En Estados Unidos, el ritmo al que están
desapareciendo las colonias de abejas dificultan su supervivencia en el largo
plazo.
En Estados Unidos, las abejas son las encargadas de
polinizar al menos un cuarto de los alimentos que se consumen, esto incluye
cultivos como frijoles, manzanas, almendras, entre otros. Sólo esto podría
explicar la importancia de mantener sana la población de abejas en los
diferentes estados.
Una gran cantidad de estudios, no sólo del país sino de
otras partes del mundo, vinculan de forma directa el uso de pesticidas, en
especial los neonicotinoides, con la muerte masiva de abejas por el Trastorno
de Colapso de Colonias (CCD) al grado de que en Europa se han prohibido al
menos 3 de los más utilizados.
La situación en Estados Unidos dista de ser la de Europa, en
este país se siguen utilizando los mismos pesticidas mientras las grandes
compañías productoras como Bayer, Dupont, Monsanto y Syngenta promueven su uso
en las semillas que producen y alegan que el CCD obedece a otro tipo de
factores como los ácaros y diferentes parásitos que las afectan.
Según el reporte anual del Departamento de agricultura de
los Estados Unidos (USDA), la pérdida total de colmenas de abejas en el país
durante el invierno de 2013-2014 fue de 23.2%. Aunque la cifra mejoró en
comparación al conteo de 2012-2013, que fue de 30% de pérdida, no significa que
sea una buena señal.
El ritmo al que se han perdido las colmenas de abejas
durante los últimos 8 años, no asegura la supervivencia de las mismas en el
largo plazo. Las tasas de mortalidad son aún muy altas y de seguir con las
mismas prácticas, esto no pinta para mejorar. La siguiente gráfica muestra el
porcentaje de pérdida de colmenas en el país. Fuente: www.veoverde.com/
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