martes, 30 de diciembre de 2014

Dakar 2015: La competencia “criminal” que denuncian arqueólogos y pueblos originarios

Agrupaciones Aymaras sostienen que el rally consagra la extinción de su pueblo


Cuando Mijael Flores, estudiante de séptimo básico de la Escuela América, en Arica, descubrió, junto a su grupo de compañeros del taller de Arqueología, una momia de la cultura Chinchorro de más de 7.000 años de antigüedad, no solo estaba confirmando- con esta evidencia- la riqueza arqueológica y paleontológica del desierto de Atacama, sino también la naturaleza casual del hallazgo, que en otras palabras implica, que el patrimonio arqueológico nacional está al aire libre, ahí al interior del desierto o cerca de la costa donde hace miles de años se asentaba unas de la culturas más antiguas de la humanidad, cuyas evidencias de momificación son 4 mil años más antiguas que las descubiertas en Egipto.

Pero la riqueza patrimonial, según la arqueología moderna, en el desierto de Atacama podría ser más antigua aún. Se habla incluso de evidencias que datan de hasta 12 mil o 13 mil años de antigüedad, es decir de la época en que -según las teorías actuales- comenzó el poblamiento de América tras la migración de Siberia.

En este vasto espacio desértico, donde malentendidamente no habría nada, también existen evidencias de una riqueza paleontológica incalculable y que se remonta a más de 7 millones de años. El hallazgo más reciente de este pasado remoto, fueron los más de 70 restos cetáceos encontrados en el desierto, en las cercanías de Caldera. La mayoría son del período Mioceno y Plioceno, donde habitaban parientes prehistóricos de las ballenas actuales y de otros seres que la literatura fantástica ha bautizado como "monstruos marinos".

Este es el patrimonio del desierto chileno, patrimonio, que por quinto año consecutivo, se vería amenazado por el Rally Dakar.

DESTRUCCIÓN MILENARIA

De acuerdo a la observación del Consejo de Monumentos Nacionales y que se encuentra refrendado por el Colegio de Arqueólogos, entre los sitios destruidos o dañados se encuentran geoglifos, aldeas, cementerios, conchales, huellas y caminos (entre los que se cuentan trazas del camino del Inca), sitios de la época salitrera, talleres líticos y muchos otros presentes en las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo.

Para Paula González, vicepresidenta del Colegio de Arqueólogos, el Rally Dakar no es otra cosa "que el atentado más grave que existe contra el patrimonio nacional", con daños que son "irrecuperables" desde la perspectiva científica y que además – siendo para la organización lo más grave- cuenta "el apoyo del Estado" o con la ambivalencia del este en la materia.

El primer Dakar se realizó en la primera administración de Bachelet el año 2009. De acuerdo a los estudios de CMN (Ordinario Nº 2.918/09) en esta versión de la competencia se constató la destrucción de 5 sitios arqueológicos denominados "Quebrada Pelícanos 1", "Quebrada Pelícanos 2", "San Antonio 2", "Majada El Tomate 1" y "Majada El Tomate 3" y una agrupación de sitios arqueológicos denominada "Área Arqueológica Pampa Austral Camino Oeste", ubicados en las regiones de Atacama y Coquimbo. La cronología de algunos de estos sitios alcanzaba una antigüedad mayor a los 4.000 años (2.000 a.C.).

En el 2010 se constató que se dañaron 52 (50,5%) de los 111 sitios examinados. El informe de la época señala expresamente: "No se tiene ningún conocimiento del daño causado en otras zonas donde hubo cambios de trazado de última hora dispuestos por la organización, desvíos o competidores perdidos".

El Informe Técnico de Evaluación del Rally Dakar 2011, elaborado por el Área de Arqueología del Consejo de Monumentos Nacionales, informó que de los 283 sitios evaluados, presentaron daño en diversas magnitudes un total de 126 sitios. En el informe de ese año el Consejo afirmó: "El Dakar constituye una actividad altamente dañina para el patrimonio arqueológico e histórico del país".

