RÍO DE JANEIRO, nov (Tierramérica) - Científicos brasileños intentan clonar ejemplares de especies amenazadas de extinción, como el jaguar y el aguará guazú. Su impacto en la conservación aún no está claro.
El jaguar está entre las especies que intentarán clonar científicos brasileños. |
La iniciativa del Jardín Zoológico de Brasília, en
asociación con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), ya
está en su segunda etapa. Los estudios se encaminan a viabilizar el uso de
técnicas de clonación como herramienta auxiliar en la conservación.
El primer paso fue recolectar muestras de material genético,
o germoplasma, bajo la forma de sangre, espermatozoides, células somáticas y
del cordón umbilical.
"Ya tenemos 420 muestras de germoplasma almacenadas en
nuestro banco y vamos a continuar recolectando", explicó a Tierramérica el
investigador Carlos Frederico Martins, de Embrapa Cerrados.
Los elegidos son ocho animales, como el aguará guazú
(Chrysocyon brachyurus), el jaguar (Panthera onca) y el tití león negro
(Leontopithecus chrysopygus), la mayoría listados en el Libro Rojo de Especies
Amenazadas de Extinción que produce el estatal Instituto Chico Mendes de
Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), y por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las muestras se obtuvieron durante dos años. Además de las
tres especies citadas, el banco cuenta con germoplasma de zorro vinagre
(Speothos venaticus), coatí (género Nasua), oso hormiguero (Tamandua
tetradactyla), guazubirá (Mazama gouazoubira) y bisonte (género Bison).
Los investigadores tomaron el material principalmente de
ejemplares muertos nativos del Cerrado, el extenso bioma de sabana que ocupa la
región central del país.
La próxima etapa será capacitar a los investigadores del
zoológico.
"En Embrapa ya realizamos la clonación de bovinos. Lo
que vamos a hacer es transferir nuestro conocimiento a los investigadores, para
que ellos puedan llevar a cabo los estudios de adaptación de la técnica con
animales silvestres", dijo Martins.
Embrapa fue responsable del nacimiento del primer animal
clonado en territorio brasileño, la ternera Vitória, que nació en 2001 y vivió
hasta 2011.
Después de ella, se clonaron muchos otros animales,
principalmente bovinos y equinos que actualmente suman más de un centenar de
individuos vivos.
Un proyecto de ley que tramita el Senado desde 2007 busca
reglamentar la práctica de la clonación, ya que la legislación actual no
presenta reglas muy claras.
"La investigación está liberada, pero existe poco
control. Cualquier laboratorio puede clonar bovinos y por eso no es posible
precisar cuántos clones existen", señaló el investigador de Embrapa.
Este es el primer intento brasileño de clonar animales
silvestres. Martins explicó que "países como Estados Unidos y Corea del
Sur ya trabajan en investigaciones similares".
La falta de experiencia impide, según el científico, prever
cuánto tiempo se necesitará para el primer clon. Pero "podemos decir que
tal vez sea un aguará guazú, ya que es una especie de la que tenemos muchas
muestras de material genético", relató.
Martins destacó, sin embargo, que el objetivo no es liberar
los clones en la naturaleza. "El zoológico quiere multiplicar ejemplares
para su propio uso. La idea es mantener a esos animales en cautiverio. El uso
de los clones evitaría el impacto causado por el retiro de los animales del
ambiente", dijo.
"Desde el punto de vista de la conservación, el ideal
es preservar y multiplicar la fauna donde esta se encuentra", advirtió.
Puesto que el ejemplar clonado contiene exactamente los mismos genes del que le
dio origen, "los clones no tienen variabilidad genética para que resulte
beneficioso introducirlos en la naturaleza", enfatizó.
Solo en casos extremos se podrá liberar animales clonados,
insistió.
"Si alguna especie estuviera en una situación de
declive extremo, en riesgo de extinguirse totalmente, y fuera posible hacer un
refuerzo, tendremos la capacidad", dijo a Tierramérica la superintendenta
de Conservación e Investigación del Zoológico de Brasilia, Juciara Pelles.
"Estamos en la fase de desarrollar tecnología, entonces
todavía no sabemos si será posible recuperar una población en la naturaleza,
pero es posible que se vuelva viable", agregó.
La técnica presenta una eficiencia de entre cinco y siete
por ciento. Según Martins, ese porcentaje está dentro de los patrones medios ya
alcanzados en el mundo.
"Es un número bajo, que encarece la tecnología, pero es
el promedio. Las investigaciones también pretenden elevarlo", apuntó.
Para el biólogo Onildo João Marini Filho, de ICMBio, la
clonación de equinos y vacunos se justifica por su objetivo comercial. Pero
emplearla en animales silvestres requiere cautela.
"Tiene que existir un beneficio bastante tangible para
la conservación. Si hay una ganancia, es válido. Puede ser posible, por
ejemplo, aumentar la cantidad de animales para ayudar en un programa de
reproducción", dijo a Tierramérica.
Para que la segunda etapa del estudio se inicie efectivamente,
el proyecto del Zoológico de Brasilia aguarda la aprobación jurídica de los
órganos competentes. Se espera que en un mes se den los pasos iniciales para
dar vida al primer clon. "Es un proyecto a largo plazo", dijo Pelles.
* Este artículo fue publicado originalmente el 3 de
noviembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario