Una vez más, el mundo de los agrotóxicos muestra sus
dientes. Esta vez, a sólo tres días del aniversario de los casi 4000 muertos de
la tragedia de Bophal, en la India, en la forma de “humo” que surgía sin
control de un contenedor en el Puerto de Buenos Aires. Zozobra, caos, gente
descompuesta, evacuaciones rápidas, incertidumbre.
Foto: Gentileza Clarín |
Los medios de prensa transmitían en tiempo real los
esfuerzos de los bomberos, policía, gendarmería, por alejar a la gente y cercar
con modestos barbijos –los que más suerte tuvieron- la zona en la cual el
fuerte olor hacía llorar a las personas. El viento con dirección Norte - Sur
llevó el humo para el centro de la ciudad de Buenos Aires y el barrio de
Constitución. La carga provendría de Shanghai, China, en tránsito en Buenos Aires
hacia el puerto de Caacupe-Miports, en Paraguay. El siguiente trayecto lo iba a
hacer por agua… por la misma agua del que beben millones de personas, con el
que riegan millones de hectáreas.
DE INMEDIATO
En las primeras horas del episodio, al Hospital Austral de
Pilar llegaron 7 casos de síntomas leves, cefalea, nauseas, irritación ocular y
de vías respiratorias altas. Fueron descontaminados en el área de descontaminación
del servicio de emergencias y se ingresaron a la guardia.
Al Hospital italiano comenzaron a consultar pacientes
adultos y niños con cuadros de irritación en vías aéreas superiores y un
curioso "olor" a hidrocarburos. El hospital decidió descontaminarlos
fuera de la guardia, organizando un circuito hasta su ingreso, quitándoles la
ropa y bañándolos.
En el Centro Nacional de Intoxicaciones se efectuaron desde
las 10.30 hasta las 15.20hs, 115 consultas telefónicas, la mayoría con
manifestaciones de tipo irritativas en vías aéreas superiores, oculares y cutáneas
leves. 104 asesoramientos telefónicos. Todos con sìntomas irritativos
respiratorios y oculares leves. Todos con intenso olor a insecticida en la ropa
y pelo.
En el Hospital de Clinicas, hasta las 13;30 hs fueron
atendidos 20 pacientes en guardia, manifestaciones de irritación y algunos,
vómitos. Todos presentan importante olor en sus ropas. Todos fueron
decontaminados y sus vestimentas fueron aisladas. Dos sintomaticos que
revirtieron con baja dosis de atropina.
EL RESPONSABLE
THIODICARB 35%, insecticida inhibidor de colinesterasas, un
carbamato sistémico con actividad insecticida: ovicida, larvicida y adulticida,
utilizado para la semilla de algodón, maíz, sorgo y soja. Su toxicología es II:
Altamente tóxico.
Los inhibidores de colinesterasas por ser compuestos muy
liposolubles se absorben por todas las rutas de exposición: oral, dérmica, la
conjuntival y la inhalatoria. Tanto los organofosforados como los carbamatos
son inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa, uno de los neurotransmisores
más importantes, encontrándose en muchos niveles de las sinapsis del sistema
nervioso. Según los manuales médicos, algunos de los efectos sintomáticos son:
agitación, taquicardia, confusión, hipertensión, delirium, convulsiones,
mialgias, depresión respiratoria, broncoespasmo, vómito, calambres, coma,
diarrea, mioclonías, micción involuntaria, dolor abdominal, hipotensión, piel
pálida y fría.
¿…EL RESPONSABLE?
El verdadero responsable es un modelo agrícola altamente
dependiente de insumos, que echa mano cada dia más a productos progresivamente
más peligrosos, en mayores cantidades que se tornan inmanejables. Que producen
efectos crónicos, agudos, que matan.
Evidentemente el argumento del “hambre en el mundo” ya no
resiste el menor análisis. Llevan 70 años argumentando quecon los agrotóxicos
se solucionaría el hambre en el mundo. Las plagas siguen igual que antes. Y las
personas, enfermas.
“Levemente tóxico” se leía en los script de los canales
informativos. ¿Levemente tóxico? ¿Existe tal cosa? Quizás salte finalmente la
penosa alarma cuando haya personas “levemente muertas”.
Lic. Silvana Buján
Red Universitaria de Ambiente y Salud - Médicos de Pueblos
Fumigados
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