Según las estadísticas el 2012 y 2013, los lugares dañados se redujeron, pero tanto el Consejo como el Colegio de Arqueólogos apuntan al que el cómputo de sitios dañados es relativo, ya que "la información disponible sobre la evaluación de daños del año 2012 (que realizó el Instituto Nacional del Deporte) es "escasa" y no se tiene información concreta respecto de las rutas de las caravana.

"De esta manera, existen fundamentos para suponer que puede haber una gran cantidad de sitios que no fueron registrados y de esta manera quedaron desprotegidos. Por lo tanto, el cómputo de sitios dañados en la versión 2013 de la competencia es absolutamente relativo e incierto", consigna el informe.

EL ESTADO COMO INFRACTOR DE LEY

A fines de mayo y después del suspenso sobre si el Dakar pasaría nuevamente por Chile, debido al impacto del terremoto en el norte grande, la Ministra del Deporte Natalia Riffo, despejó las dudas y confirmó la participación de Chile en la competencia más dura del deporte tuerca en el mundo.

En todo caso, estas cifras son muy conservadoras -contraargumenta Paula González- "porque las evaluaciones de daño no han sido exhaustivas y han aplicado un criterio que restringe el área de influencia directa de la competencia sólo a la unión lineal de puntos que constituyen el trazado, sin considerar las áreas de campamentos, áreas de estacionamiento y los lugares dónde se sitúa el público, que también han destruido sitios arqueológicos".

Esta confirmación, para los defensores del patrimonio, constituye un grave revés y confirma nuevamente el doble discurso en materia de protección patrimonial que tendría el Estado, representado por la administración de la Nueva mayoría.

"Es una gran decepción porque esperábamos que la administración Bachelet no continuara con este grave atentado contra nuestro patrimonio cultural y natural, atendidas las numerosas pruebas acerca de la naturaleza dañina sobre los monumentos arqueológicos, la flora, fauna y paisaje del norte de Chile", sostiene González.

La ambivalencia, según los científicos, radica en que "el rally Dakar ha producido un quiebre en todo el régimen jurídico de protección que amparaba los monumentos nacionales arqueológicos de Chile".

Normalmente, cuando alguien destruye un sitio arqueológico -explica González, quien es arqueóloga y abogada- "el Consejo de Defensa del Estado acciona legalmente contra el autor a través de la Acción por Daño Ambiental, persigue su responsabilidad y se le sanciona civil y penalmente".

Pero en este caso, los denunciantes acusan que el Estado se ha desentendido de su responsabilidad.

"El artículo 38 de la Ley de Monumentos Nacionales, determina que la destrucción de sitios arqueológicos reviste el carácter de delito, sin embargo el Estado chileno no ha perseguido la responsabilidad penal de los autores de esta destrucción reiterada de sitios arqueológicos", sostiene el Colegio en un informe de mayo del 2014 del departamento de Antropología de la Universidad de Chile.

Para Carlos Carrasco, presidente del Colegio, uno de los aspectos más graves, no es sólo que el Estado no persigue a los culpables, sino que además estimula la destrucción constante del patrimonio, por el cual además paga 4 millones de dólares.

Si bien del Ministerio del Deporte contestan que este dinero lo paga el Estado por concepto de inscripción, o sea que paga para que la competencia pase por Chile, Carrasco pone el énfasis en los costos totales que significa para el país. "A esto hay que sumar los efectivos policiales, los aviones que solicitan la empresa para su uso, el tratamiento de la basura, los miles de litros de aceite que quedan depositados en el desierto, lo neumáticos que van cambiando los competidores y que dejan botados en el recorrido y de todo esto se hacen cargo los gobiernos locales", señala.

BONOS DE CARBONO

A través de un comunicado oficial, la ministra del Deporte Natalia Riffo señaló que "desde un principio hemos actuado con seriedad y responsabilidad política. Ese es nuestro deber, por ello nos sentimos muy contentos de alcanzar un acuerdo que permite a Chile velar por los intereses de las zonas afectadas por el terremoto y salvaguardar dos temas fundamentales, la protección del patrimonio y del medio ambiente".

