¿Están los medios informativos y las redes
sociales fomentando un innecesario alarmismo en torno al brote de coronavirus
originado en China? La OMS ya advirtió sobre esta "infodemia".
El problema de un "virus
emergente" es que, como no se sabe ni su "denominador", la cantidad de gente infectada, ni cómo se
propaga, ni su tiempo de incubación, ni la potencial mortalidad que va a
desarrollar, se deben tomar siempre medidas preventivas. Pero que esas medidas
creen alarma social, depende en parte de cómo los medios de comunicación
informen sobre el brote.
"Yo entiendo que
desde el punto de vista periodístico, eso vende", concede Nerea
Irigoyen, jefa de un grupo de investigación en la Universidad de Cambridge.
Pero cree que se ha creado demasiado alarmismo y "ahí los medios han tenido mucha culpa". El problema, según
esta viróloga molecular que ha investigado el coronavirus, es que este
"ruido mediático" ha interferido con el tratamiento del tema por
parte de las autoridades sanitarias.
"Se puede acabar
colapsando urgencias por gente que empieza a toser después de cenar en un
restaurante chino y piensa que tiene el virus", pone como ejemplo. Y
considera excesivo que se haya criticado sin fundamento a la Organización
Mundial de la Salud por no declarar la emergencia internacional. "Creo que está bien que al final la hayan
declarado, pero únicamente para que haya un organismo que centralice lo que hay
que hacer, y no que cada uno tome las medidas que le dé la gana",
explica.
Y pone como ejemplos cierres de fronteras, cancelaciones de
vuelos, evacuaciones que pueden incluso ayudar a propagar el virus… Y brotes de
xenofobia y racismo hacia las comunidades chinas. "Aquí en Cambridge, como hay tanta población asiática, a los colegios
han llegado cartas diciendo que, a lo mejor, los chinos no debería llevar a sus
hijos a clases mientras tanto".
"Nuestro enemigo común es el coronavirus, no los chinos"
En España, por ejemplo, el responsable de negocios de la
embajada china, Yao Fei, ha protestado por las medidas tomadas en Estados
Unidos de prohibir los viajes a China y bloquear a cualquier viajero que haya
estado recientemente en el país. "Quiero
reiterar que el coronavirus no tiene pasaporte; nuestro enemigo común es el
coronavirus, no los chinos", ha recordado este martes (04.02.2020) en
Madrid. "Lo que está haciendo
Estados Unidos no sirve más que para causar el pánico internacionalmente y no
sirve nada para apoyar a China en su lucha contra el coronavirus", ha
lamentado.
"Una gripe
estacional que tenemos todos los años mata mucha más gente", recuerda
Irigoyen. "Este año, además, está
siendo especialmente grave en Estados Unidos, donde han muerto ya más de seis
mil personas, algo mucho más dramático que lo que está pasando en China… y sin
embargo nadie habla de cerrar las ciudades estadounidenses", dice. Hay
que tomar las prevenciones necesarias, explica, "pero parece que se está haciendo como un reality show con los que están
en cuarentena, contando cada día lo que les va pasando… a mí me parece que ya
no es un problema de salud pública, sino simplemente vender sensacionalismo".
oronavirus viral
"Este tema
claramente genera audiencia por el morbo", interpreta Fernando Monzón,
publicista experto en televisión y redes sociales. "Tiene todos los ingredientes: muertos, una amenaza lejana pero real y
tiene, sobre todo, una literatura construida sobre el tema durante mucho tiempo
en el imaginario colectivo", explica haciendo referencia incluso a las
películas de zombis. Un ejemplo es este hilo de Twitter, que pretende demostrar
lo fácilmente que se nos engaña en las redes.
Pero incluso gente con formación científica y gran prestigio
médico "se está sumando a esto de
'doy mi propia opinión'… como estoy haciendo yo ahora mismo", bromea
Monzón. Se refiere a unas declaraciones a una televisión española del doctor
Pedro Cavadas, conocido por sus pioneros transplantes de cara, en las que ponía
en duda la veracidad de la información proporcionada por las autoridades
chinas, que según él podrían estar escondiendo la dimensión real de la
epidemia.
"Es un médico que
tiene gran reputación, pero ni es virólogo, ni es epidemiólogo ni es médico de
medicina preventiva", critica Irigoyen. "Entonces, dar su opinión
diciendo que 'mis hijas son chinas y sé de lo que hablo'… no sé yo si eso le da
autoridad para decir todo eso".
A la búsqueda de un remedio
Investigadores en California, China, Australia y Francia
trabajan a contrarreloj para encontrar un medicamento contra el coronavirus.
"Se necesitan más investigaciones y
análisis de los datos epidemiológicos", dijo a la AFP, Christophe
d'Enfert, director científico del Instituto Pasteur en París, uno de los
centros de investigación implicados.
Pero hasta que haya un medicamento eficaz, en China se
difunde que un líquido a base de madreselva podría "inhibir" el virus
y en la India, donde hay tres casos confirmados de contagio, las autoridades
promueven la homeopatía. Al menos en este caso, está científicamente demostrado
que no hace nada. Tampoco, por tanto, daño.
Una realidad virtual
"Yo voy la semana
que viene a Tailandia a un encuentro empresarial sobre realidad virtual: allí
hay 19 casos y ningún muerto, pero hay una psicosis brutal", explica
Monzón. En el país, uno de los contagiados fue un taxista, así que los
conductores ya no dejan subirse a los chinos a un taxi. Se ha hecho viral la
etiqueta 'No aceptamos turistas chinos'. La psicosis es todavía mayor en
Indonesia, donde además de mentiras racistas, se empieza a difundir en las
redes sociales que el virus se contagia a través de teléfonos de la marcha
china Xiaomi.
En Singapur y Malasia se lo toman con más humor,
y dicen que la crisis no puede durar mucho porque es "Made in China", en referencia a los productos industriales
baratos con esa marca de procencia. Aunque iPhone y Samsung también producen en
China, esos no se contagian de una crisis que empieza a afectar ya a la
economía. "Voy en primera a mitad de
precio; los vuelos van vacíos a Asia", concluye Monzón. Pero mejor no
empezar el debate de a quién va a beneficiar esta crisis. Fuente: dw.com
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