No cabe duda que la implementación del modelo
extractivista como opción de “desarrollo” por parte de los Estados contraviene
los esfuerzos existentes a nivel global y regional para amortiguar la crisis
climática y ambiental. Con cinismo y engaños, se vulneran tratados y convenios
internacionales más elementales con los que se pretende un mínimo para frenar
la destrucción del medio ambiente y la biodiversidad biológica.
No hay duda alguna, el modelo extractivo minero es el
megaproyecto de mayor impacto territorial que, además de avasallar los derechos
humanos y los bienes de la naturaleza, fomenta el acaparamiento y despojo de
tierras y en consecuencia es promotor “natural” de la destrucción de la Madre
Tierra.
A nivel mundial, Mesoamérica se caracteriza por poseer una
gran diversidad biológica y cultural, no solo por su milenaria historia
precolombina, sino también por su ubicación geográfica en la zona ecuatorial,
lo que hace de ésta una región con particularidades que derivan en una gran
riqueza de bienes naturales y de reserva hídrica, hogar de especies endémicas
nativas en peligro de extinción y con zonas de vida exclusivas en el planeta.
Sobresalen sus sistemas montañosos como la Sierra Madre (Occidental y Oriental)
en México, que recorre gran parte del país; la sierra de los Cuchumatanes en
Guatemala; y las cordilleras Volcánica Central y Talamanca en Costa Rica (esta
última presente también en Panamá). Es en estas sierras en donde la vida se
hace diversa, en donde la naturaleza se expresa de forma multifacética y en
donde los pueblos mesoamericanos han contribuido con su manejo y la
domesticación de especies nativas, al establecimiento de procesos bioculturales
históricos. Y todo ello implica biodiversidad.
La riqueza de la biodiversidad en Mesoamérica está en riesgo
debido a los proyectos integracionistas de carácter neoliberal como el “Plan
Puebla Panamá”, ahora denominado “Proyecto Mesoamérica”, entre otros proyectos
de integración mercantil, que no son más que los planes de empresas y otros
actores transnacionales que buscan a toda costa la mercantilización de la
naturaleza. El ahora llamado “Proyecto Mesoamérica” busca de forma progresiva
crear las condiciones ideales para que se faciliten los procesos para la
inversión privada nacional, extranjera y/o trasnacional. No es casual entonces
que se hable de la generación de grandes proyectos de infraestructura como
carreteras, ferrovías, aeropuertos y puertos marinos, además que el incremento
en energía se consiga a través de subestaciones de mega hidroeléctricas o
parques eólicos. Sin estos proyectos de infraestructura, comunicación y
energía, la inversión quedaría simplemente congelada y las empresas no
llegarían o no podrían operar. Al mismo tiempo, se requieren grandes cantidades
de bienes naturales como el agua, que en algunos casos, como en los proyectos
mineros, es un bien imprescindible para su establecimiento y operación. Por
ello tampoco es casual que el sistema de integración energética implique
homogeneizar el cableado en la región, a la vez que cada uno de los países
avance en la desregularización de sus leyes y reglamentos para posteriormente
hacer una nueva regulación acomodada al sector empresarial (1).
El efecto de esas desregulaciones tiene diferentes facetas,
pero basta con observar las miles de concesiones mineras, asociadas a proyectos
energéticos, autorizadas de manera arbitraria por los Estados, que amenazan y
vulneran este territorio para tener una muestra de lo que aquí exponemos.
En este contexto, los destructivos proyectos de la empresa
minera canadiense GoldCorp en la región tales como La Mina Marlin en Guatemala,
la mina San Martín en Valle de Siria, Honduras o el complejo minero Los Filos
en Carrizalillo, México, son un fiel exponente de cómo la explotación a cielo
abierto es la esencia de la devastación que produce el modelo extractivo. En
estos países, la explotación minera a cielo abierto ha provocado la
contaminación de los ríos como efecto del proceso de lixiviación (uso del
cianuro de sodio en la extracción de algunos minerales como el oro, la plata y
el cobre), así como la producción de grandes pasivos ambientales derivados de
los metales pesados tóxicos, que ocasionan irreversibles daños a las salud de
las personas y animales y al ambiente.
No obstante, y a pesar que las entidades financieras, los
gobiernos y las corporaciones mineras realizan grandes esfuerzos para convencer
y hacer creer a la población que el extractivismo minero es la única opción de
desarrollo. Los pueblos, haciendo uso de sus procesos pacíficos, democráticos,
legales y basados en su libre determinación, han construido diferentes formas
de resistencia para frenar la expansión minera y desmitificar el discurso del
“progreso y desarrollo” que el modelo extractivista ha estado promoviendo e
imponiendo.
El modelo económico imperante es voraz y mercantilista de
los bienes naturales a los que define como “estratégicos” (agua, minerales,
aire, tierra), buscando simplificar el significado de los mismos, de tal manera
que, para el modelo extractivo, un bosque es visto únicamente como productor de
madera y recursos energéticos y una montaña es considerada un conjunto de
minerales y metales preciosos. De esta forma se pierde la visión de la
integralidad que habita al interior de los ecosistemas. Por su parte, los pueblos
indígenas, de acuerdo a su cosmovisión, consideran históricamente a la
naturaleza como un todo, en donde hay interrelaciones de cosmovisión terrenales
y supraterrenales para con los bosques, ríos y el conjunto de la Madre Tierra,
siendo esta la esencia de la vida misma. No es casual entonces que ante el
modelo extractivo depredador, las resistencias reaccionen y salgan en defensa
de la vida misma, siendo capaces de garantizar la existencia de la gran riqueza
natural que aún quedan en la región.
Francisco Mateo, miembro del Consejo de Pueblos Mayas de
Guatemala y Miguel Angel Mijangos, miembro de Procesos Integrales para la
Autogestión de los Pueblos Integrantes del Movimiento Mesoamericano contra el
Modelo extractivo Minero -M4, movimientom4.org. Contacto: info
@movimientom4.org
Notas
(1) http://movimientom4.org/...
Fuente: Movimiento M4
No hay comentarios:
Publicar un comentario