El ambientólogo Claudio Bertonatti explica su
polémico artículo.
Hace menos de una semana, Claudio Bertonatti, uno de los
naturalistas más reconocidos de Argentina, escribió un artículo que provocó un
terremoto. El tsunami ha llegado hasta aquí, y es probable que se extienda aún
más.
En su texto, La confusión del veganismo, advierte que
consumir vegetales no evita la muerte de animales. Bertonatti ha enfurecido a
cientos de veganos y vegetarianos, también a otros profesionales de la
conservación de la naturaleza. Sin embargo, muchos de los que le leyeron
aprendieron algo sobre los derechos de los animales que nunca se habían parado
a pensar.
Hemos hablado con Claudio sobre su idea sísmica, y también
sobre las claves de la polémica.
Claudio, usted ha sido vegetariano. ¿Por qué tomó esa decisión?
Cuando era adolescente me empezaron a interesar la
naturaleza y los animales, y pensé que al convertirme al vegetarianismo iba a
evitar la muerte de muchos de ellos. Pero cambié de opinión.
¿Qué pasó?
Empecé a estudiar la naturaleza y la fauna, a salir al campo
a observar. Me di cuenta de que en los cultivos agrícolas no había aves, y que
las pocas que había estaban perseguidas. Entonces estudié anfibios, mamíferos,
reptiles y peces, y me di cuenta de que estaba confundido.
¿Por qué?
Siendo vegetariano evitaba la muerte y el sufrimiento de los
animales domésticos, pero no la de las especies silvestres. Y muchas de estas,
a diferencia de las vacas, los cerdos y las cabras, están desapareciendo.
Entonces cambié, y volví a ser omnívoro.
¿Qué le impulsó a escribir este artículo?
En Argentina me topo con mucha gente que dice ser defensora
de la naturaleza porque no come carne y no llevan cueros ni zapatos de piel.
Creen que siendo veganos o vegetarianos evitan cualquier muerte animal. No es
cierto.
¿Por qué?
Desde el momento en que los humanos empezamos a criar ganado
y adoptamos la agricultura, generamos impactos. No hay especie animal que no
mate o no coma mediante la muerte de otros animales, directa o indirectamente.
Entiendo que puede ser doloroso, a mí también me gustaría vivir en un mundo
ideal, pero la realidad es otra. No todos, pero muchos veganos creen que no
causan ninguna muerte, lo mismo que la gente que viste sólo ropa de algodón, y
sí lo hacen.
¿Muertes indirectas?
Trigo, arroz, maíz. La mayoría de los veganos los comen. El
primer impacto de los cultivos masivos es la deforestación: desalojamos a la
naturaleza para plantar. En Argentina directamente se quema la selva y se
queman nidos con lanzallamas. Luego hay que defender la siembra de las aves que
vienen a hurgar, por lo que muchos propietarios distribuyen granos envenenados.
Después, los herbívoros silvestres van a ir a por los primeros brotes: se ponen
entonces alambradas eléctricas, o directamente se cazan a tiros.
¿Qué ocurre en la cosecha?
Se fumiga para combatir hongos, insectos, otras plantas. Las
animales que expulsaste van a ir a los lugares vecinos, donde ya hay animales:
no hay más plazas de hotel. Entonces van a los cultivos vecinos, y se produce
otra ola de impactos.
Por el contrario, afirma que en los campos que se dedican al
ganado hay más especies animales.
En Argentina hay muchos pastizales silvestres. Sales a
caminar y encuentras de todo: anfibios, reptiles, pájaros. Por supuesto,
mentiría si dijese que hay los mismos animales que si no estuvieran las vacas.
El ganadero también persigue a la fauna y matará a todo animal que considere
perjudicial para su producción. Pero aún así el impacto es menor. Al decir esto
mucha gente siente que la estoy acorralando.
¿En qué sentido?
En el sentido de que no hay una posición correcta: si comes
carne matas animales, y si comes plantas también. Mucha gente que se preocupa
por temas ambientales busca los buenos y los malos, y no es así, todo es más
complejo.
