Cada día es más evidente que las variaciones de la actividad
solar repercuten sobre la superficie de la Tierra de una manera mucho más
influyente que lo que se creía en el pasado. A la posibilidad de que las ondas
electromagnéticas solares estén influyendo sobre los movimientos de las placas
tectónicas, provocando terremotos, se suman nuevos estudios acerca de los
cambios climáticos que generan los picos de actividad solar.
Una de las investigaciones respecto a los efectos del Sol en
la Tierra revela que sus influencias son regionales, según el informe “Variabilidad solar sobre el clima de la
Tierra”. Algunas pruebas más convincentes son las que se presentaron en
relación a los efectos en el clima del Pacífico, señala la NASA en un análisis.
El investigador Gerald Meehl, del Centro Nacional para la
Investigación Atmosférica (NCAR) dijo en su presentación, que al observar la
temperatura del mar en los años de mayor número de manchas solares, la zona
tropical muestra un patrón pronunciado de la Niña.
Este fenómeno de la Niña se registra con temperaturas que
bajan casi un grado en el Pacífico ecuatorial oriental. Además se observa un
aumento de las precipitaciones en la zona intertropical de convergencia que hay
en el Pacífico y la zona de convergencia del Pacífico Sur.
Otra observación revela que en el norte y en las latitudes
medias del pacífico Sur, la presión sube por encima de lo normal.
“Uno de los misterios
relacionadas con el sistema climático de la Tierra es cómo las fluctuaciones
relativamente pequeñas del ciclo solar de 11 años puede producir la magnitud de
las señales climáticas observadas en el Pacífico tropical”, destaca Gerald
Meehl, al referirse que el Sol pasa por períodos de gran actividad (Máximo
solar), intercalados con otros de baja actividad (Mínimo solar) cada 11 años
Los efectos del Sol no son globales en el cambio climático,
sino regionales, señala Caspar Amman de NCAR indica en el informe.
Cuando el balance radiactivo de la Tierra se ve alterado,
como en el caso de un cambio en el ciclo solar de máximo a mínimo, no todos los
lugares resultan igualmente afectados en la Tierra.
“El Pacífico
ecuatorial central es generalmente más fresco, la corriente de los ríos en el
Perú se reduce, y se dan condiciones más secas que afectan el oeste de EE.UU.”,
dice Caspar Amman.
Uno de los más marcados efectos del Sol en el clima de la
Tierra fue a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, en el período
de la llamada “Pequeña era de hielo”, que duró por unos 70 años afectando a
Europa y América del Norte selectivamente, donde los ríos se mantuvieron
congelados. El Sol en ese período era casi sin manchas solares, muy inactivo.
Algunos científicos creen que la baja actividad del Sol de
hoy podría ser una antesala a otro período de la Pequeña era de hielo.
Fuente: Urgente24
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