Manuel Leiva, Ministro de Urquiza, en ocasión del acuerdo de San Nicolás, a los fines de que apoye dicho proyecto. Manuel Leiva escribía lo siguiente a M. Taboada, gobernador de la provincia: «Solicito informe de cuantos detalles crea convenientes a este respecto, porque si es así, se podría conseguir que el Director Provisorio prestase su cooperación con los fondos nacionales, quizás en el todo de los gastos del presunto que Ud. me indica, pues a no dudarse, el Salado vendría a ser un río navegable y proporcionaría inmensas ventajas al comercio Ese era el pensamiento de los Taboada. Unir Santiago con el litoral beneficiando de esa manera el comercio de cueros, lanas y otros frutos del país. Los propios Taboada tenían estancias pobladas de vacunos e importaban además mulas del litoral enviando las posteriormente a Bolivia y al Perú.

Page, por lo tanto, es recibido por Manuel Taboada, en Santiago del Estero, con enorme entusiasmo y le presta toda clase de ayuda para el éxito de la expedición. En una canoa de propiedad del propio gobernador, que se encontraba en el río Dulce, de dieciocho pies por tres de largo, Page decide continuar su travesía. La canoa es, transportada por el general Antonino Taboada y su tropa hasta el río Salado, llegando a Matará el día 19 de septiembre de 1855.

En Matará comienza a descender lentamente el río, buscando Monte Aguará. La navegación es en parte penosa por los raigones y troncos atascados en su curso. Cuando las condiciones no lo permiten, Page seguido por el infatigable Antonino Taboada, sigue el curso del río por la costa. Las regiones que se abren ante los ojos de los norteamericanos, asombran por su belleza y esplendor sin par:

«Cruzamos una extensión ondulada cubierta de alfalfa hasta donde alcanzaba la vista, por el medio de la cual serpenteaba el Salado en forma de un atrayente río bordeado de árboles... La atmósfera era resplandecientemente clara y el aire balsámico e impregnado por el perfume de la flor de la alfalfa a través de la cual pastaban los caballos y vacunos enterrados hasta la barriga. Pensé que nunca había visto una región pastoril más rica y hermosa».

Satisfecho por el descubrimiento de que «un vapor debidamente construido para la navegación del río podría remontar, la mayor parte del año, de Santa Fe a Navicha», el incansable marino y su tripulación se dirigen hacia Salta.

En esta ciudad el entusiasmo era también notable. Los habitantes ya habían formado una sociedad para la adquisición de vapores apropiados para navegar el Salado y para solicitar del gobierno central que removiera los obstáculos que se oponían a la navegación y desde Miraflores, muy cerca de la capital salteña el segundo de Page, el teniente Murdaugh, remonta nuevamente el Salado en dirección de la estancia que el general Taboada tenía en Sepulturas. Murdaugh, sin dificultad, realiza travesía y señala en su informe que el trayecto desde San Miguel hasta Sepulturas era perfectamente navegable.

Page redactó un interesantísimo informe donde destacaba que el río Salado era navegable en una extensión de ochocientas millas y señalaba la celeridad con que se podían realizar estos viajes, «poniendo en comunicación con el Atlántico a algunas de las más ricas y populosas provincias, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy, etc., cuyos productos hasta hoy han sido llevados al puerto de Rosario por carretas de bueyes, empleando diez meses para ir y volver, y los que ahora en botes, pueden llegar al mismo puerto en quince días y volver cargados de mercaderías en veinticinco...». También aseguraba, en una carta enviada al general Taboada, con fecha 26 de noviembre de 1853 que:

«No habría dificultad para él en encontrar capitalistas en los Estados Unidos que se embarquen en la Empresa de Navegación de Salado

REPERCUSIÓN EN LAS PROVINCIAS DE LA CONFEDERACIÓN

El éxito obtenido por la expedición de Page despertó el cálido entusiasmo de las provincias recorridas por el río. Hemos visto el apoyo brindado por Salta y Santiago del Estero. En Tucumán, el recibimiento a Page fue apoteótico. Se brindaba en todos lados por uno de los acontecimientos más importantes en la historia del país, a partir de la independencia. Pero quizás, reflejen todo este sentimiento en su mayor medida las apreciaciones de don Vicente G. Quesada, uno de nuestros más ilustres hombres de letras, que escribía lo siguiente desde el periódico El Comercio de Corrientes:

«A primera vista parecería que Corrientes no está íntimamente interesada en la prosperidad de las provincias del norte pero estudiando sus conveniencias comerciales descubrimos cuánto ganaría siendo navegable el Bermejo y abriendo un camino por el Chaco... Santiago del Estero, esa provincia situada casi puede decirse en el centro de la nación, busca bajo la inteligente administración de nuestro amigo el señor Taboada una salida al Paraná para exportar así la multitud de valiosos productos que hoy se pierden por la carestía de los fletes y la inmensidad de las distancias... De este modo, los frutos de Santiago, Catamarca y Tucumán buscarían su salida al Paraná y el comercio de Goya utiliza y se desarrollaría inmensamente».

Terminaba su artículo señalando enfáticamente Quesada:

«Los proyectos de la naturaleza del presente merecen ser apoyados por los verdaderos patriotas: dar vida a poblaciones que mueren civilizar multitudes salvajes, es altamente moral y profundamente humano. Lo hemos dicho ocupándonos de la provincia de Santiago del Estero, que su porvenir dependía de buscarse una salida por el Chaco al Paraná, esta creencia que tenemos desde que conocimos las localidades hablamos con personas competentes ha merecido siempre la atención preferente del señor Taboada, a quien felicitamos muy especialmente".

Proféticas palabras las de Vicente Quesada. Era de fundamental importancia para Santiago evitar el aislamiento en que se encontraba. Pocos años después, fracasada la navegación por el Salado, el ingreso del ferrocarril iniciaría la destrucción de la provincia.

