En una acción calificada como histórica
por protectores de los animales y defensores del medio ambiente, y pese a la
presión de sectores del comercio de armas y municiones, la Asamblea Legislativa
de Costa Rica decidió prohibir la cacería deportiva y autorizar sólo la caza de
subsistencia o con objetivos científicos y de control de especies.
“¡Una vez más ganó la vida!”, proclamó la
actriz y ambientalista costarricense Rocío Carranza, al festejar una victoria
por la aprobación antenoche, con los votos de 41 de los 57 diputados y sólo 5
en contra, de las reformas a la ley de vida silvestre que imponen multas de
hasta de tres mil dólares y prisión de uno a tres años por cacería deportiva.
“¡Nunca más la sangrienta cacería por
‘deporte’ en nuestro país! Basta a la tenencia de animales en cautiverio.
Protección real de la flora y fauna silvestre de nuestra hermosa Costa Rica.
Respeto por la vida y la madre tierra”, afirmó la activista en su muro de la
red social de Facebook.
Las reformas sólo autorizan la caza de
subsistencia, practicada especialmente por las poblaciones indígenas, y que,
basada en estudios científicos, se realiza para controlar especies, estabilizar
ecosistemas o enfrentar problemas por la alta densidad poblacional que amenace
a unos u otros animales.
“Las fuentes que manejamos nos dicen que
(contra la ley) había presión del comercio de armas y de la Asociación de
Pesca, Tiro y Caza Deportiva”, dijo Arturo Carballo, subdirector de la
Asociación Preservacionista de Flora y Fauna Silvestre (Apreflofas).
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