jueves, 29 de enero de 2015

Siempre la muerte es para los de aquí y nunca para los de arriba

Por Pablo Gramajo


Tengo los ojos ardidos
Por haberle moqueado la noche
No hay paz
Tengo un escopetazo en el corazón
De un calibre que no existe
De un cartucho incomprable
Tengo mi rodilla izquierda que renguea el paso
El ligamento está roto
Tengo canto de pájaros desafinado esta mañana
Que parece otoño porque al árbol le han cortado
Alterando así la vida el clima
Pero es verano
Un sol obeso habita este rincón
Tengo bronco-espasmo y respirar no puedo bien
Las flores que han nacido
Gracias a la lluvia de la noche otra
Aroma no le siento
Tapada esta mi nariz
Tengo mis brazos tonificados
Mi espalda crecida
Mis hombros anchos
Mis piernas creciendo
Pero no tengo la fuerza para ponerme las zapatillas
E irme a la escuela a enseñar
Tengo un libro por leer y otro por escribir
Tengo la muerte salpicando el camino y la policía reprimiendo
Tengo mi dedo en el gatillo
Y un amor insoportable por la vida
Tienen la bala para mí
Queremos tener la bala para ellos

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