Según lo informado por fuentes de este ministerio este "acuerdo" fue comunicado al Consejo de Monumentos Nacionales y al Colegio de Arqueólogos en una reunión sostenida la semana pasada y que lo "informado" habría dejado conformes a los arqueólogos, en especial tras informarles de una nueva revisión de los trazados y de la compensación del daño ambiental que haría la empresa ASO (Amaury Sport Organisation) con bonos de carbono.

Sin embargo, Carrasco explica "que ellos (Ministerio del Deporte) no se comprometieron a mucho, simplemente nos informaron de que están tomando precauciones y que junto a otros a organismos del Estado, como Conaf, están tratando de regularizar una poco este tema del Dakar. Reconocen que hay una desregularización y que están tratando de modificar esto en la medida de lo que se pueda. En ningún caso eso a nosotros nos deja conformes, nosotros les solicitamos que se avance en una prevención efectiva".

Luis Mariano Rendón, quien junto al colegio de Arqueólogos y otras instituciones, logró -después de cinco años de ininterrumpidas acciones legales para preservar el patrimonio- que la Justicia acogiera a tramitación este año un Recurso de Protección, sostiene que no sabe "cómo los bonos de carbono pueden compensar el daño patrimonial", puesto que esos bonos compensan las emisiones de gases invernadero y no la destrucción de los "sitios arqueológicos".

LA EXTINCIÓN DEL PUEBLO AYMARA

Ariel León Bacián, Presidente de la Corporación Cultural Aymara, explica que para su pueblo la carrera es sencillamente "criminal".

Para el representante de este pueblo originario, el punto está en el valor que el Estado de Chile le otorga a la cultura. Mientras por un lado, el factor turismo es uno de los beneficiados con la prueba y su paso por Chile inserta al país en el concierto internacional, por otro la misma prueba, que defiende el Estado, significa la "extinción de nuestro pueblo".

"Nosotros como pueblos indígenas estamos, por decirlo de alguna manera, casi en extinción y el Dakar lo que hace, en definitiva, es borrar las huellas de nuestra cultura, borrar nuestra presencia territorial y contribuye a la desaparición de nosotros como pueblo, por eso nosotros consideramos que ningún beneficio puede compensar la extinción de nuestra cultura, de nuestro patrimonio", explica.

LA MARCHA POR EL PATRIMONIO

Una de las ambigüedades más evidentes de este doble discurso en materia de defensa del Patrimonio se evidencia en la pasada Marcha por la Defensa del Patrimonio del pasado 24 de mayo y que agrupó a más de 105 organizaciones.

En esa actividad, uno de los rostros que llamó la atención, fue el de la Ministra de Cultura, Claudia Barattini.

Para Rosario Carvajal, Presidenta de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, la presencia de la ministra constituye un respaldo tácito del Estado a la necesidad de defender el patrimonio, respaldo que de algún modo puede resultar contradictorio con el rol del Estado en la confirmación del Dakar 2015.

"Esperamos que (la ministra Barattini) tenga la capacidad de liderar y marcar la agenda de los otros ministerios, para evitar estas incoherencias entre ministerios, en que uno está marchando con la ciudadanía y muestra sensibilidad y otro ministerio, una vez más, permite un Dakar con el irreparable daño que ello significa", concluye. Fuente: www.elmostrador.cl
 Por: HECTOR COSSIO

sábado, 13 de diciembre de 2014

Caral, la primera ciudad sostenible de toda América

En el territorio del actual Perú, Caral, es una civilización contemporánea a Mesopotamia, China, Egipto, India y Mesoamérica


Una sociedad completamente equilibrada donde sus habitantes conviven en armonía con la naturaleza, capaz de generar sus propios recursos y respetar las normas establecidas por convicción resulta utópica en estos tiempos, pero no hace 5.000 años.