Fuente: Libro "Hacha y Quebracho" de Raul E. Dargoltz

PRIMEROS CONTRATOS DE NAVEGACIÓN DEL SALADO: LA CASA SMITH HERMANOS. DON ESTEBAN RAMS Y RUPERT

 


Los informes de Page, el descriptivo relato del joven Amadeo Jacques y el enorme entusiasmo que reinaba llevó a no pocos empresarios a interesarse por la navegación del Salado,

La Casa Smith Hermanos firmó con la Confederación Argentina, el día 14 de enero de 1856, un meticuloso contrato, para establecer una compañía de Navegación a Vapor por el Salado. El convenio, entre sus principales cláusulas, establecía una concesión por el término de quince años, siempre que la misma se efectuara con buques a vapor, debiéndose realizar a la par del transporte de mercaderías el transporte de personas. El gobierno cedería parcelas en las costas del río, facilitando la colonización de la zona. Los concesionarios estaban obligados a realizar un primer viaje de exploración hasta el mes de marzo de 1856, hasta la desembocadura del arroyo Las Piedras, en Salta. También se regulaban los fletes, para un gran número de artículos. Por ejemplo entre Rosario y Matará el flete no podía exceder los 0,75 fuertes por arroba.

El gobierno decidió, quizás en forma apresurada, rescindir el contrato, al no realizar la empresa concesionaria la referida exploración inicial. Pese a ello, el antecedente es sumamente importante porque fue la base del contrato que posteriormente, el 2 de junio de 1856, firmó la Confederación con el fuerte comerciante Esteban Rams y Rupert, viejo conocido de Urquiza ya que se había desempeñado como proveedor de su ejército en la batalla de Caseros.

El contrato también establecía un plazo perentorio para dar comienzo a los trabajos de explotación: el mes de octubre de 1856. Con ese motivo, y a los fines de no perder el tiempo en esperar que llegaran los vapores y rastras encargados en el Brasil, Rams y Rupert encomendó al baqueano don Lino Belbey para que desde Matará (Santiago del Estero) realizara una primera exploración inicial. El baqueano Belbey, en Matará, debía construir la embarcación que surcaría el Salado.

Y éste, con maderas de los bosques santiagueños, construyó la falua «General Urquiza», en Matará, convirtiendo a la antigua población en un improvisado astillero. Pero sigamos paso a paso esta verdadera hazaña. Rams y Rupert solicitó a la Confederación fuerzas militares para custodiar a los expedicionarios. Con ese motivo, tropas santiagueñas y santafesinas se turnarían en acompañarlos. El punto de relevo de las fuerzas del General Antonino Taboada sería Palo Negro o Higuerillas, y desde el Cantón Los Sauces, partieron los soldados de Santa Fe, al mando del teniente coronel don Antonio Crespo, el día 16 de noviembre de 1856. Seis días antes, custodiado por el general Taboada y cien soldados, desde Matará, Belbey iniciaba la exploración.

La navegación fue muy tranquila hasta Palo Negro, donde al no hallar a los relevos, Taboada decidió continuar escoltando a los expedicionarios. Fue un desencuentro casual, como luego lo explicó el gobernador de Santa Fe, Juan P. López, al realizar los santafesinos el itinerario en línea recta y no por la costa. El incidente no obstaculizó la marcha ni el ánimo de los intrépidos exploradores. Se destacaba entre ellos el baqueano Belbey, que recorrió casi toda la distancia a nado, abriendo el camino con un valor y entusiasmo notables:

*Las tardes ardían en llamaradas de sol santiagueño, los pájaros lanzaban al aire las estridencias de sus gritos y las balsas seguían adelante a la par del nadador, que abría con sus brazos la ruta, que sería camino de pueblos, describe con prosa encendida. Blanca Irurzún”

Y por fin, el 28 de noviembre de 1856, el pueblo y autoridades santafesinas recibían como verdaderos héroes a los tripulantes de la «Gral.. Urquiza», que majestuosa y con sus velas al viento ingresaba al puerto de Santa Fe. Dos provincias argentinas se unían. Una esperanza estaba en marcha. Concluía, al decir apasionado de Di Lullo, la «odisea más extraordinaria del siglo».

El Nacional Argentino, periódico del Paraná, ese mismo día decía:

Una nueva expedición exploradora salió de Santiago, mandada por el general D. Antonino Taboada. Esta acaba de llegar a Santa Fe, trayendo las noticias más lisonjeras. He aquí los datos que se nos han suministrado al respecto: El Río Salado o Juramento es navegable en toda estación, desde Santa Fe hasta Sandia Paso, a cuarenta leguas de la ciudad de Santiago del Estero. La sola dificultad se encuentra en el estero de El Bracho, cuando el agua que se encuentra, y esa desaparecerá con algunos trabajos, está muy baja... Desde diciembre hasta junio el río será navegable hasta Salta... Por medio de la navegación del Salado cuatro provincias van a mudar de aspecto transformándose completamente: Santa Fe, Santiago, Tucumán y el Chaco... El vapor es el gran mágico que va a llamar a la vida a todo un mundo nuevo agrícola-industrial y comercial. Las provincias interiores se pondrán en comunicación rápida con el océano y el Paraná beneficiando así las riquezas que duermen aun inexplotadas, atrayendo brazos y capitales. En seguida de la navegación del Salado vendrá, la del Bermejo que establecerá nuevas relaciones con la extremidad septentrional de la República y la misma Bolivia que tiene más interés en acercarse a nosotros que buscar una difícil travesía hasta el océano Pacífico».

Los expedicionarios del Salado, tanto jefes como soldados, recibieron del propio Rams medalla de honor ordenadas por el gobierno de la Confederación Argentina, con fecha 17 de diciembre de 1856, según el decreto que lleva la firma del doctor Salvador María del Carril, vicepresidente de la Confederación en ejercicio de la presidencia.