Ponga un ejemplo.
Aquí hay mucha gente que se manifiesta diciendo "No a la minería". El lema debería
ser “no a la minería que explota recursos
y personas de forma desaforada”. Esa gente usa computadoras que no
existirían sin los metales que salen de las minas. Me sorprende que no puedan
ver más allá.
“La mayoría de los mataderos en Argentina son ejemplos de crueldad.
¡Cómo voy a decir lo contrario!”
¿Qué opina de la forma en la que se produce la carne de forma mayoritaria,
de la industria cárnica?
Es una tragedia. El feedlot y la mayoría de los mataderos en
Argentina son ejemplos excelsos de crueldad. ¡Cómo voy a decir lo contrario!
Hay datos que señalan que los recursos para conseguir carne
son tremendos en comparación con los vegetales. Y que, de hecho, los cultivos
son una buena parte de esos recursos: en un alto porcentaje, se utilizan para
alimentar al ganado.
Así es, sé que la mayoría de los cultivos de soja sirven
para eso. Yo no digo que los veganos sean tontos ni que haya que ser carnívoro,
digo que hay que ser normal y solidario, adoptar una posición inteligente.
“Para un fundamentalista hablar de muerte es
pecado. ¿Cómo quiere que la llame, eutanasia?”
¿Cuál es esa posición inteligente?
Ser solidario con la naturaleza, el mal menor. Hay que
fomentar el consumo responsable y la muerte humanitaria de las reses, pero para
un fundamentalista hablar de muerte es pecado. ¿Cómo quiere que la llame,
eutanasia?
Si lo he entendido, usted lo que pretende es advertir a
algunos veganos y vegetarianos de que no es posible el impacto cero.
La mayoría de las personas vivimos en ciudades, y muchas
desconocen el mundo natural. Pregúntale a tus amigos si son capaces de nombrar
10 animales o 10 plantas silvestres del entorno donde viven.
Probablemente no podamos.
Si no conocemos la naturaleza, su diversidad, tampoco
podemos valorarla. Nuestro universo se restringe a lo que vemos: perros, gatos,
canarios, gallinas, cerdos, patos, vacas. Nuestra sensibilidad se dirige a
ellos, y es como mirar a través del agujero de una cerradura. El mundo es más
amplio y más complejo, puedes aceptarlo o no.
Habla como si conociera a muchos fanáticos.
Hay fundamentalistas carnívoros y veganos. Cuando les
escucho con ese tono tan carente de dudas, con un nivel de certeza, como científico,
me asusta. En una posición fundamentalista sólo se presta atención a la gente
que piensa como uno mismo, y los demás, si no son enemigos, amigos no son. Es
contradictorio.
“Nuestro universo se restringe a lo que vemos: perros, gatos, gallinas,
cerdos, vacas. Nuestra sensibilidad se dirige sólo a ellos”.
¿El qué?
Que un carnívoro sea violento me resulta hasta comprensible,
pero que un vegano lo sea es filosóficamente incongruente.
¿Ha conocido a veganos violentos?
Fui director general del zoológico de Buenos Aires. Renuncié
porque intenté transformarlo en un centro de conservación de especies
amenazadas y no pude. Había veganos que se manifestaban en la puerta del zoo y
gritaban asesinos a la gente que entraba, a los niños incluso. Eso le hace daño
al veganismo. La gente piensa: si el veganismo es esto, no quiero saber nada.
No son todos, claro, pero hay mucha gente que desarrolla una empatía enorme
sólo por los animales domésticos. Muchos acaban odiando a la gente, y eso es
patológico, no es bueno.
“Que un carnívoro sea violento me resulta comprensible, que un vegano
lo sea es filosóficamente incongruente”.
En su artículo dice que si la humanidad se hiciera vegana de
pronto, sería una tragedia. Pero hay quien dice que si todos fuéramos veganos
necesitaríamos menos cultivos que siendo omnívoros.