En esa época, en el territorio que hoy ocupa el Perú, Caral, una de las civilizaciones contemporáneas a Mesopotamia, China, Egipto, India y Mesoamérica, desarrollaba una experiencia que hoy es ejemplo de cómo debería organizarse una ciudad que busca la sostenibilidad.

"Esta ciudad fue diseñada previamente, se planificó su construcción y eso nos está permitiendo saber que aquí hubo una jerarquía social y autoridades y una organización de fuerzas de trabajo que se plasmó en todas las obras tan destacadas", destacó la arqueóloga peruana Ruth Shady, descubridora de Caral, en el marco de la COP20.

"Basta con que se conozca Caral para que se tenga una idea de lo que fue el proceso cultural que 4.400 años más tarde dio lugar al imperio incaico", añadió Shady.
Esta civilización, ubicada en el valle desértico de Supe (unos 200 kilómetros al norte de Lima), fue presentada en Voces por el Clima, la muestra en paralelo a la CoP20, como evidencia de que la sostenibilidad es posible si los habitantes viven en armonía con todo cuanto los rodea.

Entre las particularidades que Caral, génesis de la civilización en América, presentaba como sociedad sostenible, estaba su capital económico, ya que a través de lo que obtenía mediante la agricultura realizaba intercambios de recursos con los pescadores.

Aquello se evidenció en los restos de productos marinos hallados en sus construcciones, a pesar de haberse edificado a unos 20 kilómetros de la costa más cercana. Posteriormente, su economía se extendió hasta el actual Ecuador y las civilizaciones amazónicas andinas.

Esta civilización, levantada entre el 3.000 y 1.900 a.C., contaba además con una cultura que respetaba la naturaleza. Sus edificaciones eran rellenadas en base a residuos sólidos como restos de otras construcciones, alimentos y vegetación, entre otros elementos.

En 2011 se descubrió además que esta ciudad era antisísmica, debido a la construcción estratégica de la base de sus 32 pirámides truncas de distintas dimensiones.

Por otro lado, siendo un espacio desértico, los pobladores idearon una red de canales de regadío que permitía el permanente abastecimiento de agua, proveniente del subsuelo, en toda la ciudad y que convirtió el terreno en zonas de cultivo.

Caral, que tuvo aproximadamente 3.500 pobladores, una sociedad ideal en estos tiempos donde las sobredemanda de los recursos y el consumismo exceden la capacidad de la naturaleza para poder renovarse, llegó a su fin sin dejar una evidencia exacta del porqué.

Según investigaciones de científicos del Perú y de Estados Unidos, la probable razón fueron los terremotos e inundaciones que la dejaron bajo la arena del desierto.

La COP20 (Vigésima Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) busca acordar borradores para la COP21 del año entrante en París, donde se deben acordar los compromisos que 195 países asumirán desde 2020 para evitar que la temperatura promedio del planeta se eleve más de dos grados, lo que sería potencialmente catastrófico. Fuente: www.elsol.com.ar

viernes, 12 de diciembre de 2014

Mil millones de personas se van a la cama con hambre, a pesar de que se producen calorías para alimentar a 10.000 millones


Una empresa productora de alimentos está dispuesta a invertir millones de dólares para salvar a los bosques. Parece una labor altruista. No lo es. Es una decisión de negocios que busca, sobre todo, evitar el riesgo. Unilever, la multinacional presente en más de 190 países y dueña de 400 marcas, estima que pierde 300 millones de dólares al año por los impactos del cambio climático. Paul Polman, su presidente, afirma que, de seguir las cosas como van, producir alimentos puede dejar de ser rentable en los próximos 30 a 40 años.

¿Puede el clima impedir que haya comida para la cena?

