Una antiquísima y cercana galaxia, llamada
Retículum II, puede ser la clave de la procedencia de estos elementos pesados
Al principio de los tiempos, cuando el Universo acababa de
nacer, todo, o casi todo, era hidrógeno.
Los elementos pesados que nos rodean
en la actualidad no existían, y fueron fabricándose poco a poco en los hornos
nucleares de millones de estrellas que, al morir, los liberaron al espacio.
Así, esos materiales pesados fueron incorporados por nuevas generaciones de
estrellas, entre ellas el Sol, que gracias a ellos pudieron formar a su vez
planetas sólidos, como el nuestro.
A pesar de ello, existen algunos metales muy pesados, los
más apreciados en la Tierra, cuyo origen no es tan sencillo de explicar. Los
científicos, en efecto, llevan décadas intentando averiguar el origen de elementos
como el oro, la plata o el platino. Y ahora, por fin, creen haberlo conseguido.
Para "fabricar"
estos elementos tan pesados se necesita una increíble cantidad de energía.
Tanta, que hasta ahora nadie se explicaba cómo podían siquiera existir en el
Universo. Sin embargo, el descubrimiento de una antiquísima y cercana galaxia
enana, llamada Retículum II, a "solo"
98.000 años luz de distancia, lo ha cambiado todo. Y es que esta pequeña y
oscura galaxia satélite de nuestra Vía Láctea posee estrellas que contienen una
cantidad realmente enorme de materiales muy pesados, entre ellos oro, plata y
platino.
"Comprender cómo
estos elementos tan pesados pudieron llegar a formarse es uno de los problemas
más difíciles de la física nuclear", afirma Anna Frebel, investigadora
del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y autora principal de un
estudio que acaba de publicarse en Nature. "La producción de estos elementos tan pesados -prosigue- requiere de
tanta energía que resulta imposible fabricarlos experimentalmente.
Sencillamente, su proceso de fabricación no funciona en la Tierra. Por eso,
hemos tenido que usar estrellas y otors objetos cósmicos como laboratorio".
Descubierta hace menos de un año, la pequeña Reticulum II
está en órbita de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y es una de las galaxias
enanas más cercanas encontradas hasta ahora por los astrónomos. Se la considera
una de las mejores candidatas para detectar materia oscura, y ahora se ha
convertido también en el mejor lugar para averiguar cómo nuestros elementos
favoritos se originaron en el Universo y cómo llegaron hasta la Tierra.
Analizando la luz procedente de varias de las estrellas más
brillantes de Reticulum II con los telescopios Magallanes, en Chile, Frebel y
su equipo pudieron determinar que contienen una cantidad "masiva" de elementos como oro,
plata y platino. Y es del todo es imposible que estas estrellas los hallan
fabricado por sus propios medios. "Cuando
comprobamos con nuestro telescopio enorme cantidad de metales pesados en esa
primera estrella -recuerda Alexander Ji, uno de los miembros del equipo- nos
quedamos estupefactos. Además, la estrella se veía mal, como si no perteneciera
a esa galaxia. Pasé mucho tiempo asegurándome de que el telescopio estaba
apuntando en la dirección correcta".
Elementos muy pesados como el oro, el uranio o el plomo se
crean mediante un sistema que los científicos conocen como "proceso-r", nombre que deriva de
los términos "captura rápida de
neutrones". Ya en 1957, los físicos Hans Suess y Harold Urey
demostraron que era necesaria alguna forma de captura rápida de neutrones para
forjar esta clase de elementos, y que todos ellos debieron empezar a existir en
alguna parte del Universo, en un lugar en el que se dieran condiciones extremas
y hubiera una enorme cantidad de neutrones disponibles.
Explosión de estrellas
Según su hipótesis, la explosión de estrellas gigantes o la
fusión de estrellas de neutrones (las más densas que existen) eran los
escenarios más probables para que algo así sucediera, aunque Suess y Urey nunca
lograron pruebas de que algo así sucediera realmente, por lo que el origen de
los elementos "proceso-r"
siguió estando envuelto en el misterio. Ahora, sabiendo que las colisiones de
estrellas de neutrones son relativamente comunes durante las primeras etapas de
la formación de galaxias enanas como Reticulum II, el equipo liderado por Anna
Frebel ha determinado que Suess y Urey tenían razón.
De esta forma, elementos pesados como el oro, la plata, el
plomo, el platino y otros elementos "proceso-r"
se crearon durante las explosiones de estrellas de neutrones en el interior de galaxias
enanas, pasaron después a formar parte de nuevas estrellas y asteroides y
terminaron por estar presentes en nuestro planeta. Hay que tener en cuenta, sin
embargo, que todo el oro "original" de la Tierra, el que contribuyó a
la formación de nuestro planeta, se hundió en su núcleo, ya que la Tierra
primitiva era una gran bola de materiales fundidos, y los materiales más
pesados se hunden en el centro. Por ello, todo el oro del que disponemos en la
actualidad, el que está cerca de la superficie terrestre, procede, sin
excepción, del impacto de asteroides.
"Como hemos dicho
-puntualiza Frebel- el oro al que tenemos acceso no se formó en los asteroides,
sino durante la fusión de estrellas de neutrones. Después se mezcló en la nube
de gas y polvo a partir de la que se formaron todos los planetas y asteroides
de nuestro sistema. Y después todo ese oro fue transportado a la Tierra".
Además, y debido a que la fusión de esta clase
de estrellas eran muy poco frecuentes en el Universo primitivo, los investigadores
piensan que todo el oro, la plata y el platino que utilizamos en la Tierra
proceden, probablemente, de una única colisión estelar sucedida cerca de
nuestra galaxia. Quizá en el seno de la propia Reticulum II... Fuente:
www.abc.es
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