¿Por qué Santiago del Estero es uno de los lugares elegidos por Cancillería argentina para radicar el mega emprendimiento? Distintas voces plantean la necesidad de un amplio debate.
Empecemos por un dato numérico clave: la carne porcina es la más consumida a nivel mundial, y China representa casi la mitad de ese consumo. En 2019, el país asiático sufrió un brote de peste porcina africana (PPA) que obligó a sacrificar más de 1 millón de animales. A partir de entonces, Argentina emerge como actor fundamental para China en la provisión de esta carne.
La posibilidad de cerrar un
acuerdo por U$S 3.700 millones de dólares para proveerle carne de cerdo a China
ya activó una competencia acelerada entre los gobernadores de distintas
provincias y sus respectivos planteles de ministros.
En estos últimos días, provincias
del NEA y el NOA salieron a ofrecer al Ministerio de Relaciones Exteriores,
toda la infraestructura necesaria, como así también mano de obra de bajo costo
y hasta la posibilidad de fijar determinadas exenciones impositivas con tal de
garantizarse al menos una parte de las eventuales inversiones.
Una de esas provincias es Santiago del Estero y, según publicó el
sitio iProfesional, en los últimos días, sendos ministros de Agricultura y
Producción, no sólo nuestra provincia, sino también Chaco, Tucumán, Formosa,
Corrientes, Misiones, Jujuy, Salta, La Rioja y Catamarca, mantuvieron
conversaciones con Jorge Neme, mano derecha de Felipe Solá en la Cancillería y
actual secretario de Relaciones Económicas Internacionales de esa misma
dependencia, con el fin de oficializar el interés por ser parte del
requerimiento chino.
Así lo explica el periodista y
escritor Patricio Eleisegui, sobre el proyecto que busca desarrollarse en el
lapso de 6 años, mediante la cual China apunta a recuperar el stock de carne
que perdió a partir de la matanza de cerdos que llevó a cabo el año pasado tras
un brote de peste africana.
Los representantes de esos distritos
mencionados “ofrecieron desde
instalaciones en las que ya se cría y faena ganado porcino hasta la posibilidad
de empezar a construir granjas por su cuenta con tal de recibir la inversión”.
Las autoridades sanitarias de
China aniquilaron al 40 por ciento del ganado porcino y la posterior escasez de
productos derivó en la decisión de salir a buscar superficies en el mundo para
criar los animales que necesita la potencia asiática.
Granjas porcinas para
Santiago
De acuerdo a lo manifestado por
el propio secretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de
Relaciones Exteriores, Jorge Neme, en una entrevista con el diario El Liberal
de Santiago del Estero, se calcula que en Santiago del Estero habrá una
inversión de U$S 300 millones para la radicación de al menos dos granjas
porcinas.
El funcionario de Cancillería
explica que la aspiración es que los establecimientos “se radiquen en las provincias del NOA, NEA o del Sur argentino, donde
hay condiciones óptimas para el desarrollo de la producción porcina, agua
abundante, napas profundas, espacios vacíos y mucha necesidad de agregar valor
a la producción local, crear empleo y generar divisas para mejorar la economía
de las provincias”.
Además, asegura que dichas
instalaciones serán construidas por “la
industria metalmecánica argentina y nuestra ingeniería agronómica, zootecnista,
veterinaria, mecánica, eléctrica y ambiental”.
Sobre el caso especifico de
Santiago señala que “si se logra avanzar
con el proyecto, Santiago del Estero será una de las provincias en donde al
menos 2 de esas granjas, que implican una inversión del orden de U$S300
millones, podrán radicarse y crear empleo y nuevas oportunidades para los
trabajadores santiagueños. El potencial de Santiago para transformar sus relevantes
exportaciones de maíz en exportaciones de carne porcina es muy claro”,
explica.
Al igual que en el resto de las
provincias que se postulan para el emprendimiento de las granjas porcinas, lo
que se busca con el acuerdo con China es estimular la cadena de valor tanto del
maíz como de la soja y generar nuevas actividades en ese valor agregado.
Jorge Neme promete que la
radicación de granjas integradas con alta tecnología, se hará garantizando “tratamientos ambientales y producción de
energía a partir del biogás”, también promete que dicha iniciativa, “abrirá una
gran oportunidad a pequeños productores y agricultores familiares”.
Impacto ambiental
Andrés Napoli, director ejecutivo
de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) junto a la directora de
Investigación de FARN, María Marta Di Paola, sostienen que en China existe una
clara evidencia de la contradicción entre el cuidado del ambiente y la cría de
cerdos, especialmente en áreas ambientalmente sensibles, cercanas a cursos de
agua.
Sin embargo, este nuevo proyecto
de acuerdo no contempla estudios previos que permitan medir el riesgo del
impacto, establecer una línea de base ambiental, y/o dar participación a la
ciudadanía y las comunidades locales.
Si bien Cancillería argentina
señala algunos ítems claves para el enclave del emprendimiento, ambos
profesionales se preguntan acerca de qué tipo de trabajo, en qué condiciones,
para quiénes y a qué costo -social, ambiental, para la salud de la población
vecina a los establecimientos y en general- estaríamos hablando.
Lo que sí sabe es que el
megaproyecto implicaría para el país lograr
900 mil toneladas de carne porcina, lo que implicaría incrementar el
stock de animales en casi 10 millones, y adicionar más de 2,2 millones de
toneladas de maíz y unas 750 mil de soja para la alimentación del ganado (lo
que a su vez implica sumar casi 290 mil y cerca de 250 mil hectáreas cosechadas
de uno y otro grano.
