La pela entre el gobierno nacional y la provincia de Córdoba
va alcanzando ribetes cada vez más complejos, hasta el punto de caer en
insólitas contradicciones.
Luego de que el gobernador José Manuel De la Sota decidiera
el cierre de cinco antenas del servicio de la Televisión Digital Abierta (TDA),
el Gobierno salió al cruce del cordobés argumentando que "De la Sota vuelve a tomar una medida
autoritaria e injustificada porque defiende los intereses de Clarín".
Ante esto, desde la gobernación respondieron que no se trata
de clausuras ni chicanas políticas, sino de “cierres preventivos y precautorios para después no tener que reparar un
eventual daño ambiental".
La afirmación suena algo contradictoria cuando esta semana
se conoció que el Gobierno de Córdoba autorizó a la empresa Monsanto a
construir una planta de acondicionamiento y embolsado de semillas de maíz
destinadas a la siembra en la localidad de Malvinas Argentinas, localidad
ubicada a 14 kilómetros de la capital provincial.
Una situación ya aclarada (varias veces)
Este lunes, el secretario de Ambiente de la provincia,
Federico Bocco, dijo a La Nación que por
aplicación de la ley general de ambiente 7343 y el decreto reglamentario 2131
"se dispusieron auditorías
ambientales que no sólo abarcan a las antenas de la televisión digital, sino
también a las de la telefonía celular".
Afirmó que "el
cese preventivo" de las antenas ubicadas en Río Cuarto, Leones, Malagueño,
Villa Dolores y Villa María se debieron a la falta de presentación de la
documentación exigida por la ley sobre el impacto ambiental.
Sin bien numerosos estudios científicos no pudieron aún
comprobar efectos a la salud provocada por la instalación de antenas de TV ni
de telefonía, luego de que se proliferara sin fuertes evidencias,
especulaciones sobre que las frecuencias emitidas por los celulares provocaran
cáncer, la Organización Mundial de Salud reunió evidencia científica que
demostraba lo contrario, por lo que descartó tales hipótesis. Mientras tanto,
la OMS sugiere potencias máximas de exposición, simplemente como una medida
preventiva.
La conclusión a la que llegaron fue que la energía emitida
por las antenas de telefonía móvil —muy similar a las de TV— es bastante débil,
y que es improbable algún efecto nocivo para la salud, ni siquiera estando
situado a pocos metros de la antena.
Al mismo desenlace llegaron la Comisión Internacional de
Protección contra las Radiaciones No Ionizantes – ICNIRP, Comisión Federal de
Comunicaciones (FCC) – USA, Administración Estadounidense de Alimentos y
Fármacos (FDA) y hasta un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de la
Ciudad de Buenos Aires (APRA) realizado en julio de 2012, que determinó que en
ningún rincón de Buenos Aires se superan los niveles de radiaciones no
ionizantes establecidos por las leyes.
Monsanto, y negocios que unen
A la multinacional se la ha acusado de evadir impuestos,
contaminar la tierra, provocar cáncer —por la utilización de transgénicos— y
hasta aparecer en los célebres cables de Wikileaks para hacer lobby contra la
honestidad empresaria.
En junio del año pasado, Cristina Fernández se reunió en
Nueva York con directivos de Monsanto y dio un encendido discurso de apoyo a la
empresa. Allí se le avisó a la mandataria sobre un plan de inversiones que la
firma realizaría en la Argentina y que contempla 1.670 millones de pesos para
desarrollar una planta de producción de maíz en la localidad cordobesa de
Malvinas Argentinas.
“El modelo sojero
funciona sobre la base de un agrotóxico, el glifosato, denunciado por causar
malformaciones a recién nacidos, abortos espontáneos, cáncer y muerte. Varios
estudios confirman el daño que produce en humanos (…) Todas las acusaciones
apuntan al producto comercial Roundup de la compañía estadounidense Monsanto,
la empresa de agronegocios más grande del mundo”, publicaba Página/12 el 8
de abril de 2008.
La Argentina se ha convertido, junto con la India, en el
modelo productivo agrícola que mejor se adecuó a las exigencias de
multinacionales de Monsanto. Ahora, la provincia de Córdoba es el epicentro de
este desarrollo.
En la localidad de Malvinas Argentinas, ya está todo listo
para la construcción de una nueva planta de Monsanto, que junto con el Estado
nacional comercializará la semilla Intacta, simiente de maíz transgénico
resistente a herbicidas de alta toxicidad y que segrega un veneno que elimina
hasta las mariposas.
Por estas horas, la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida
convoca a una marcha nacional a desarrollarse esta tarde en el acceso a
Malvinas Argentinas sobre la Ruta A-88.
La organización detalló que desde las 18 los manifestantes
se movilizarán por las calles de la ciudad “en
disconformidad al permiso municipal para la instalación de la empresa
multinacional Monsanto y en reclamo a que se le permita al pueblo decidir sobre
este tema a través de la consulta popular, una instancia contemplada en la Ley
Nacional de Ambiente”.
Hay que recordar que los vecinos ya presentaron una medida
cautelar en agosto pasado contra la instalación de la multinacional Monsanto en
Malvinas Argentinas, lo que está suspendiendo el funcionamiento total de la
empresa, aunque sí se le autorizó la construcción.
Fuente: periodicotribuna.com.ar
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