Pero no sólo el Salado había sido recorrido en el año 1856. La Confederación propugnaba mejorar el tráfico de mercaderías y establecimiento de colonos euro- peos, como los que se establecieron en Colonia Espernza, Santa Fe, apoyaba todos los intentos de navegación de los ríos interiores. Así tenemos que Augusto Liliedal, en el año 1856, partiendo de la población de Villa Nueva, Córdoba, llegó por el Carcarañá a la confluencia del Coronda, y el año anterior, el capitán José Lavarello había navegado el Bermejo, hasta el río Parguay.

Todos estos intentos de navegación de los ríos interiores del Gran Chaco decidieron aún más a Esteban Rams y Rupért a continuar con su empresa sobre el río Salado, cuyo principal propósito era el establecimiento, en los fértiles valles del río, de colonias de inmigrantes como las que se establecieron en la provincia de Santa Fe. Sabía que las dificultades eran muchas, pero el Colón de tierra adentro, como lo llamó Miguel Cané14, no cejó jamás en su propósito, convencido de que la grandeza de una nación se debía juzgar por el mayor o mejor número de vías de comunicación que la misma poseía:

"las dificultades que debían presentarse para vencer los estorbos que ofrece un río poco caudalos, que atraviesa un país despoblado y desconocido jamás se me oculta- ron, pero estando persuadido, de que unas aguas que vienen desde tan larga distancia sn interrumpir su curso hasta el Paraná, debían ser forzosamente navegables, no he desmayado un solo momento ni he perdido un solo día a fin de dotar al país de una nueva e importante vía de comunicación interior"

Es así que el 26 de enero de 1857, la proa del vapor Santa Fe adquirido por Rams en el Brasil, principió a romper las mansas corrientes del Salado. Capitaneaba la embarcación el práctico Lino Belbey, que iba a recorrer esta vez el camino de sur a norte. Por disposición del gobierno nacional también iba el ingeniero Rodolfo Blandovsky, y naufraga la chata que llevada a remolque por el vapor transportaba los víveres y demás enseres. Pese a ello, los expedicionarios continuaron la marcha y a los siete días, luego de haber recorrido ciento catorce leguas, se arribó a Monte Aguará, donde debieron, nuevamente, estacionarse por la escasa profundidad del agua. Allí permanecieron once meses sin poder adelantar un solo paso y a la espera de las crecientes que no llegaban.

Rams regresa a Santa Fe donde recibe el vapor "Río Salado", y encarga al capitán del mismo, Juan B. Benetti, que inicie la limpieza del cauce del río con dos rastras adquiridas al efecto y en el mes de octubre del año 1857 nuevamente se encuentra en Monte Aguará, donde en lanchas llega a Navicha, localidad cercana a El Bracho (Santiago del Estero), y luego de tomar los datos del rio que necesitaba, regresa a Santa Fe.

El infatigable empresario, obtiene el concurso del ingeniero constructor Juan Coghlan recién llegado de Irlanda, y éste el 17 de noviembre de 1858, asistido por los ingenieros José de Guerrico y Neville Mortimer, inició desde Santa Fe, una nueva expedición que concluyó en un rotundo éxito al pasar sin problemas el eterno obstáculo de Monte Aguara, paraje fatal hasta el momento y llegar a Guaype (Santiago del Estero), población situada a sólo cinco leguas al norte de Matará. Luego regresaron hasta el punto de partida. Como resultado de esta expedición Coghlan preparó un minucioso y extenso informe, que Rams presentó al Gobierno Nacional, donde hacía especial referencia a la imprescindible necesidad de encarar algunas obras de mejoramiento y encauzamiento del Salado.

Fuente: Libro "Hacha y Quebracho" de Raul E. Dargoltz

COMPAÑÍA DE NAVEGACIÓN A VAPOR DEL RÍO SALADO. APOYO DE ALBERDI DESDE FRANCIA

 


Las provincias atravesadas por el Salado apoyaron en todo momento la obra de Rams, como en su oportunidad lo hicieron con Page. Santa Fe promulgó una ley que concedía a la empresa tierras para la colonización de las costas saladeñas¹6. Santiago, una vez comenzada la explotación cedería cien leguas cuadradas con el mismo objeto, y la provincia de Salta comisionó al doctor Pablo Saravia para que procediera a construir un camino, que desde Miraflores uniera el Salado con el Bermejo.

Pero Rams, no obstante las franquicias estatales recibidas y el apoyo de las provincias no contaba con el capital necesario para seguir adelante con sus proyectos. Viaja a Europa, en busca de apoyo financiero, y en el viejo mundo hizo editar un folleto en francés, casi desconocido entre nosotros, con el fin de publicitar a su empresa. Traduciremos algunos párrafos del mismo, que son realmente curiosos. El título era: Compagnie de Navigation a Vapeur du Rio Salado. Veamos la integración del Consejo Directivo de esta sociedad en comandita que giraba bajo la razón social de Esteban Rams y Cía. Aparte del propio Rams, lo integraban Norberto de la Riestra, Ministro de Hacienda de la Confederación; Constantino de Santa Mana, comerciante de Buenos Aires; doctor Nicanor Molina y Ramos Puig. de Paraná; y Domingo Crespo y José Cullen, de Santa Fe. Se describía al Salado de la siguiente manera:

«El Rio Salado, situado al norte de la Confederación Argentina es navegable sobre un recorrido de más de 1.500 kiómetros desde la ciudad de Santa Fe hasta la provincia de Salta. En comunicación con el Atlántico por el Paraná y el Río de la Plata, desde Santa Fe, el Salado atraviesa las provincias de Santa Fe, Tucumán y Salta, y las pone en comunicación con el sur de Bolivia. Este río servirá también para el transporte de los productos de la provincia de Jujuy, situada sobre su costa izquierda; y los de la muy rica de Catamarca, sobre su costa derecha».