Repudio y controversias
El principal punto de
controversia que generó en organizaciones ambientalistas, referentes de la
soberanía alimentaria y profesionales de la salud, es que la concreción de
estas granjas de producción intensiva también eleva la posibilidad de que
surjan nuevas enfermedades y transmisiones vía zoonosis como el actual
Covid-19.
La autora de los libros
Malcomidos y Mala Leche, Soledad Barruti, quien desde hace años pone a la
agroindustria nacional bajo la lupa, subió un video a su Instagram, desde dónde
denuncia el acuerdo con China, y el avance para que se conviertan en
proveedores de carne porcina, que generó graves consecuencias ambientales y de
salud a través de la peste porcina africana.
Sin ir más lejos, en territorios como Santiago del Estero y otras provincias del NOA y NEA, se advierten una profundización activa de los desmontes para la producción de grandes campos de soja y maíz transgénicos, sobre los que se basa la alimentación "feedlot", es decir, el engorde de ganado que podría ser ideal para la alimentación de los cerdos.
Hacia una
democratización de la economía
Esta semana, el Foro Nacional por
un Programa Agrario Soberano y Popular expresó su postura crítica en torno al
megaproyecto de cerdos y por qué lo considera desaconsejable desde todo punto
de vista.
“Coincidimos en que la demanda de carne de cerdo por parte de China abre
una oportunidad. Sin embargo consideramos que el acuerdo que se negocia no es
sustentable en lo sanitario ni en lo ambiental y que creará un sector
concentrado de la cadena de valor porcina que no contribuye a la
democratización de la economía”, indicaron.
También, consideran que el
acuerdo que negocia Argentina con China “no
es sustentable en lo sanitario ni en lo ambiental y que creará un sector concentrado
de la cadena de valor porcina que no contribuye a la democratización de la
economía”, y sostienen los siguientes puntos:
1- El Acuerdo significa traer
para la Argentina un problema grave que tiene China por la cría industrial de
cerdos: la peste porcina africana (PPA) que ha diezmado los criaderos de cerdos
en China el último año, son la razón por la cual China propone este acuerdo.
2- Los criaderos industriales de
cerdos son una fuente de contaminación por los miles de toneladas de
excrementos que producen, y generan allí donde se instalan una fuerte
conflictividad social.
4- El hacinamiento y la debilidad
inmunológica de los animales son el caldo de cultivo “ideal” para mutaciones virales. Nuevos virus con potencialidad de
producir pandemias. Al respecto acaban de encenderse alarmas en China y Brasil.
5- La propuesta de 25 criaderos
con 12 mil madres cada uno, plantea un modelo de producción y un crecimiento en
los niveles de producción a los que Argentina no puede adecuarse desconociendo
todos los efectos adversos que provocarán a la población.
6- La cría industrial de cerdos
va asociada a la producción de soja y maíz transgénico para la alimentación de
los animales, con lo cual también contribuye a la ampliación de la frontera
agrícola y los daños que conocemos: la usurpación de tierras a comunidades
campesinas e indígenas, destrucción de monte nativo y migraciones forzadas a
los bordes de las grandes ciudades, contaminación, pérdida de biodiversidad,
etc.
7- El consumo de agua requerido
para la cría de cerdos a esta escala significará un importante impacto para los
territorios donde se produzca.
8- Los únicos beneficiarios de
este modelo serán los grupos corporativos chinos y argentinos que lo impulsan
sin que haya un “derrame” hacia las
comunidades ni el desarrollo local. Por el contrario proyectos de este tipo son
una amenaza para la agricultura familiar campesina e indígena, de pequeña y
mediana escala, que irá a la quiebra en caso de un brote como el de PPA en
China.
9- Se generarán mayores emisiones
de gases de efecto invernadero responsables de la crisis climática que estamos
atravesando por el incremento en el uso de combustibles fósiles y los propios
gases que la actividad genera.
10- Se producirá un incremento de
las enfermedades de los trabajadores, muy frecuentes en este tipo de
explotaciones; tal como se ha comprobado con la transmisión del COVID-19 en
frigoríficos y establecimientos de cría durante esta pandemia.
La otra propuesta
El Foro Nacional por un Programa Agrario Soberano y Popular dará hoy a las 18 una conferencia de prensa virtual en torno a esta situación, y dará a conocer las 10 razones para rechazar el acuerdo con China, a través del siguiente link: https://youtu.be/NJh2488oCWY
Desde esta organización,
sostienen que hay formas mejores que el proyecto del asunto: “es posible
multiplicar la producción de carne de cerdo, abasteciendo al mercado interno, a
los consumidores que eligen y demandan carne de cerdo producida en condiciones
de bienestar animal, producción sustentable y con productores familiares y
Pymes”.
También, apunta a que se puede “exportar y generar divisas para el país, con
un esquema de miles de granjas de hasta 200-300 madres, con una fuerte
presencia del Estado en eslabones claves de la cadena de valor. Este es un
esquema que apunta a la Soberanía Alimentaria porque es capaz de garantizar el
cuidado sanitario y ambiental, además de generar verdadero desarrollo y arraigo
rural. Implica apostar a la potencia que la agricultura familiar campesina e
indígena demostró apenas declarada la pandemia en la producción y distribución
de alimentos, lejos de las lógicas especulativas que sí desplegó el capital
concentrado”.
“Consideramos que necesitamos debate e intercambio sobre cómo avanzar con este acuerdo, poniendo en consideración lineamientos para llegar a una propuesta en sintonía con los intereses de toda la comunidad. Una instancia necesaria para llegar a una propuesta consensuada que sin duda contribuirá al fortalecimiento de nuestra democracia”, explicaron.
Fuente: lasemilla.medios.com.ar