Yo escribí el artículo para poder debatir en mi país, donde
el movimiento vegano viene con un análisis precario del medio ambiente. Si toda
la humanidad se volviera vegana pensando así (no por otros motivos filosóficos,
regligiosos, de salud, con los que no me meto), sería una tragedia porque no
estaríamos comprendiendo los problemas medioambientales del mundo.
No le convencen estos datos.
Si un veganismo bien entendido contribuye a mejorar el mundo
natural me haré vegano con gratitud. A mí lo que me preocupa es la conservación
de la biodiversidad, que la riqueza de formas de vida que hay en el mundo no se
empobrezca.
Pero, insisto, ¿si todos los argentinos fueran veganos, no harían falta
menos cultivos?
No lo sé. Digo que no hace falta ser vegano para conservar
la naturaleza o la biodiversidad. No soy especialista en desarollo
agroproductivo, pero por lo que sé sobre el medio ambiente, siempre conviene
diversificar la producción. Que haya cultivos, vacas, apicultores...diversos.
“No hace falta ser vegano para conservar la naturaleza o la
biodiversidad”.
¿Qué carencias ve en el movimiento vegano?
Nunca los veo luchando por la creación de nuevos espacios
protegidos, o combatiendo el tráfico ilegal de especies. Los veo contra las
corridas de toros, que ya no se celebran en Argentina, y contra los mataderos.
Es como si solo vieran los animales domésticos que, insisto, no se están
extinguiendo. No digo que esté mal, sólo que hay mucho más que eso.
En general, ¿cree que no hay suficiente conexión entre el veganismo y
la conciencia ecologista?
Lo que me parece peligroso es que dediques todo tu esfuerzo
a salvar el gato negro sin saber nada del medio ambiente, porque igual estás
malgastando ese esfuerzo, o ese esfuerzo podría tener más impacto en otro lado.
Hay que tener una visión amplia, quizá te ayude a analizar mejor la situación.
Si después quieres dedicarte a la defensa de los gatos negros, me parece
bárbaro, te lo agradezco. No es incompatible la defensa de los derechos de los
animales con la conservación de la naturaleza.
Es evidente que hay un choque entre ambientalistas y animalistas, y sin
duda va a marcar el futuro de la humanidad.
Me recuerda un poco a los partidos de izquierda. Parecen
enemigos entre sí cuando en realidad son lo más parecido y los que deberían ser
más afines. ¿Sabes quién es el mayor enemigo de la conservación de la
naturaleza?
¿Quién?
El indiferente. Muchos indiferentes creen que todos los que
estamos preocupados por el medio ambiente somos iguales, que no comemos carne,
que somos monjes verdes y no tenemos sexo. No es cierto, ¡somos gente normal!
“Los ambientalistas creen que los veganos y vegetarianos son meros
sentimentales. Por otro lado me preocupa la indiferencia por los animales
silvestres y la biodiversidad”.
La naturaleza lleva implícita la muerte. Mezclar
sentimientos con la naturaleza no parece muy científico, pero por otro lado
está la conciencia humana y la responsabilidad sobre una industria
contraminante y atroz. ¿Quién se equivoca?
Hay errores en los dos bandos. Los ambientalistas creen que
los veganos y vegetarianos son meros sentimentales. Por otro lado me preocupa
la indiferencia por los animales silvestres y la biodiversidad, no es
coherente. Asumo que la humanidad es una máquina de devorar el mundo, un
antropólogo dijo que encarnamos un modelo cosmofágico, devoramos lo que nos
rodea.
¿Está satisfecho con el revuelo que ha causado su texto?
Muchos me insultan, me atacan diciendo que maté
a un oso polar, lo cual no es cierto. Otros me están aportando nuevas visiones,
¡y yo les doy mil gracias! Yo solo soy un albañil de la conservación de la
naturaleza, un jardinero, y me equivocado miles de veces. Hago lo que puedo y no
me ofendo por equivocarme. Pienso como un científico, no como un
fundamentalista. Fuente: playgroundmag.net