Como podemos apreciar el redactor del folleto no era muy entendido en geografía argentina, como tampoco lo eran los destinatarios del mismo. Alberdi, embajador argentino en Francia, se sintió inmediatamente atraído por el proyecto de Rams, y se inhibió de separar de su cargo de cónsul argentino en París, a don Pedro Gil, gestor de la empresa de Rams, por las dificultades que esa medida ocasionaría en la marcha del proyecto. Así lo comunicaba el ilustre tucumano, al Ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación, en carta enviada el 24 de marzo de 1861.

De regreso a Santa Fe, Rams prepara una nueva expedición. Invita a participar en ella a destacados personajes, como el cónsul británico en Rosario, quien reseñó sus impresiones en una interesante descripción, y que estaba interesado en investigar «si realmente el algodón silvestre crecía en muchos miles de acres como se había informado, en varias comunicaciones a la Asociación Abastecedora de Algodón de Manchester. Estaba también encargado de averiguar la manera más conveniente de recoger y llevar a Inglaterra ese algodón, inquiriendo si había escasez de trabajo, u otra cualquier causa en el distrito>> 19.

La expedición, si bien tenía por objeto probar la navegación del rio, sería realizada esta vez por la costa. Salió del Hotel de Comercio de Santa Fe el 9 de noviembre de 1862 y pasaron sin ninguna dificultad por Esperanza, el Valle de la Soledad, y llegaron a Monte Aguara donde se detuvieron cuatro días a los fines de que el Ingeniero Cook, fue enviado por el Banco Maua de Río de Janeiro, estudiara este paraje, dentro del territorio santiagueño. De Monte Aguará regresaron a Esperanza y de esta Colonia se dirigieron a Gramilla, donde nuevamente esperaron al ingeniero Cook que terminara con sus investigaciones en el estero de El Bracho.

Y de allí todos juntos se dirigieron a Matará donde terminaron la expedición. Rams, en Santiago, con el apoyo de los Taboada y el concurso de los ingenieros Guillermo Cook, C. Albeck y Juan Hildebrand, preparaban los proyec tos para la canalización del río en el tramo del Bracho viejo, y en ese lugar el 25 de diciembre de 1863, una distinguida concurrencia, se dio cita, llena de fervor y optimismo, para inaugurar las obras de «Canalización, desmonte y limpieza del antiguo cauce del río Salado”20, Dio comienzo el acto el vicario de la provincia, presbítero Sebastián de Jesús Gorostiaga, bendiciendo las obras y después, el padrino del acto, el gobernador Taboada:

"...dio el primer azadonazo dentro del mencionado cauce, y el primer hachazo a uno de los árboles que allí había, continuando de la misma manera los demás presentes, se cantó un Tedeum invocando la protección del altísimo para la consecución de un fin que significa e importa la vida moral y física, no sólo de esta provincia, sino también de todas las del interior>>21

El gobernador Taboada, el senador Borges y el vecino Remigio Carol que usaron de la palabra recalcaron la gran importancia de la obra, al igual que empresario Rams, que agradeció a todos, «asegurando que no descansaría hasta ver surcadas las aguas del Salado por el vapor, que es el precursor de la civilización, de la riqueza y del bienestar de todo el país»22

MUERTE DE ESTEBAN RAMS Y RUPERY

Rams, a fines de 1865 firma con el gobernador de Santa Fe, representado por el Ministro Juan del Campillo, un plan de colonización de las costas del río Salado, en el que se comprometía a establecer en dichas colonias de tres mil a cinco mil familias extranjeras. El gobernador Nicasio Orono le había facilitado todos los medios necesarios para llevar adelante esta tarea, pero el valiente empresario encuentra la muerte, víctima del cólera, el 17 de abril de 1867, en los momentos precisos en que al frente de los vapores «Rosario» y «Ventura» y las chatas «Rudecinda» y «<San José», cargadas de poderosos elementos destinados a remover del río los obstáculos que impedían la navegación, se proponía coronar la obra por cuya realización tanto tiempo había suspirado en vano23. Con la muerte de Rams, no sólo terminó la vida de un gran visionario y patriota argentino. Terminó con él una idea que de ninguna manera era quimérica. Murió Rams con el pleno convencimiento de que el Salado era navegable: «tengo la certidumbre de poder asegurar a V.E. que en el mes de julio del próximo año subirá sin tropiezo alguno hasta este punto (El Bracho) y si se forma a la Compañía este año en Inglaterra (como espero) desde luego le puedo afirmar que en 1868 llegare con mi vaporcito a Matará y Sepulturas “24.

OTROS PROYECTOS DE NAVEGACIÓN DEL SALADO

Después de la muerte de Esteban Rams hubo algunas voces aisladas, que desde el Congreso Nacional o bien desde el periodismo en Santiago del Estero, propugnaban retornar a los viejos anhelos de encontrar una vía de comunicación hacia el Paraná, a través del Salado. El ingeniero Jesús Fernéndez, en un artículo publicado en el órgano del Centro Nacional de Ingenieros durante el año 1899 realizaba un interesantísimo que estudio socioeconómico sobre la canalización y navegación del Salado desde Icaño (Santiago del Estero) al sur y su alimentación por medio del río Dulce desde Estación Salavina.

También Alejandro Gancedo, a fin del siglo XIX, presentaba al Congreso el proyecto del canal navegable desde Santiago del Estero al río Paraná, en un trayecto de más de quinientos Kilómetros, al igual que el proyecto presentado en el año 1899 al Congreso Nacional por los señores Dutilloy y Cia. sobre un canal navegable que partiendo desde un punto cualquiera de Santiago del Estero llegaría hasta la laguna de Coronda en Santa Fe. Este último proyecto, a pesar de la opinión favorable de la Inspección de Obras Hidraúlicas de la Nación a cargo del ingeniero Baravino ni siquiera fue tratado.

CONCLUSIÓN

Sólo habían pasado escasos siete años de la muerte de Rams y Rupert y el proyecto de navegación del Salado moría irremediablemente. El «progreso bajo las formas del ferrocarril ingresaba por territorio santiagueño. La suerte había sido echada de antemano, por el capital inglés y sus aliados nativos al condenar a Santiago a ser la productora de los miles de kilómetros de durmientes para las vías férreas y los postes para los alambradas divisorios de las grandes estancias de la pampa húmeda, aprovechando sus interminables quebrachales.

