miércoles, 4 de julio de 2012

Amaranto, planta sagrada, le da batalla a Monsanto


La planta sagrada de los incas desafía al gigante  Monsanto y crea el pánico entre los agricultores de USA. La transnacional  de semillas transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto  (Kiwicha) (Amaranthus quitensis) que acabó con sembrados de soja. En Estados Unidos los agricultores han tenido que  abandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil  están gravemente amenazadas. Este pánico  se debe a una ‘mala hierba’ el amaranto (conocida en el Perú como Kiwicha) que  decidió oponerse a la transnacional Monsanto, tristemente célebre por su  producción y comercialización de semillas transgénicas. En 2004 un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta invasora mala hierba habían sido sembrados con granos Roundup Ready (sojaRR), que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al  herbicida (glifosato). Desde entonces la situación ha  empeorado y el fenómeno se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos británicos del  Centro para la Ecología y la Hidrología , se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas  ”indeseables” como el amaranto. Esta constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): ‘una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente imposible.’ Según el genetista británico Brian Johnson, basta con un solo cruce logrado entre varios millones de  posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosfato de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la adaptación  Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una  planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el  humilde Amaranto, que se vuelve imposible de eliminar. La única solución es arrancar a mano las malas  hierbas, como se hacía antes, pero ésto ya no es posible dadas las enormes  dimensiones de los cultivos. mecanizados Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente,  las tierras han sido abandonadas.

Transgénicos artificiales  vs. mutaciones naturales

El diario inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y creado un supergrano resistente a los herbicidas, algo inconcebible  para los  defensores de las semillas transgénicas. Resulta divertido constatar que el Amaranto o Kiwicha, considerada ahora una planta diabólica para la agricultura  genética, es una  planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del  mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más  ricas en  proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C, y sales  minerales. Así este bumerán, devuelto por  la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad  en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas  como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos  químicos.

El Amaranto le da pelea a la soja transgénica, Jallalla [GRR-Argentina]

La naturaleza contraataca: Amaranto inca devora transgénicos de  Monsanto

El amaranto inca kiwicha invade plantíos de soya transgénica de Monsanto en Estados Unidos como si estuviera en una cruzada por acabar con esta nefasta empresa agrícola y de paso dar un mensaje al mundo  En lo que parece ser una muestra más de la  sabiduría de la naturaleza abriendo camino, la especie de amaranto inca conocida como Kiwicha se ha convertido en una pesadilla para Monsanto. Curiosamente esta  compañía conocida por sus diabólicas prácticas se refiere a esta hierba sagrada para los Inkas y los Aztecas como ‘mala hierba’ o una  ‘hierba maldita’. El fenómeno de la expansión del amaranto en  cultivos de más de viente Estados a lo largo de Estados Unidos no es nuevo, pero  merece ser rescatado, acaso celebrando la pericia y quizás hasta la inteligencia de esta planta guerrera que se ha opuesto al gigante de las semillas  transgénicas. Desde el 2004 un agricultor en Atlanta se dio cuenta que brotes de  amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup basado en el glifosato y  devoraba campos de soja transgénica. El sitio web de Monsanto recomienda a los agricultores mezclar el glifosato con herbícidas como el 2,4-D que fue prohibido en Escandinavia por estar haberse correlacionado con el cáncer. Es curioso que el New York Times que hace más de 20 años escribía que el Amaranto podía ser el futuro del alimento en el mundo, ahora llama a esta planta una ‘superweed’, un término  despectivo que refleja una concepción del Amaranto como una plaga. Según un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la Hidrología , se ha producido una transferencia de genes entre la  planta modificada genéticamente y algunas hierbas “indeseables” como el Amaranto. Este hecho contradice las afirmaciones de los  defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): que señalan que  una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no  modificada es simplemente imposible  El amaranto por cierto posee más proteínas que la  soya y además contiene vitaminas A y C. Mientras tanto en Estados Unidos se   preocupan de cómo eliminar esta resistente planta que supera a la tecnología de  Monsanto: se reproduce en casi cualquier clima, no le afectan enfermedades ni  insectos por lo cual no necesita químicos. ¿Acaso no sería mejor que escucharan   este mensaje de la naturaleza e intentaran procesar alimentos de amaranto?  Casos como la satanización del amaranto nos hacen   pensar que la industria de los alimentos busca simplemente mantener a la   población en el peor estado físico posible para que pueda ser devorada por  oscuras corporaciones e intereses políticos.

Aclaración

El amaranto (Amaranthus quitensis) y otras especies  emparentadas es una planta relacionada a la familia  de las Quinoas, uno de los tres alimentos básicos de los Inkas junto a la papa y el maíz, que luego fue anulado por los invasores españoles y reemplazada por los cereales europeos. Hoy las Quinoas aparecen como uno de los grandes alimentos para la humanidad por su potencial energético en aminoácidos e hidratos de carbono y por su ductilidad ambiental que la hace poder cultivarse desde los 3500 m de altura hasta el llano y en medios altamente salinos o deteriorados donde no crece ningún otro alimento. Las Quinoas aparecen así como otro aporte magistral de los pueblos andinos del Inkario (junto a la papa, el maíz, el tomate, el ají, la quina, el tabaco y la coca) a la alimentación del mundo. En el caso del Amaranto  aparece como una venganza del Tuwantisuwu sobre las multinacionales, así como la cocaína descarga su maldición sobre la UE y los EE.UU

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