Para enfrentar esta epidemia mundial, es clave
cambiar el estilo de vida y capacitar a la comunidad médica a fin de mejorar el
diagnóstico y el tratamiento.
La diabetes ya es una pandemia. De acuerdo a la Fundación
Mundial de la Diabetes (WDF, por sus siglas en inglés), en el mundo cada seis
segundos un paciente muere por esa enfermedad y cada veinte se realiza una
amputación debido a complicaciones derivadas.
“Es necesario que la
población comprenda que la diabetes en una enfermedad invisible y que sus
consecuencias se verán en 10 años”, dijo a la Agencia CyTA el coordinador
de programas de la WDF, Jacob Sloth Yigen Madsen*, quien visitó el país para
participar de la presentación de un proyecto conjunto del organismo y el
Instituto de Efectividad y Clínica Sanitaria (IECS), una institución afiliada a
la Facultad de Medicina de la UBA.
¿Cómo evalúa la situación de la diabetes en Argentina?
Yigen Madsen: La prevalencia de la enfermedad en Argentina
es 9,8 por ciento. La situación del país no es ideal pero tampoco es de las
peores si lo comparamos con otros países en desarrollo. Mi impresión es que el
sistema de salud está trabajando. Es necesario seguir luchando contra esta
pandemia global.
¿Qué hace la Fundación Mundial de la Diabetes para enfrentar la
enfermedad?
La Fundación tiene el objetivo de ser catalizadora de
cambios. Su objetivo básico es apoyar y financiar proyectos sobre la diabetes
para fortalecer la capacitación, la concientización y la priorización en torno
a esta enfermedad. Desde 2002 hasta 2014, la Fundación invirtió US$ 110
millones en más de 370 proyectos de investigación en 110 países en desarrollo.
Queremos abrir una ventana de esperanza.
¿Cuál es el mensaje que considera más importante para concientizar
sobre diabetes?
Que se trata de una enfermedad compleja. Pero hay dos
factores modificables que pueden influir, la alimentación y el ejercicio
físico. Por eso la gente tiene que ejercitarse más y comer mejor.
¿Qué sugiere la institución respecto al consumo de bebidas azucaradas?
El azúcar en las bebidas es una gran amenaza: hay disminuir
su consumo. Aunque resulta difícil educar a la población en este aspecto. En
algunos países, como México, el agua es más cara que las gaseosas. Por eso es
importante que los gobiernos adopten ciertas políticas y que se contemple la
implementación de impuestos específicos. No es imposible. Fuente: agenciacyta.org.ar
*Jacob Sloth Yigen Madsen, coordinador de
programas de la Fundación Mundial de la Diabetes (WDF, por sus siglas en
inglés).