De esta manera Matará, El Bracho, Suncho Corral, Icaño, Аñatuya y los pueblos del gran Chaco, no serían ya los grandes puertos sobre el Salado, puntos de embarque de los productos extraídos de los fértiles valles por donde este río cruza. Ni tampoco se convertirían en las grandes ciudades industriales, con modernos astilleros que aprovecharían los inmensos bosques seculares, como lo había hecho antes el baqueano Lino Belbey, para construir una gran flota fluvial que comunicaría a través de los ríos del gran Chaco a las «provincias pobres» del interior y a nuestras hermanas americanas de Bolivia y el Paraguay con el litoral atlántico.

Por el contrario. Se fundarían nuevas ciudades a la vera del ferrocarril. Se aislaría con el trazado de las vías férreas a la capital y a las tradicionales poblaciones. Los antiguos pobladores, atraídos por la «ilusión del bosque», abandonarían sus hábitos agrícolas-pastoriles para internarse en los obrajes. Sobrevendría la explotación forestal y la devastación más inicua e irracional que conoce la historia de los bosques del Chaco santiagueño y con ella, poco a poco, como en una lenta <<agonía» al decir de Orestes Di Lullo, la muerte de los «viejos pueblos>>.

Comprender la historia pasada es también poder analizar el presente y de esta manera tratar de elaborar y construir nuestro porvenir. Pero, ¿alguien cree, todavía, el pensamiento de Alberdi, Vicente Quesada, Mariano Fragueiro, Manuel Leiva, Jesús Fernández y Alejandro Gancedo sobre el futuro de Santiago del Estero y de las provincias interiores es cosa perteneciente al pasado?

La canalización y navegación del Salado y del Bermejo, así como el aprovechamiento integral de las aguas del Paraguay y del Uruguay, entrelazándonos fraternalmente con Bolivia, Paraguay y Brasil, no es historia pasada, es el presente más inmediato y la clave del futuro y también la posibilidad concreta de recorrer nuevamente el camino trazado por San Martín, Artigas y Bolívar.

 

Fuente: Libro "Hacha y Quebracho" de Raul E. Dargoltz

martes, 26 de julio de 2022

La crisis climática llegó, y con fuerza, a América Latina

 


Los fenómenos meteorológicos extremos y los impactos del cambio climático están afectando a América Latina y el Caribe, de la Amazonia a los Andes y desde los océanos hasta los confines de la Patagonia cubiertos de nieve, reiteró este viernes 22 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Los riesgos hidrometeorológicos -como las sequías, las olas de calor y de frío, los ciclones tropicales y las crecidas- “han causado la pérdida de cientos de vidas, ocasionado graves daños en la agricultura y la infraestructura, y provocado desplazamientos de población”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

El informe de la OMM “El estado del clima en América Latina y el Caribe 2021” se expuso en una conferencia técnica regional para los países de América del Sur, organizada por esa agencia de las Naciones Unidas en esta ciudad a orillas del Caribe.

En ese reporte se resaltan las repercusiones del cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, sobre los ecosistemas, la seguridad alimentaria e hídrica, la salud de las personas y la lucha contra la pobreza.

Las tasas de deforestación fueron las más elevadas desde 2009, y ello no solo perjudicó al ambiente, sino que además socavó las iniciativas de mitigación del cambio climático.

Los glaciares andinos han perdido más de 30 % de su superficie en menos de 50 años, y en toda la región algunos simplemente están desapareciendo.

La “megasequía” que azota la zona central de Chile es la más pertinaz en lo que va de siglo, y en la cuenca del Paraná-Plata los daños a la agricultura causados por la sequía redujeron las cosechas, en especial las de soja y maíz, y ello afectó a los mercados agrícolas mundiales.

En el conjunto de América del Sur, las condiciones de sequía provocaron un descenso de 2,6 % en la cosecha de cereales de 2020/2021 con respecto a la temporada anterior.

Por contraste, precipitaciones extremas ocasionaron crecidas y deslizamientos de tierra, con cientos de víctimas mortales, decenas de miles de viviendas destruidas o dañadas y cientos de miles de desplazados. En solo dos estados brasileños -Bahía y Minas Gerais- las pérdidas materiales se estimaron en 3100 millones de dólares.

La tendencia al calentamiento en la región ha continuado: la tasa media de aumento de las temperaturas fue de 0,2 grados centígrados por década entre 1991 y 2021, frente a 0,1 grados por década registrados entre 1961 y 1990.

“Se prevé que la creciente subida del nivel del mar y el continuo calentamiento de los océanos sigan afectando a los medios de subsistencia, el turismo, la salud, la alimentación, la energía y la seguridad hídrica en las zonas costeras, en particular en las islas pequeñas y los países de América Central”, dijo Taalas.

El nivel del mar en la región continuó subiendo a un ritmo más rápido que a escala mundial, sobre todo a lo largo de la costa atlántica al sur del ecuador, y en el Atlántico norte subtropical y el golfo de México.

Taalas indicó que “para muchas ciudades andinas, el deshielo de los glaciares representa la pérdida de una importante fuente de agua dulce que actualmente se destina a uso doméstico, riego y generación de energía hidroeléctrica”

En el conjunto de América del Sur “la continua degradación de la pluviselva amazónica sigue siendo uno de los principales motivos de preocupación, tanto para la región como para el clima a escala mundial, habida cuenta de la función que desempeña ese tipo de bosque en el ciclo del carbono”, añadió Taalas.

Un total de 7,7 millones de personas en Guatemala, El Salvador y Nicaragua experimentaron altos niveles de inseguridad alimentaria en 2021, a lo que contribuyeron factores como el efecto continuado de los huracanes Eta e Iota de finales de 2020 y las repercusiones económicas de la pandemia.