Actualmente, mil millones de personas se van a la cama con hambre, a pesar de que producimos suficientes calorías para alimentar 10.000 millones de seres humanos. La seguridad alimentaria, un objetivo de desarrollo, sigue siendo una ilusión. La razón principal es que la distribución y repartición de comida se hace de forma inequitativa. Y además, ¡se desperdicia!
La población global ya sobrepasó los siete mil millones de personas y se proyecta que superará nueve mil en 2050. Para ese entonces habrá que incrementar la disponibilidad de comida en un 50% a un 70% (suponiendo aumenta el consumo de proteína animal). Eso no significa expandir la frontera agrícola. Significa saber dónde y cómo producir, y tener sistemas mucho más eficientes y equitativos.

Alimentar una población que crece a pasos agigantados necesita una estrategia integral y más si se le suma un gran desafío: el cambio climático que ya tiene y tendrá impactos en dónde y cómo producimos la comida. La capacidad productiva agrícola disminuirá en muchas regiones del mundo lo que será un riesgo para el suministro. La CEPAL, por ejemplo, estima que la producción de cultivos básicos en América Latina podría disminuir entre el 12% al 50% en 2100, bajo escenarios de cambio climático. Los más afectados serán, como siempre, los más pobres y vulnerables. El suministro de alimentos estará en riesgo.

Pero hay una fórmula para disminuir el riesgo: ponerle el freno a la deforestación y manejar los bosques como parte de una estrategia de adaptación y mitigación. Los bosques, que talamos casi con indiferencia, están íntimamente relacionados con los riesgos climáticos y la seguridad alimentaria.

En el plano territorial, sabemos el papel que juegan los bosques: brindan agua, regulan el clima, disminuyen el viento, mejoran los suelos, atraen a los polinizadores, protegen de las avalanchas, inundaciones y las plagas. Y también: son un bien económico indispensable para los seres humanos ya que de ellos se extraen materias primas como la madera, leña, frutos, y aceites esenciales.
Los bosques juegan un papel determinante en el clima. Su deforestación es responsable del 12% de las emisiones de gases efecto invernadero que causan el calentamiento global. Además, la pérdida de ellos puede afectar los patrones de lluvias: los bosques amazónicos regulan el clima de importantes zonas productivas del sur de continente.

Curiosamente, la agricultura de productos básicos de consumo es responsable del 70% de la deforestación de los bosques tropicales y subtropicales. En lugar de crear un sistema agrícola que integrara a los bosques y aprovechara sus servicios, deforestamos y dejamos los cultivos a la deriva e impactado muchos ecosistemas.

Si seguimos con este modelo de desarrollo descontrolado, produciendo a costa de la naturaleza, para 2050 habremos perdido 232 millones de hectáreas de bosque, seremos más de nueve mil millones de personas y estaremos sufriendo los impactos del cambio climático, por haber cruzado el límite de 2 grados de calentamiento en relación con la temperatura preindustrial. Ese es un camino, aunque sea un contrasentido elegirlo.

El otro camino es tomar medidas ambiciosas y urgentes. Por ejemplo, comprometernos a cero deforestación neta en 2020, y buscar producir mejor, con mayor eficiencia, protegiendo los bosques y los suelos que también almacenan importantes niveles de materia orgánica y carbono. Si se cumple esa meta, para 2050 solo se habrá perdido 50,5 millones de hectáreas de bosque, suponiendo que no se llevan a cabo actividades de reforestación y recuperación de los ecosistemas. Se habrá reducido más del 10% de las emisiones globales y estaremos más cerca de garantizar un escenario climático al que nos podemos adaptar. Es la fórmula para garantizar seguridad climática y alimentaria (además de seguridad energética, hídrica, entre otros servicios).

Y además: ¡es posible! Brasil, que había sido responsable de una cuarta parte de la deforestación global, logró disminuir la tala en un 70%. Otros países también se han comprometido a metas ambiciosas de reducción de la deforestación en alianza con los sectores productivos.

La mayoría de países boscosos están en vía de desarrollo y quieren proteger sus bosques, pero no pueden hacerlo solos. El mensaje que han enviado a la comunidad internacional en los últimos meses es que están dispuestos a hacer más si trabajan en colaboración.

