La aprobación por parte del
Servicio de Evaluación Ambiental chileno, es una de las barreras para ingresar
proyectos de renovables al sistema eléctrico chileno. Las nuevas medidas
tomadas pueden acelerar este ingreso.
Durante el mes de octubre la
Comisión de Evaluación Ambiental, (CEA), encabezada por el Intendente de
Antofagasta, Waldo Mora, ha aprobado otro proyecto fotovoltaico a gran escala
en la región de Antofagasta. Ha sido aprobada en la sesión nº 17, el proyecto
se denomina “Flor del desierto”.
La mayoría de la inversión
privada en Chile pasa por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. La
información exigida a los promotores de los proyectos, especificaciones
técnicas, diversas rondas de evaluación, hacen de este proceso una lenta burocracia.
Para acelerar el ingreso y aprobación de los proyectos el SEI estableció un
nuevo reglamento, que además de regular la Ley de Bases de Medio Ambiente (Ley
20.417), incorpora una serie de exigencias que tienen como finalidad mejorar el
estándar de la evaluación ambiental, generando tanto para el sector privado
como público mayores exigencias para obtener mejores resoluciones de
calificación ambiental.
Lo que se pretende con el nuevo
reglamento es que la información del proyecto y los impactos significativos
estén disponibles al principio de la evaluación, para que sean adecuadamente
evaluados y con las medidas de compensación, mitigación y reparación apropiadas
para disminuir así con los niveles de conflictividad. El retraso que suponen
estos trámites para el ingreso en el Sistema de Evaluación Ambiental, inciden
en la materialización de las inversiones y la financiación, sobre todo en los
proyectos vinculados a la energía y la minería como son las centrales de
energía solar fotovoltaica.
La planta fotovoltaica de la
empresa Enel Latin América, se emplazará a 80 kilómetros al oriente de la
ciudad de Antofagasta, cerca del complejo industrial La Negra y Mina Escondida.
Esta iniciativa consistirá en la instalación de 166.698 módulos fotovoltaicos
que alcanzarán una potencia instalada de 50MW y tendrá una producción anual de
energía de 98 GWh/año, todo lo cual significará una inversión de 110 millones
de dólares.
La planta está orientada a la
generación de energía para inyectar al Sistema Interconectado del Norte Grande
(SING), lo que permitirá abastecer de energía eléctrica no sólo a la minería,
la industria y el comercio, sino que también a la población, colaborando con
ello a asegurar un bien básico, como es la electricidad en los hogares.
En la ocasión el seremi de
Energía, Carlos Arenas explicó que el gobierno del Presidente Piñera ha hecho
bastantes esfuerzos para ir incorporando este tipo de tecnología y de energías
autóctonas dentro de nuestra matriz energética, señalando que "el esfuerzo más importante radica
principalmente en la reciente promulgación de la ley 20/25 en la cual se va a
duplicar la cantidad de energías renovables que debería tener nuestra matriz
energética al año 2025".
Así mismo precisó que "cuando asumí en este cargo el año 2010, me
tocó inaugurar el primer proyecto de energía renovable que existía en la zona
norte, esta pionera iniciativa ubicada en la localidad de Huatacondo en la I
Región, consistía en una planta solar fotovoltaica con combinación de energía
eólica, con un capacidad de 30KW. El año pasado inauguramos plantas del orden
de 7 MW y a fin de este año vamos a bordear los 130 MW de energía que se está
inyectando al Sistema Interconectado del Norte Grande. Estamos en una curva
exponencial en términos de ir incorporando cada vez más este tipo de energías
dentro de la matriz energética". Fuente: noticiasambientales.com.ar/
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