Por su parte, Mario Cimoli, a cargo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), destacó que el agravamiento del cambio climático y los efectos combinados de la covid-19 no solo han afectado a la biodiversidad de la región.

“También han estancado décadas de progreso contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y la reducción de las desigualdades en la región”, dijo Cimoli.

En toda la región hubo 175 desastres durante el período 2020-2022, y 88 % de ellos  se debieron a causas meteorológicas, climatológicas o hidrológicas. Fueron causa de 40 % de las muertes debidas a desastres y de 71 % de las pérdidas económicas.

Para reducir los efectos adversos de esta situación se requieren inversiones sostenibles y servicios climáticos con sistemas de alerta temprana de extremo a extremo que aún no se han desplegado adecuadamente en la región, es una conclusión central del informe de la OMM.

Fuente: ipsnoticias.net

A-E/HM

viernes, 15 de julio de 2022

Más de 20 años de soja al cuello

 El 25 de marzo de 1996, el secretario de Agricultura de Carlos Menem, Felipe Solá, autorizó con un trámite express el ingreso de la soja transgénica, basado en estudios de Monsanto. Aumentó el uso de glifosato. Record de desmontes y desalojos


Por Darío Aranda

Paseo Colón 982. 25 de marzo de 1996. El gobierno de Carlos Menem autoriza la primera soja transgénica y ya nada volvería a ser igual. Un cambio drástico para la agricultura de Argentina, aprobado en un trámite express de sólo 81 días y en base a estudios de la propia empresa Monsanto. Dos décadas después, el 60 por ciento de la tierra cultivada tiene un solo cultivo y se utilizan, cada año, 200 millones de litros de glifosato. Cuantiosos ingresos para el país, pero también consecuencias: record de desmontes, uso masivo de agrotóxicos, desalojos a campesinos y pueblos indígenas, concentración de tierras en pocas manos. Veinte años de una Argentina transgénica.

Felipe Solá, secretario de Agricultura de Menem, firmó el expediente de aprobación de la soja transgénica. En 2011, un grupo de seis científicos de distintas disciplinas realizó una lectura del informe. Confirmaron que la autorización no contaba con estudios sobre efectos en humanos y ambiente, la información era incompleta y cuestionaron que el Estado argentino no haya realizado investigaciones propias. “El expediente de aprobación es, desde el punto de vista científico, tendencioso, arbitrario y poco científico. La mayor parte de los resultados en puntos de extrema importancia como consumo humano, o los tests ecotoxicológicos en ratones, pollos y peces, corresponden a las propias investigaciones de Monsanto. Son juez y parte”, denunció Norma Sánchez, profesora titular de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) e investigadora independiente del Conicet.

La soja transgénica pasó de seis millones de hectáreas a doce millones (en 2003) y veinte millones (en 2015). Las exportaciones fueron millonarias. El investigador Tomás Palmasino, del Instituto Gino Germani de la UBA, precisó que, entre 2002 y 2013, Argentina exportó 158.000 millones de dólares (en poroto, harina y aceite de soja).

En economía se refiere como “externalidades” a las consecuencias no deseadas (y que las empresas no rinden cuentas). El desmonte es una “externalidad” del agronegocio. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (de la ONU), donde participan más de 300 científicos de todo el mundo, alertó en 2014 que el 4,3 por ciento de la deforestación global ocurre en Argentina. Hernán Giardini, de Greenpeace, precisó que, desde 1998 hasta 2014, fueron arrasadas 5.123.065 hectáreas. “Equivale a 300.000 hectáreas por año, una hectárea cada dos minutos”, afirmó Giardini. El 80 por ciento de la deforestación se concentra en Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco, todas provincias en las que avanzó el modelo agropecuario transgénico.

Según los censos agropecuarios de 1988 y 2002, en ese período desapareció el 25 por ciento de las explotaciones agropecuarias (104.000 fincas). Hay coincidencia de científicos sociales en que el número de chacras siguió en caída, pero no hay censo agropecuario completo desde hace catorce años. Datos del INTA confirman la concentración de tierras: el dos por ciento de las explotaciones agropecuarias cuenta con el 50 por ciento de la tierra cultivable.

La Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf) es un espacio interdisciplinario donde confluyen quince organizaciones que trabajan en el Norte del país. Releva los conflictos de tierra y ambientales que suceden en la región conocida como “Chaco argentino” (Formosa, Santiago del Estero, Chaco, este de Salta, norte de Santa Fe y Córdoba). En marzo de 2013 publicó su informe “Conflictos sobre tenencia de tierra y ambientales”. Relevó 248 disputas territoriales, que afectan a 1.580.580 personas en una superficie de 11.824.660 hectáreas. La mayoría de los conflictos relevados (ocho de cada diez) se inició a partir del año 2000. “Coincidiendo con el impulso del modelo agroexportador y la expansión de la frontera agropecuaria en la región chaqueña”, señala en las conclusiones. Redaf explica que para el sector privado (empresarios y productores capitalizados) y el Estado, “lo que está en juego es la imposición de una forma de producción basada en el agronegocio en gran escala, destinado sobre todo a la exportación. La tierra les representa un bien económico necesario para producir con rentabilidad, sin importar los costos ambientales, culturales y sociales que impliquen”.

La Red de Médicos de Pueblos Fumigados precisó que el uso de agrotóxicos pasó de 30 millones de litros (en 1990) a 300 millones anuales en 2011 (200 millones son glifosato). De dos litros del herbicida glifosato por hectárea se incrementó a entre ocho y doce litros. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, en su reciente publicación “Los plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente”, advirtió que los agroquímicos permanecen durante meses en el suelo, afectan cursos de agua, y cuestionan que Argentina es el país con más uso de químicos y menos “eficiente” en la producción de granos. “El actual modelo de agricultura industrial o modelo extractivo ha pretendido que la química (los plaguicidas) controle a la biología, simplificando así la toma de decisiones. Sin embargo, dentro de este modelo, no se ha tenido en cuenta que el uso excesivo de plaguicidas pone en serio riesgo al recurso suelo”, afirmaron los investigadores del INTA.