En la Declaración de Bosques de Nueva York que se adoptó en la Cumbre del Clima de Ban Ki-moon, gobiernos, empresas, comunidades y ONG se comprometieron a tomar medidas para detener la deforestación. Hay otras iniciativas en las que las empresas, el sector agropecuario y financiero han avanzado para mejorar sus prácticas productivas asumiendo retos como reducir la deforestación en la cadena de suministro.

Y sobre la misma senda, en plena Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático (COP 20), 14 países en desarrollo lanzaron el Desafío de Lima. Mediante esta iniciativa, los países aseguraron que estarían dispuestos a aumentar su ambición para combatir la deforestación y el cambio climático, y cuantificarla. Siempre y cuando, esto se haga en alianza con los países desarrollados y con apoyo financiero.

Los bosques tienen que estar en la agenda de los gobiernos, de las empresas, de la sociedad civil. Y no porque salvarlos sea una misión altruista. Es porque no podemos vivir sin ellos. Eso es un hecho incuestionable. Con ellos combatimos el cambio climático, con ellos aseguramos nuestro futuro, con ellos combatimos el hambre. Fuente: elpais.com

domingo, 7 de diciembre de 2014

Argentina 6ta en ahorro de agua para uso agrario a nivel mundial


España está considerada un referente internacional en regadío modernizado, lo que le lleva a liderar, junto con Israel, el ahorro de recursos hídricos para uso agrario a nivel mundial. Concretamente, nuestro país ha reducido un 20% al año el consumo nacional de agua de riego, lo que en términos de volumen supone un ahorro de más de 1.200 hectómetros cúbicos anuales o, lo que es lo mismo, 1.200 campos de fútbol del tamaño del Santiago Bernabeu, según un estudio presentado por la Federación Nacional de Regantes (FENACORE), con motivo del II Foro Mediterráneo del Agua, que se celebra desde hoy y hasta el jueves en Murcia.

Con estas credenciales, España representa un espejo en el que debe mirarse el entorno internacional para alcanzar un mejor uso de los recursos agrícolas en un contexto con cada vez menos agua y tierra per capita; precisamente, tema central de esta cumbre internacional que reunirá a más de 350 representantes de países de Europa, Norte de África y Oriente Próximo.
De hecho, en una comparativa entre los países más representativos de estas regiones -donde los cultivos agrícolas tienen un peso significativo en su economía-, España se sitúa a la cabeza en capacidad de producir más con menos agua, al tener casi la mitad de su extensión regable (48%) dotada con sistemas de riego localizado, considerado el más eficiente por su bajo consumo. Concretamente, de las 331 millones de hectáreas de superficie regable en todo el mundo, apenas un 6% cuenta con este tipo de sistemas.
Durante este encuentro internacional, antesala del VII Foro Mundial del Agua que tendrá lugar el próximo mes de abril en Corea del Sur, el presidente de Fenacore y de la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC), Andrés del Campo, pondrá de manifiesto cómo la transformación de los sistemas de riego por gravedad a mecanismos de riego por presión (aspersión, goteo, etc.) han permitido dar un giro de 180 grados a la gestión de los recursos hídricos.

Sin embargo, y a pesar de lo llamativo de las cifras, actualmente estos sistemas de riego en España resultan económicamente inviables, ya que lo proyectos se diseñaron en función de un costes energéticos que después se han multiplicado exponencialmente. Concretamente, la electricidad se ha encarecido más de un 100% desde 2008, siendo los costes fijos –que deben pagar utilicen o no el servicio- más del 70% de la factura, lo que hoy por hoy impide amortizar la inversión de más de 6.000 millones de euros acometida hasta la fecha.

Fuente: FAO, German associations, Ministry of Water Resources, Ministère des Ressources en Eau, FENAREG, CIHEAM, MAGRAMA

De esta forma, la luz representa ahora más del 40% de los costes relacionados con el agua, lo que hace insostenible el regadío a pesar de ser el garante de los alimentos básicos. De hecho, organismos internacionales como la FAO insisten en la necesidad de aumentar su producción más de un 40% antes del año 2030 y más de un 70% antes de 2050, argumentando que estos cultivos producen cinco veces más que los de secano. De hecho, aunque ocupan sólo el 15% de la extensión total son responsables del 60% de la producción final agraria.

