martes, 5 de marzo de 2013

Coltán, el mineral de la discordia


Hay infinidad de cosas que ignoramos, nadie puede saberlo todo. Pero hay muchas cosas que decidimos ignorar. Buscamos acallar nuestra mente, silenciar nuestra conciencia y olvidarnos para siempre de lo que nos desagrada.
Ésta mentalidad está llevando a la humanidad hacia su ruina. Creer que lo que desechamos simplemente desaparece, que nuestros alimentos caen del cielo y se almacenan en la heladera, que la luz proviene de un sencillo interruptor, y que el agua emana naturalmente de la canilla, son ejemplos de nuestra autoimpuesta ignorancia.
En algún nivel sabemos que nuestra basura va a parar a algún lado, sabemos que nuestra comida es sometida a decenas de procesos antes de llegar a nuestra boca y estamos bastante seguros de que el agua no nace de las cañerías. Pero la realidad, para que negarla si siempre se nos impone, es que no nos importa de dónde vienen todas estas cosas, siempre y cuando podamos utilizarlas cómodamente.

Así, tan despreocupadamente, se nos van sumando problemas de difícil pero urgente solución: El de los residuos, siendo el ejemplo más extremo lo acontecido con la ley de Basura Cero; los transgénicos y la desigual distribución de los recursos; los molestos apagones en épocas cálidas y la creciente escases mundial del agua.
Por supuesto, las nuevas tecnologías no están exentas de nuestra ignorancia. Celulares, computadoras de todo tipo y color, videojuegos, pantallas gigantescas. Todos estos elementos tienen algo en común. Son utilizados diariamente por millones de personas y necesitan coltán para su fabricación.

¿Nunca escuchaste la palabra coltán? El coltán o coltan es una mezcla rara de dos minerales: la columbita y el tantalio. A partir de este mineral se pueden se pueden desarrollar todos los capacitores presentes en los artefactos electrónicos de última generación.
A diferencia de otros materiales, el coltán tiene la particularidad de ser el conductor de electricidad más efectivo, sin que esta condición implique el calentamiento de la placa que asegura la circulación. Permite una conductibilidad de la energía hasta ochenta veces más veloz que el cobre, posee una alta resistencia a la corrosión y a la alteración en general, que incluso lo hacen idóneo como para su uso en la Estación Espacial Internacional.
Todas estas magníficas propiedades son aprovechadas para la tan apreciada miniaturización de los artefactos electrónicos.

 Aquí hay una lista de los artefactos que poseen coltán, que sirve para darnos una idea del alcance de este material:

Todos los celulares de última generación.
Prácticamente presente en todas las computadoras.
Televisores y monitores de pantalla plana.
Cámaras digitales.
Videojuegos.
Trenes magnéticos ultrarrápidos.
Equipamiento para la salud.
Aviones.
Centrales nucleares.
Sistemas de ubicación como los GPS.
Reproductores de MP3, MP4, iPods, iPads.
Satélites.
Armamento de guerra de avanzada.

A pesar de sus mil maravillas, el descubrimiento, la extracción y el comercio de este mineral están teñidos de rojo, rojo sangre.
Todo comenzó en el continente Africano, más exactamente en la República Democrática del Congo. Corría el año 1998 y una crisis interna étnica, política y económica daba inicio a una contienda que se extendería por más de cinco años, enfrentando a fuerzas armadas de nueve naciones y provocando cerca de 5 millones de muertes.
El conflicto en cuestión (que concluyó en 2003 pero que hasta el día de hoy amenaza con volver a encenderse) pasó a la historia como la Gran Guerra de África o, más contundente aun, la Guerra del Coltán.

Congo es dueño del 80% de las reservas mundiales confirmadas de coltán. Asegurarse el control de las reservas de este mineral extraño y, a la vez muy escaso, fue uno de los grandes objetivos perseguidos tanto por los ejércitos congoleños como por las fuerzas ugandesas, ruandesas, angoleñas y libias, que formaron parte del enfrentamiento, recordado como el más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial.

¿La razón?  El coltán presenta una demanda tan elevada que su cotización llega a los u$s400.000 la tonelada. Se utilizaba para, entre otras cosas, comprar armas.
Lo sorprendente del caso es que los contendientes excedían la órbita política y militar. También entrecruzaron "sus espadas" -según fuentes periodísticas europeas- gigantes de la industria tecnológica mundial como Apple, Intel y Nokia, que se vieron salpicados por el escándalo que ocasiona la explotación de este mineral.  Desgraciadamente, en África estuvo, y está, ligada a conflictos bélicos, condiciones de explotación en régimen de semiesclavitud (especialmente en niños), desastres medioambientales con gravísimas repercusiones en la fauna local de especies protegidas, e incluso a graves problemas de salud asociados con los arcaicos e infrahumanos métodos de explotación.

Debido a la creciente presión pública, algunos fabricantes de aparatos electrónicos decidieron dejar de lado esta zona del mundo como fuente de coltán, y dirigirse a otras fuentes.
Como siempre, el medioambiente es castigado por las acciones de los hombres. En septiembre de 2005 un estudio realizado por la WWF detectó que la población de hipopótamos y elefantes rondaba los 900 individuos cuando treinta años antes estaba cerca de los29.000. Además, en la zona donde se encuentran las minas de coltán habitan los gorilas de montaña, cuya población fue diezmada para facilitar la extracción del mineral. Todo esto sumado a  la deforestación incontrolada.

Debido a los inconvenientes que presenta el aprovechamiento de este mineral en África, las compañías electrónicas se dedicaron a buscar yacimientos en otros rincones del mundo. Y luego de largas indagaciones, parece que tenemos coltán en Argentina.
El pasado abril, representantes de la cámara que integra a las empresas mineras que exploran en el país (Gemera) confirmaron que nuestro país posee varios reservorios de coltán.
Julio Ríos Gómez, presidente de Gemera, aseguró a iProfesional.com que, "Europa no tiene ni un sólo gramo del mineral. Es decir, es un gran demandante que no tiene oferta propia. Por eso la dependencia es tal que llevó a que se den conflictos bélicos en África por su dominio. En la Argentina se conoce la existencia de rocas que son portadoras de coltán (tantalio-columbita) desde hace años. Se han concretado pequeñas extracciones y nuevos monitoreos para constatar la calidad del mineral. Su disponibilidad se da en los macizos de base granítica. Y es ahí donde la Argentina comparte muchas características con Brasil, que tiene reservas comprobadas y ya viene avanzando en su explotación. En su momento, el coltán estuvo presente en los viejos programas de exploración iniciados por Fabricaciones Militares. De hecho, en los años 70 ya se evaluaba cómo extraerlo. Con el paso del tiempo y los sucesivos cambios de gobierno ese interés se fue perdiendo”.
De acuerdo a Ríos Gómez, hay yacimientos de coltán en las provincias de San Luis, Córdoba, San Juan, Catamarca, La Rioja y Salta.

Mientras tanto, nosotros seguimos ajenos, ignorantes al hecho de que una gran parte de nuestro bien amado celular está fabricado con un mineral que le costó la vida a personas, animales y a ecosistemas completos.
Fuente: eco2site.com

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