Argentina tiene actualmente dos equipos de investigadores,
independientes entre sí, que trabajan en el desarrollo de una vacuna contra el
coronavirus. Con ambos proyectos, la ciencia nacional ingresa a los países que
han iniciado la carrera para dar con un fármaco que ponga freno a la pandemia.
Ambos proyectos tienen como protagonistas a investigadores
de universidades públicas, al CONICET y a empresas de base tecnológica.
Integran la lista de los más de cien proyectos activos en todo el mundo, y unos
de los pocos desarrollos en busca de una vacuna contra el coronavirus en
América Latina, ya que también en Chile y en la Universidad de San Pablo
(Brasil) están tras ese objetivo.
LOS PROYECTOS
Uno de los trabajos es llevado adelante por científicos de
la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del
Litoral (FBCB - UNL), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (Conicet) y las empresas Cellargen Biotech SRL y Biotecnofe SA.
Este equipo, ya tiene experiencia en el área y viene
trabajando en el desarrollo de productos tanto para industria humana y la
sanidad animal.
El desafío en el que están embarcados es poder probar en
ratones de laboratorio el prototipo de la vacuna la respuesta inmunológica
generada. “Antes del año sabremos si los
candidatos vacunales propuestos inducen la producción de anticuerpos
neutralizantes. Para luego sí, iniciar una nueva etapa que comprende los
ensayos en humanos”, explicaron.
El otro proyecto es ejecutado por un grupo de investigación
interdisciplinario de la Universidad Nacional de San Martin encabezado por la
doctora Juliana Cassataro.
Una de las fortalezas de este equipo, es su dilatada
experiencia en la producción de adyuvantes: unos compuestos que se incorporan a
las vacunas y que potencian la respuesta del organismo.
“Para tener mejores
chances de encontrar la mejor formulación plantemos dos caminos: el clásico,
utilizando adyuvantes conocidos que ya están probados en otras vacunas por vía
parenteral, y por otro lado con moléculas que son para administración de
vacunas por vía oral”. Así explicó al Departamento de Comunicación
Institucional del Rectorado de la UNNE, la doctora Karina Pasquevich integrante
del grupo de científicos que lleva adelante esta línea de investigación.
Precisamente la posibilidad de obtener la formulación para
una vacuna oral es lo que hace innovador al proyecto de la UNSAM. De obtenerla,
la ventaja estaría en que es una alternativa más aceptada por las personas y
requiere menos personal entrenado.
El otro recurso importante del grupo es que cuenta con un
equipo de virólogos encabezado por el doctor Diego Alvarez, encargado de
desarrollar los antígenos a utilizar en las distintas formulaciones. Como
herramienta paralela, disponen de un test que les permite evaluar en las
pruebas pre clínicas, no solo si los prototipos de vacunas generan anticuerpos
sino además los cuantifica.
En las pruebas proyectadas para las distintas formulaciones
se buscará, cuál de todas genera una respuesta de inmunidad más protectiva y de
mayor durabilidad. Fte: datachaco.com
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