Doble eficiencia: hidráulica y energética

Por esta razón, Fenacore llama la atención sobre la necesidad de alcanzar una eficiencia tanto hidráulica como energética en el regadío si se quiere realmente conseguir un mejor uso del agua que garantice el abastecimiento de los mercados a precios competitivos. Concretamente, las Administraciones deben tener en cuenta la confluencia de, por un lado, infraestructuras de riego modernizadas, pero de bajo consumo eléctrico y, por otro, el desarrollo de cultivos con menos necesidades de agua y mayor tolerancia a las plagas (biotecnología).

En este sentido, para avanzar en las más de un millón de hectáreas que todavía quedan sin modernizar en España y minimizar los gastos de electricidad derivados de este proceso es necesario modificar el escenario tarifario actual, permitiendo a los regantes, por ejemplo, pagar sólo por la potencia utilizado y no por la teórica contratada o favoreciendo la producción de energías renovables para autoconsumo a partir de sus propios recursos.

Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “la articulación de la normativa adecuada para facilitar a las comunidades de regantes la producción de energía distribuida cerca de los centros de consumo, eliminado las trabas administrativas actuales, también sería una alternativa eficaz para conseguir que el binomio agua-energía sea realmente una realidad en España”. Fuente: www.iagua.es

viernes, 5 de diciembre de 2014

SALTA: Hombre al agua




El gobernador Juan Urtubey aprobó hoy el precio de agua para la industria. Las empresas de gaseosas, cervezas y otros productos deben pagar un peso por mil litros agua.

En la elaboración de la gaseosa cada litro de Coca Cola se utilizan entre 2,7 y 4 litros de agua potable. El lavado de las botellas es otro tema. En total se pueden llegar a contar 20 litros de agua potable utilizados, para un litro de felicidad. Es un estándar mundial, que seguro será desmentido.

Si ese volumen se multiplica por la cantidad que a la vista de todos se envasa en Salta, el agua invertida es enorme. Pero si se tiene en cuenta que esas botellas son exportadas a por lo menos cinco provincias del NOA, el total de agua extraído en Salta, y en solo una empresa, es abrumador.

La cosa cambia cuando se tiene en cuenta que otras empresas, Cerveza Salta por ejemplo, también demandan agua para sus productos (exportados fuera de la provincia).

Entonces cuánto pagan estas empresas por esa cantidad de agua que utilizan y que exportan: apenas un peso ($1,08) por cada mil litros de agua.

Por otra parte, tanta explotación comercial privada, basada en el agua, nos debiera obligar a reflexionar sobre las multas a la vecina por derroche.

Incluso para evitar la pérdida de un bien escaso como el agua, la empresa estatal Aguas del Norte, tiene instalados medidores domiciliarios en Salta, a través de los cuales se les cobra a los habitantes  un peso con cincuenta ($ 1,519) los mil litros de agua (un metro cúbico).

Es decir que doña Quispe, paga por el agua para el guiso 50% más caro que la Sprite o la Talca.

Encima 3000 pesos por Aguas del Norte, si te pillan con una manguerita en la vereda, o regando el árbol de la puerta.  La injusta distribución de los recursos es dispuesta por decreto gubernamental.


En el decreto 3526, el gobernador Juan Urtubey aprobó “el precio para el cobro del canon del año 2014, aplicable al agua pública para uso industrial (materia prima), destinada al envasado de agua natural, mineral, mineralizada, agua gasificada, gaseosas, cervezas, lavandinas, agua desmineralizada y fabricación de hielo, en toda la Provincia de Salta, con excepción del agua termal, en la suma de $ 1,08 por metro cúbico”. Fuente: www.cuartopodersalta.com.ar