 Andrés Carrasco, científico que en 2009 confirmó los efectos letales del glifosato y luego sufrió un ataque de las corporaciones transgénicas (fallecido en 2014), definió al modelo de agriculturaquímica en Argentina como un “experimento masivo a cielo abierto”.

Fuente: Pagina/12

miércoles, 22 de junio de 2022

Corte Suprema de Estados Unidos ratifica condena a Monsanto

 Un hombre había demandado a Monsanto al afirmar que su cáncer se debió al herbicida Roundup, el cual usó por 25 años y acusó al grupo de engañar a los usuarios al asegurar que el glifosato era inofensivo.


La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este martes (21.06.2022) un recurso de Monsanto, propiedad del grupo alemán Bayer, con lo que ratificó de forma definitiva la sentencia que le condenaba a pagar 25 millones de dólares a un jubilado que atribuye su cáncer al herbicida Roundup.

El tribunal no ha justificado su decisión, la cual puede acarrear graves consecuencias al grupo, objeto de más de 30.000 denuncias similares. Bayer afirma haber reservado 4.500 millones de dólares adicionales para hacer frente a nuevos procedimientos judiciales.

"Bayer discrepa respetuosamente con la decisión de la Corte Suprema", pero "está completamente preparado para afrontar el riesgo legal asociado con posibles futuras denuncias en Estados Unidos", reaccionó el grupo en un comunicado.

La compañía dice "no admitir ningún fallo ni responsabilidad" y "sigue apoyando sus productos Roundup, una herramienta valiosa para una producción agrícola eficaz en el mundo", agregó.

Edwin Hardeman, a quien se le diagnosticó un linfoma de Hodgkin en 2015, fue uno de los primeros en demandar a Monsanto al afirmar que su cáncer se debió al herbicida que usó en su propiedad durante 25 años y acusó al grupo de engañar a los usuarios al asegurar que el glifosato era inofensivo.

Monsanto insiste en que ningún estudio ha concluido que el glifosato y Roundup, el cual se comercializa desde la década de 1970, son peligrosos.

El grupo alemán Bayer compró el estadounidense Monsanto en 2018 por 59.600 millones de euros.

Fuente: dw.com

 

sábado, 28 de mayo de 2022

“En Santiago del Estero se ha naturalizado la usurpación”, afirma Marisa Figueroa, que apunta también contra “los punteros que se dejan crecer la barba y se sienten revolucionarios”

 


“Imayna purinki”, dice a modo de saludo. Y luego de ese “¿Cómo estás?” en quichua que tiene un sonido tan dulce y cantarino, Marisa nos cuenta sobre la dura realidad que se vive en Santiago del Estero en muchos aspectos, pero sobre todo vinculada a la usurpación de tierras de campesinos, en ocasiones avaladas por… ¡movimientos campesinos!

 “El movimiento ´Santiagueños en defensa de la vida rural´ surge de una asamblea autoconvocada en marzo 2021 cuando el sur de Santiago ardía en violencia por las usurpaciones en los departamentos Mitre, Quebracho, Aguirre y Ojo de agua”, explica Marisa Figueroa, trabajadora social, de familia santiagueña, y que vivió en Buenos Aires hasta hace un par de años, cuando decidió volver a la tierra de sus orígenes.

“Hoy vivimos una situación terrible y paradójica, donde funcionarios vinculados con el poder y movimientos que dicen proteger al campesinado, son cómplices o protagonistas de las usurpaciones”.

-Resulta difícil de entender…

 -Si, y muy penoso. El Mocase (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) arranca en los años 80 con el noble objetivo de reivindicar los derechos de los campesinos. Fue una gesta necesaria y muy valiente, al enfrentarse en ese entonces con el juarismo. Pero años más tarde, la dirigencia comienza a ser cooptada por la política partidaria, perdiendo la potencialidad de sus reclamos. Pero yo diría que el “punto de inflexión” se da con el ingreso de la organización Vía Campesina hacia fines de la década del 90.

 -¿Y por qué eso fue un problema?

 -Porque el Mocase se divide, y si bien hoy las dos ramas del Mocase cuentan con funcionarios en el gobierno, el Vía Campesina incorpora identidades ajenas a la del hombre y la mujer rural, más bien vinculadas a las identidades de la “agenda global”. Desde entonces, el Mocase incorpora la cuestión indígena.

-¿Y eso está mal?

 -Desde ya que aquí la gran mayoría nos reconocemos descendientes no solo de indígenas sino también afrodescendientes, pero lo que quiero decir, es que nunca existió conflicto ni complejo identitario. En muchos parajes se continúa hablando la quichua. Hoy, este movimiento se define como indígena campesino feminista y popular. Y esto vino de la mano de los proyectos con financiación que comenzaron a bajar de diversos ministerios; pero sobre todo, con la posibilidad de acceder a una personería jurídica como comunidad indígena otorgada por el INAI. La famosa carpeta técnica de relevamiento territorial que se otorga, ha servido en muchos casos, para traer tranquilidad a comunidades campesinas tradicionales contra el avance de la venta fraudulenta de tierras en la provincia; pero en otros casos, la dirigencia canalla ha salido abiertamente a usurpar tierra campesina, amparándose en ese relevamiento del INAI.

El movimiento campesino santiagueño se ha alejado de sus orígenes.

-¿Y cuál es el origen o el verdadero movimiento campesino santiagueño?

