LA HABANA, jun (IPS) - La impronta de periodistas y
realizadores sensibles a la equidad de género comienza a ser visible en los
medios de comunicación de Cuba, un ámbito al que intelectuales y activistas
reclaman más acciones para romper con el sexismo.
Por Ivet González
"Se aprecian avances", dijo a IPS la periodista
Dainerys Machado, que ve las mayores señales positivas en publicaciones
alternativas o digitales y en programas audiovisuales de ficción producidos en
la isla. En la prensa tradicional, "solo son identificables cambios
mayores en medios de comunicación puntuales", opinó.
Por ejemplo, la telenovela "Bajo el mismo sol",
recién concluida luego de tres temporadas, abordó el tema de la violencia hacia
la mujer. Sus personajes protagonistas eran exconvictas que intentaban
reincorporarse a la sociedad y el serial incorporó puntos de vista sobre el
machismo, que provocaron debates en los hogares.
"Aunque con sus omisiones, el giro temático en los
productos audiovisuales de ficción en los últimos años ha contribuido a una
visibilización de la diversidad, mucho mayor que la generada en espacios
informativos y periodísticos", valoró la profesional, que ejerce en la
revista cubana Bohemia.
Unas 97 radioemisoras, 20 periódicos, dos agencias
noticiosas, revistas, sitios digitales, una televisora nacional y 31
telecentros locales forman el sistema estatal de medios del país, cuyos
profesionales aún no comprenden en su mayoría "la necesidad de cambiar el
lenguaje sexista y otras formas de exclusión", según Machado.
Sin embargo, estas preocupaciones aparecieron en la agenda
política, cuando el parlamento analizó, a fines de 2011, la imagen femenina en
los videos musicales.
También se incluyeron en el documento programático de la
primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba, único legal en este
país de gobierno socialista.
Celebrada en enero de 2012, la reunión partidista incluyó en
sus metas sociales "reflejar a través de los medios audiovisuales, la
prensa escrita y digital, la realidad cubana en toda su diversidad en cuanto a
la situación económica, laboral y social, género, color de la piel, creencias
religiosas, orientación sexual y origen territorial".
Desde los años 60, la situación de discriminación de la
mujer y la promoción de la equidad de género se incorporaron paulatinamente a
las disciplinas académicas, incluido en la carrera de periodismo y comunicación
social, aunque todavía hay contados estudios en la materia y la perspectiva de
género aparece en muy pocas materias.
Ya desde entonces, profesionales de la comunicación
abrazaron estos temas y, años después, al lenguaje inclusivo, para defender y
aportarle otros puntos de vista a los mensajes tradicionales de corte
patriarcal propios de una sociedad machista, un problema que persiste pese a los
esfuerzos estatales y de la sociedad civil.
Los profesionales de la comunicación social también han
pasado a preocuparse por incorporar un lenguaje inclusivo y en la televisión,
por ejemplo, se emiten con frecuencia programas sobre sexualidad, derechos de
las mujeres o paternidad responsable.
Pero el profesor Gustavo Arcos indicó que las y los
comunicadores "necesitan abrirse a las nuevas corrientes de pensamiento,
integrarse más al mundo y despojarse de los atavismos sexuales, morales o
culturales que los han acompañado por décadas".
El también crítico de arte explicó a IPS que "nunca ha
sido tarea fácil introducir esa ‘nueva mirada’, pues generalmente rompe con la
rutina, remueve conciencias y resulta incómoda para todos, hombres o mujeres,
que utilizan los medios como extensión de sus discursos políticos o
personales".
Para promover otras prácticas comunicativas que incluyan a
las mujeres, las masculinidades y la diversidad sexual, sesiona en La Habana
desde 1992, el Encuentro Iberoamericano "Género y Comunicación". Su
décima edición se desarrolló del 23 al 25 de mayo y a ella asistieron
periodistas y directivos del sector.
Auspiciado por las no gubernamentales Unión de Periodistas
de Cuba, Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación Cubana de Comunicadores
Sociales, en la cita se debatió sobre cómo la prensa de esta isla trata la
violencia machista, las orientaciones sexuales y los roles tradicionales
femeninos en el ámbito privado, entre otros asuntos.
Gracias al trabajo cimentado por iniciativas como este
encuentro, aparecen productos mediáticos críticos y los mundos ocultos por el
llamado androcentrismo. Para Lirians Gordillo, "la situación actual
resulta compleja, pues comienzan a emerger espacios y productos no sexistas que
conviven con la inmensa cantidad de mensajes machistas".
Gordillo, una de las organizadoras del espacio de debate
mensual sobre género y cultura denominado "Mirar desde la sospecha",
dijo a IPS que inciden de manera negativa el "asesoramiento
deficitario" y "la ausencia de debates al interior de los medios de
comunicación respecto a estos temas".
Ese encuentro es promovido por el Programa de Género y
Cultura del Centro de Reflexión y Debate Oscar Arnulfo Romero, de inspiración cristiana,
y la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
El debate acoge polémicas sobre la necesidad de concretar
estrategias por la equidad entre hombres y mujeres, sobre todo en el área de la
cultura.
"Mirar desde la sospecha" se une a otros proyectos
cubanos incluyen en sus propuestas el promover el enfoque de género en la
comunicación masiva. Entre ellos, están la Red Iberoamericana de
Masculinidades, Todas Contracorriente y la campaña "Yo digo no a la
violencia contra la mujer".
Según especialistas, se deben revisar los perfiles
editoriales de los medios de comunicación y su misión social, introducir otras
perspectivas en la formación académica, implementar políticas públicas
inclusivas y estimular estudios sobre los diferentes públicos. "Hay cada
vez más mujeres en los medios de comunicación, y también algunos hombres, que
desde sus intereses individuales se han venido acercando al tema", dijo a
IPS una de las principales voces en materia de género y comunicación de esta
nación caribeña, Isabel Moya.
Para la coordinadora de un curso sobre género para
profesionales de Cuba y otras latitudes, "no puede capacitarse hoy a
comunicadoras y comunicadores si no se empieza por un proceso de
sensibilización en materia de género". La profesora defendió que ese
"es el principal reto y el principal desafío". (FIN/2012)
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