jueves, 8 de noviembre de 2012

LA JUSTICIA FRENÓ LOS HOSTIGAMIENTOS A FAMILIAS CAMPESINAS DE ANTA: Prohíben alambrar tierras criollas en el sur de Salta


Una cautelar restableció la calma que matones alteraron en el límite con Santiago del Estero con servicios del Far West.
Con una medida cautelar, la jueza de Joaquín V. González, Patricia Rahmer, acaba de ponerle frenos a los alambradores armados que hostigaron a campesinos de Talavera, en el sur de Anta, durante varios meses. Estos violentos avances tuvieron uno de los episodios más sangrientos el 1 de julio, cuando un puestero de La Choya, Sixto Ruiz, se cruzó con extraños que habían empezado a abrir una picada en esa finca y terminó con un tiro en el pecho.
Pese al gravísimo estado de Ruiz, quien a duras penas sobrevivió a aquel disparo a sangre fría, el juez correccional de Metán, Sebastián Fucho, levantó a los pocos días la medida cautelar decretada en La Choya. La citada finca tiene más de 3.000 hectáreas atravesadas por el Canal de Dios, que marca desde 1980 el límite de Salta y Santiago del Estero. Allí una familia criolla, que encabeza María Guillermo Argañaraz, acredita constancias de una posesión que se remonta, con cinco generaciones, al siglo XIX. Hace algunos meses, sin embargo, un empresario santiagueño, Gustavo Marcelo Saad, empezó a reclamar esas tierras con una escritura de 1960. El acta notarial fue anexada al pedido por el que Fucho levantó la medida cautelar en La Choya y habilitó al grupo de alambradores que Saad contrató, el 26 de junio, con el presunto agresor de Ruiz.
El supuesto autor del disparo es otro santiagueño, José Luis Palavecino, conocido en la zona por promocionar servicios de “picadas, alambrados, custodia de campos y desalojos” con tarjetas personales.
El pistolero fue detenido en Monte Quemado, semanas después del sangriento incidente en La Choya, y sigue encarcelado en Metán, a disposición del juez Mario Teseyra, por tentativa de homicidio. Acaba de ser señalado, como el autor del disparo, en una rueda de reconocimiento y su situación procesal quedará definida de un momento a otro.
Mientras tanto, Argañaraz inició ante el Juzgado de Joaquín V. González un juicio sumario en defensa de la posesión que comparte con sus hijos y nietos. En esta causa, la jueza Patricia Rahmer dictó la medida cautelar con la que prohibió a Saad y a otros demandados avanzar con alambrados y cualquier otro acto turbatorio en esa posesión. La jueza dispuso la medida tras un reconocimiento realizado en La Choya y una audiencia de partes. Entre los demandados a los que se notificó la orden de no innovar hay policías de Talavera.
Fuente: Eltribuno


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