 -La resistencia desde el arraigo y la relación con la tierra. El vínculo directo con la producción de alimentos y la sabiduría ancestral. Yo soy hija, nieta y bisnieta de santiagueños, la  primera generación que nació en Buenos Aires y ya regresó. Comprendo el dolor que provoca el desarraigo, lo viví con mis padres. Hace 3 años que volví a Santiago y soy consciente que traigo también una mirada urbana. Y todo el tiempo me choco con esta otra forma de ver el mundo. Tremendo aprendizaje y lleva su tiempo. Por eso no comprendo al que viene de la ciudad a imponer “su paradigma”. Una vez le pregunté a una prima que tenía 4 niños y estaba embarazada, si pensó en abortar o ligarse las trompas. Con la mirada me respondió y hasta se podría decir que “me enseñó”. Con esto no quiero decir que no se practiquen abortos en el campo, sino que lo que para mí podría ser hasta lógico, en la ruralidad es hasta desubicado. Los niños siguen siendo una bendición, vengan los que vengan. Y esto sucede todo el tiempo. En los últimos años han hecho base en la ruralidad movimientos cartoneros, de la economía social, etc. Y vienen sus técnicos a dar cursos de agroecología, a campesinos que incluso conservan su propia semilla por fuera de las del INTA, porque lo han hecho siempre y sostienen que su sandía es insuperable. Pero también instalan sus merenderos, sin siquiera consultar cuales son las necesidades del lugar. En la ruralidad los merenderos no son necesarios.

-¿En serio no son necesarios?

-Claro que no, porque pueden faltar muchas cosas en el campo: luz, agua potable, caminos y hasta un tractor para mejorar las condiciones de trabajo de un campesinado que trabaja la tierra con sus caballos; pero hambre no hay. En muchísimos parajes, nos manejamos con una economía casi precapitalista y de intercambio donde –por ejemplo- si un vecino cosecha sus zanahorias, todos los vecinos podemos ir a buscar una bolsa, y así con todas las verduras y frutas. Aquí el campesino se autoabastece, vende el excedente y además comparten con los vecinos. Estos movimientos vienen a instalar su proyecto político

-Pero si las personas no tienen problemas de hambre, ¿para qué irían a esos comedores?

 -La gente va a los merenderos porque los anotan para los planes sociales. Luego los bajan y de esa forma comienza la construcción política en los parajes. Ya están los votos asegurados para las elecciones de comisionados. La particularidad del Mocase Vía Campesina es que tiene vínculos con ministerios y secretarias nacionales y provinciales, además de funcionarios, aunque la mayoría de su dirigencia no es campesina y trae “las mañas” de los punteros que conocemos de los conurbanos. Se dejan crecer la barba y se sienten revolucionarios. Cuando encabezan algunas usurpaciones a campesinos, en su relato hacen referencia a “recuperar territorio ancestral”

-¿Usted no tiene luz?

-Vivo a 35 kilómetros de Santiago capital y no, no hay luz, y son parajes antiquísimos. Solo tenemos agua de pozo que, aunque no se puede tomar por el alto nivel de arsénico, la tomamos igual. Acá el tema del agua también es clientelar, tenemos que llevarnos bien con el delegado local, porque él decide si te trae o no el camión para rellenar el tanque. En mi caso, como tuve un conflicto con la comisionada local por usurpación, toda mi familia se vio perjudicada. Hace más de dos años que tenemos que recurrir al paraje vecino para solicitar el agua.

-¿Cómo se relaciona todo esto con la usurpación?

 -Son casi 70 años de una provincia feudal, sin acceso a la información y con el terror a las represalias, la gente pierde toda expectativa de vivir mejor. Eso te va quebrando y no tenés cómo defenderte. Es un caldo de cultivo para que el fenómeno de la usurpación se haya potenciado tanto en estos últimos años, y sobre todo en la zona de riego. Acá no hay Estado de derecho porque no hay división de poderes: no hay ni un solo juez que llegue por concurso, son todos designados por el Ejecutivo. En muchísimos casos los usurpadores son funcionarios o personas muy vinculadas con el poder que, aprovechando la ausencia de regularización dominial, realizan prescripciones y escrituran las tierras a su nombre en tiempo récord.

-¿Ese es el argumento para la expropiación?

 -Uno de ellos. Hoy el argumento más absurdo para despojar a los campesinos, es el que tienen como víctima a la familia Ardiles de Chaguar Punco, quien aún con un título perfecto que data de 1976; el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Eduardo López Alsogaray, los desposeyó de sus 30 hectáreas para apropiárselas él, aduciendo ser “heredero” por su tátara tía, quien poseía una merced del año 1700, por la que el gobernador de entonces “le donaba toda la zona”. No es ficción. Encontraras detalles en las redes. Sea cual fuere el mecanismo, hoy el enemigo es el campesino agricultor y criancero; porque ha sabido resistir con autonomía todas las crisis. Por eso los despojan de sus tierras y los hacinan en las ciudades, para que dependan del plan y el bolsón.

 -¿A usted le usurparon tierras?

 -Sí, ya que hay una tercera modalidad de usurpación. En mi caso un escribano ingresó al campo de mi padre, que consta de 10 hectáreas, por el sur. Topadora mediante volteó nuestros árboles más añejos y abrió una acequia clandestina. Mientras por el norte, el comisionado levantaba una vivienda social para un puntero político. Todo en apenas días. La estrategia ante nuestra denuncia es: “yo compré al poseedor de la vivienda social”. Nosotros contamos con escritura, impuestos al día, etcétera, y por eso no abandonamos la pelea por recuperar nuestra tierra, pero la mayoría de los damnificados por este escribano no tienen las mismas herramientas. Ojo, pasa con escribanos, diputados, intendentes… En Santiago del Estero, es como que se ha “naturalizado” la usurpación, es una zona liberada. Entonces nuestra Asamblea nace para denunciar todo esto, ya que no existía en la provincia un espacio donde las personas se animen a contar la tragedia que nos atraviesa. Fue tanta la gente que comenzó a denunciar que hasta vino el equipo de Telenoche, hicieron un gran informe, se llevaron mucho material… pero nunca salió al aire. Eso demuestra el enorme poder que sostiene este avasallamiento. Nosotros seguiremos defendiendo el arraigo y la vida rural.

Fuente: bichosdecampo.com